Angel Stanich, viaje a Donostia por El Camino Ácido
Por: Raisa Iratxe G. Isasa
El santanderino Ángel Stanich llega a Donostia para cerrar la gira de Camino ácido (Sony music), su primer álbum publicado en el 2014. El "lisérgico cantautor" –tal como se denomina en su cuenta Twitter-, cuenta también con un EP, Cuatro truenos cayeron y el single digital Jesús Levitante, un regalo de la navidad del 2014.
30 Diciembre de 2016 en sala Dabadaba, Donostia San Sebastián
- · Público: unas 250 personas.
- · Precio: 12 euros anticipada, 15 ventanilla
- · Promotor: Nordika Producciones
El santanderino Ángel Stanich llega a Donostia para cerrar la gira de Camino ácido (Sony music), su primer álbum publicado en el 2014. El "lisérgico cantautor" –tal como se denomina en su cuenta Twitter-, cuenta también con un EP, Cuatro truenos cayeron y el single digital Jesús Levitante, un regalo de la navidad del 2014. Dos años de carretera, de frecuentar locales y pisar festivales en los que se ha convertido en un referente del indie alternativo nacional.
I see whales, el dúo formado por la donostiarra Sara Zozaya y el oriotarra Eñaut Marti se encargan de arrancar la velada. Compañeros de escenario y compañeros de clase, comparten el gusto por la música. Juntos, ofrecen una música folk pero con un toque particular, y es que intentan trasladar al público a ese momento épico en el que se pescaban ballenas (o cazaban, según el libro que leas) y es de ahí de donde viene el origen del nombre del dúo.
Y ahora sí, ¡Ha llegado el momento! Y lo sabes. Lo sabemos porque vemos en el escenario a sus compinches. Álex Izquierdo (bajo y voces), Lete G. Moreno (batería), Victor L. Pescador (guitarra y voces) y Jave Ryjlen (teclista, sonido) pululan por las tablas, ajustando los cables, posicionando los micros.
Mientras, la sala sigue llenándose, los pesados abrigos son arrojados por diferentes puntos del local y los cerveceros están a pleno rendimiento para entrar en calor antes del bolo. Es conseguir un trago y ver la cabeza (y su pelo) de Stanich desplazarse por la sala para llegar al escenario y cual movimiento de girasoles ante la exposición del sol, el público se va disponiendo en los huecos que van quedando frente a las tablas.
Foto: I See Whales, folk épico de la banda gipuzkoana
Ángel Stanich es un músico de esos denominados auténticos, con carácter, alejados de las organizaciones convencionales como son los setlist, lo que hace que cada directo sea único o al menos espontáneo.
Arrancan con "Mis Trueno '89" (Camino Ácido) en la que oyes "dime ¿qué puedo hacer para no echarte de menos?" Y yo miro a la gente que me rodea y me pregunto cuántas veces nos habremos hecho esa pregunta a lo largo de nuestra vida, de nuestra vida sentimental. Sin duda, el doble de personas que nos encontramos en el Dabadaba.
Continúan con "El Cruce" y "El río" ambas del álbum Camino Ácido, en la última pieza Ángel nos dice que tendremos que ayudar a Álex porque parece que arrastra una leve afonía. Lo cierto es que no oímos dificultades en la voz de Álex y lo disfrutamos con él.
Antes de seguir con "La noche del coyote" Stanich pide silencio al público. Cierto es que en el fondo se oye un alboroto típico de poteo y no de concierto. Nos explica que la canción es "bajita", requiere de un comienzo bajo, un tono que dote la pieza de un carácter bucólico y durante un breve lapso consigue ese silencio.
Llega el momento para "Jesús Levitante", esa canción que publicó en la época navideña de hace dos años, perfecto momento para escucharla. Tras terminar con la pieza, Stacnich se despide y recuerda haber estado en el local con anterioridad, pero solo para tomar cubatas y vuelve a pedir silencio a la gente del fondo, afirmando que seguro que son "los de la lista", la lista de invitados que entran por la cara y que poco colaboran.
"El Outsider" es la encargada de la despedida, al menos de cerrar la primera parte del bolo para dar paso al bis. La gente, algo prudente, quién sabe si por la sobredosis de comida de estos días, suelta algún grito "beste bat, beste bat" ("otra, otra").
Foto: Angel Stanich cierra el concierto con "Metralleta Joe" y exhibición de brincos
Reaparecen Álex, Víctor, Lete y Jave, dedican un rato al instrumental hasta que algo descansado se une Stanich y cuando Lete va a comenzar con una pieza, Stanich le dice: "no…" Todo un misterio, hasta que oímos "Carbura, nena, carbura…" ("Carbura" del EP Cuatro truenos cayeron, Sony Music, 2015).
Le sigue "Mezcalito" (Camino Ácido), y como pasa en la mayoría de los bolos, cuando se sabe que el fin es inminente, la gente baila con más desenfreno, lo cual encaja a la perfección con la última canción que nos ofrece Ángel Stanich y su banda, "Metralleta Joe".
Antes de comenzar con esa pieza y de cerrar el bolo nos recuerda que pasemos por la mesa con el merchandasing, nos agradece el haber asistido y nos asegura que lo que viene a continuación "es un final a lo grande, a lo jungla de cristal".
Y tal como ha jurado, la pieza moviliza a toda la gente, no hay tregua, Stanich salta con todas sus fuerzas, esas piernecitas no le traicionan y potencian los brincos, al igual que la gente que se ha acercado. El bolo no se libra de anécdota y cuando Stanich baja del escenario un joven melenudo aprovecha la ocasión para apropiarse del micrófono y hacerle los coros.
La despedida es grupal, se juntan en el centro del escenario y nos dedican un "hasta pronto".