El hip hop vuela alto con las rastas de Rapsusklei
Por: Marisol Blanco. Foto: archivo
Rapsusklei crece dentro del mapa actual del hip hop. Se hizo adulto a finales de los 90 en esa Zaragoza que le planta cara a la vida con rabia, con rima, como bien saben sus paisanos Violadores del Verso.
21 Enero de 2011 en sala Capitol, Santiago de Compostela, A Coruña
- · Grupos: Rapsusklei
- · Público: Casi lleno [unas 600 personas].
- · Precio: 8 euros anticipada; 10 taquilla.
- · Promotora: Radiation.
Rapsusklei crece dentro del mapa actual del hip hop. Se hizo adulto a finales de los 90 en esa Zaragoza que le planta cara a la vida con rabia, con rima, como bien saben sus paisanos Violadores del Verso. Desde 1998, la escena ha cambiado mucho. Ha pasado de la nada al todo y hoy vuelven las vacas flacas pero Rapsus, el niño de la selva, se hace una liana con sus rastas y vuela. Su estilo gana enteros en concierto. Rimas con erre de rastas, con erre de Rapsusklei.
Rapsusklei sale de gira. Llega a Santiago. Llegamos con la noche empezada. Los 8 euros del precio del billete anticipado han tenido efecto positivo, y hay unas 600 personas, todo gorras, pantalones anchos pero generaciones varias, los rostros barbados delatan vieja escuela, los otros son la generación que ya nació con el ratón en una mano y el móvil en la otra.
El bigote de Rapsus escupe el micro escoltado por Karty Er Nene, en un minuto se les ve soltura y sintonía, lo que no vimos en este mismo local meses antes cuando Tote King presentó su nuevo álbum. Zaragoza y Sevilla frente a frente, el Ebro ganando la competición.
"Hip hop kresia", uno de esos tortazos que tanto necesita una escena donde ha faltado trabajo y ha sobrado chulería, forma parte de un set list donde el mc maño se gusta y muestra tablas, improvisa con soltura y se ve que tiene el show bien calculado con el respaldo a los platos de Dj Oscar A Seca.
Bajo la gorra gigante, las rastas de El Niño de la Selva, apodo de Rapsus que recuerda su primera época, de esa garganta aragonesa van saliendo las métricas de "Dando y perdiendo" ["alma, poesía o magia... la escuela de los versos a capella"], tempo suave que abre su último disco, eje del repertorio.
Nunca he entendido la actitud en escena de algunos mc que apenas muestran flow en sus movimientos, y se mueven menos que sus propios djs, no pasa con Rapsus, su cuerpo dibuja cadencias y breaks, y eso se traslada al público. Y cuando el bolo cumple la hora, se sube a uno de los laterales del escenario, saluda y se marca unas volteretas desde esos tres metros de altura.
La simpatía de cortes como "Clik, clik", aligera otros de lírica más profunda, más reflexiva. Otros como "Sueño, no estoy", ponen la parte melancólica sentida, directa al corazón, ese tono sereno donde las rastas de El Niño de la Selva se ponen ante los ojos, jugando al estoy, no estoy, manejando bien el tempo, el ambiente de la sala, logrando llevar con transiciones naturales un subidón de bombo al terreno de lo sedoso.
En "No Estamos Creyendo" el ambiente crece con esa base que pone un pie en Jamaica, llevándose a la gente de calle con ese estribillo bucólico....."bajo la luna, y bajo el sol, no estamos creyendo en su sistema de control". Dardo sobre el descrédito de ciertos vicios económicos y políticos con fronteras tajadas en despachos llenos de maracas de televisión.
Creo que también sonó "Agua entre las manos" pero sí recuerdo que sonó "Segundo Contacto", que marcó otro de los hypes de un concierto donde la dicción al micro y fraseo de Rapsus fue un ejemplo de K.O. de uno de los principales defectos de la escena hip hop, llena de voces que en vez de rimar farfullan.
Hubo un rato al frente para Oscar A Secas. Abandonó su puesto de dj [y animador a ratos] para ponerse al frente del show y repartir rabia. Hubo bis con prólogo divertido con Rapsus y Karty en los camerinos como discutiendo pero con el micro abierto, buen truco que resume lo calculado que está el directo de este aragonés que gusta en directo a quienes maman rap a diario y a quienes vamos a verle como iríamos a ver a un grupo pop o rock.
Y Claro, hubo bis, gritos, fiesta y provocación. "Mañana estamos en A Coruña, y creo que allí van a gritar más que vosotros..." , dijo mientras se iban repartiendo aguas entre la gente.