Natalie Maines es una don nadie entre nosotros pero en Estados Unidos es una estrella del country pop como líder del trío Dixie Chicks, grupo del que ahora se libera con un primer disco en solitario producido por Ben Harper que merece atención si olvidamos su horrible portada. 

Allí es tan conocida que este álbum sale con un par de trampas para allanar el camino, una versión del "Mother" de Pink Floyd, que ella canta con tempo perezoso y aroma blues; y un segundo cover basado en "Without You", tema de Eddie Vedder [Pearl Jam] con quien ha cantado varias veces en directo.
Son trucos lógicos para ganar repercusión en su mercado natural pero me gustan más otros temas. "Silver Bell", por ejemplo, es todo energía, combinando muy bien una guitarra acústica y un piano junto a una voz sobrada. Después suena "Lover You Should’ve Come Over", canción tranquila previa a otro corte vitalista, "Trained", donde Maines casi muestra fiereza al cantar como ahuyentando el aura mainstream que rodea su carrera.

Un tema como "I’d Run Away" suena a ese country rock que no se moja ni a favor de un estilo ni de otro pero que te atrapa cuando hay una buena voz, y la hay [en "Vein in Vain", suena casi etérea].

Acaban el álbum con la épica "Take It On Faith", composición de cuidados arreglos donde el slide pone un paisaje crepuscular que sirve como buen adios de un debut algo tramposo que ojalá dé pie a una gira europea.

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