Enrique Villareal, El Drogas, bajista y vocalista de los Barricada, retoma 20 años después su proyecto paralelo, Txarrena, y quienes no le hemos pillado el punto al último disco de la banda navarra [lo siento, estoy saturado de historias sobre la Guerra Civil], agradecemos MUCHO, que Enrique aproveche que los Barricada están de vacaciones para descerrajar 15 tiros en la noche y recordar que aún pisa aceras azules de esa ciudad llamada rock urbano.
Junto a Brigi [Duque, lider de los Koma] y dos miembros de La Lengua de Trapo, Enrique el pirata se echa las calles del rock clásico de barrios donde los bares no tienen horario ni fecha en el calendario, sitios perfectos para huir y encontrar historias e histerias que no pasan de día.
 
Me gustaría tener 18 años para saber si un disco así puede ser la banda sonora de esos días como los primeros discos de los Barricada lo fueron para los míos, pasan los años y hay puñetazos de rabia que no caducan como tampoco romances proscritos, azulejos fríos, o callejones con gatos en las venas. Hoy hay ciudades empeñadas en hacernos creer que un museo de arte contemporáneo basta para quitar ciertos clavos pero algunas peleas no caben ahí dentro. 

Me sobra, por algo ñoña... "Pelea de barro". El resto de los encantos, habita bien este disco de rock urbano encerrado a cal y canto, como dice Enrique en una de estas letras.
Hay cortes con parte acústica como "Todo lo enamora" o "Es otro corazón" [con deje nostálgico] pero en general es un disco de guitarras, con buen sonido, sin complicaciones ni distracciones. De todo menos frío.