Viva Suecia, ojalá volasen siempre tan alto como en los bises
Por: Texto y fotos Marisol Blanco y Xabi Sanmartin
Viva Suecia han llenado la Capitol, sala de 800 personas. Ese logro resume el crecimiento de este grupo murciano cuyo pop rock sonó anoche algo deslabazado en la primera mitad, como necesitados de tomar carrerilla rumbo a unos bises donde volaron muy alto. Eso sí, el público coreó los temas desde el inicio en esta fecha gallega de una gira centrada en su nuevo disco, El Milagro.
17 Enero de 2020 en Sala Capitol, Santiago de Compostela
- · Grupo: Viva Suecia.
- · Público: Unas 800 personas. Lleno. Entradas agotadas.
- · Precio: 18 euros en venta anticipada.
- · Promotor: Subterfuge.
Agotar entradas en la Capitol habla maravillas del trabajo hecho por Viva Suecia desde su inicio en 2013, más considerando que este local de Santiago no llenaron, por ejemplo, hace semanas, la banda de moda en la escena pop rock, Carolina Durante (cubrieron tres cuartos del aforo). Sin embargo, no ocultaremos que esperábamos algo más del grupo murciano que lidera a la voz Rafa Val.
Viva Suecia empezaron el concierto a las 22 horas con el público a favor, formando en quinteto casi de barba rigurosa (el batería no), luciendo camisas blancas, chaleco negro, elegantes, enérgicos, con el apoyo de unos paneles luminosos a ratos convertidos en ventanas como ejemplo de mimo escénico.
En la parte vitalista, en esa primera mitad destacaron al tocar "Algunos tenemos fe", y pusieron pie a tierra de forma puntual para ralentizar la marcha con "Días amables" ("Con una lenta basta", dijo acertado Rafa, quien aludió durante la noche a su familia en Santiago, a su pareja gallega, a que "compra en Amboa", recomendable tienda santiaguesa de joyas y artesanía)...
Entre esa tacada inicial, en una sala con mucho fan (con ellas más activas en los coros), escuchamos también "Los años", composición delicada con hermoso crescendo instrumental, y evocador estribillo ("Con los años / Lejos de aprender / Nos apuñalamos / Nos hacemos tanto daño") pero que sonó poco hilada, como con la banda algo dispersa.
Durante el concierto, reinó el ambiente festivo, e incluso se vio una gran bandera sueca en las primeras filas ante un grupo que se sabe querido en Santiago y cuyos componentes alternaron saludos, bromas y tragos de cerveza que subrayaron la complicidad entre ellos y el público.
Rafa se mostró parlanchín, y destacó la valía espiritual que tiene para los grupos "venir desde la otra punta y ver una sala llena". Además abogó por ser "positivos", por bailar "toda la puta noche", e incluso nos preguntó si éramos "¿De la orquesta Paris o de la Panorama?, ¿del Celta o del Deportivo?", subrayando su simpatía por Galicia, tierra natal además de uno de los miembros de este quinteto del sello Subterfuge Records.
Dentro de un set list donde también cayó "Permiso o perdón", al arrancar "Hemos ganado tiempo", pidieron aplausos con el bombo de la batería marcando el ritmo. La gente respondió, mostrándose más eufórica que en temas previos, igual que la banda, tanto que Rafa bajó a cantar entre el público, detalle que pasó algo desapercibido, quizá faltó un foco o alguna idea para sacar más partido emocional a ese momento, cada vez más común en los conciertos para generar eco en las redes sociales.
Y llegamos al adios puntual. Se fueron. Tras dos minutos donde parecía que nadie pedía el bis... empezaron a brotar las palmas y Viva Suecia volvieron al escenario. Llegaba la necesaria prórroga tras 65 minutos de actuación. Abrieron el bis con la palpitante "Será", una historia de amor para gritarle al mundo que será "dificil llegarnos a hundir".
Ahora Viva Suecia sonaban mejor, más empastados, con actitud más enérgica, sin tanto hjablar, encadenando buena música, tema tras tema, incluso la voz de Rafa, a quien en la primera parte de la noche vimos algo cansado, sonó mejor en los bises.
Ahí sí, ahí si nos parecieron un grupo capaz de aguantar comparaciones con Vetusta Morla, es decir, de ser medidos en primera línea de nuestro pop rock.
Heridas, tristezas. mañanas y normas... alrededor de eso estalló "Fóllame", uno de sus temas más recientes y que acabaron con la palabra del título tatuada en las pantallas luminosas, un recurso bien usado para cerrar con un revelador silencio antes de presentar al equipo técnico, a quienes citaron por nombres y apellidos, toda una señal de respeto al trabajo ajeno.
"Lo Que Te Mereces", tempo medio que nombra al último álbum de esta banda que lidera Val, puso sobre el cielo de la noche ese... "Qué le vamos a hacer" que todos hemos lanzando al aire en nuestras peleas emocionales.
Y al rato, yendo a más a nivel de energia, elevando el volumen, la encadenaron con "Amar el conflicto (Todo lo que importa)", un canción soberbia, vitalista, de tempo a la fuga, que recuerda lo mejor de grupos pop como La Habitación Roja sin menoscabar para nada el talento compositivo de Viva Suecia en cortes como este tema de Bien Por Tí, su disco de 2015. Coreada y aplaudida, precedió en Santiago al adiós.
Tras hora y media justa de concierto, llegó la intensa y esperada..."Bien por ti". Sonó con media sala cantando su logrado estribillo... ("Miento cuando digo / Que te miento cuando digo / Que te miento cuando digo / Que me hace falta espacio").
Y al concluir el concierto, la megafonía dio vuelo a un hit ajeno bailable como invitación al baile y a continuar la fiesta en otros locales, con los miembros de la banda murciana saludando y bailando en el escenario pocas horas de emprender viaje a Albacete a las siete de la mañana del día siguiente para tocar en el Auditorio Municipal de esa ciudad y trabajar para seguir creciendo, en disco, y en directo. Ojalá vayan a más.