Recuerdo una discusión  donde un amigo de mi tío lamentaba la fama que tiene aquí un grupo como Calexico mientras es ignorado en GRAN medida alguien como  Howe Gelb. Mi tío se justificó diciendo: "Dentro de unos años, nadie le recordará, ¿para qué gastar tiempo y dinero en sus discos?" Por entonces, yo desconocía  a este genio estadounidense pero abrí la boca y les dije...  "Yo sí le recordaré". Y claro, mi tío, cabreado, gritó: "¡TÚ, A CALLAR!"
Callar, callar, callar... no sé, sé que siete años más tarde vi a Howe Gelb en su concierto de Santiago de
Compostela [sala Capitol] presentando Sno Angel Like You, y al acabar la sesión de autógrafos, le comenté: "I´m your woman", y él replicó... "Don´t drunk, you had too much to dream [that night]", aludiendo a mi chapa de Electric Prunes, grupo yanki de los sesenta que debutó con I Had Too Much to Dream (Last Night), o sea... tengo demasiado que soñar esta última noche. Así fue cómo descubrí a Gelb.
"Nací con un gran ojo. Pasé Mucho tiempo solo. Aprendí a hablar con los muebles" 
[Howe Gelb]
¿Quién puede negarle interés? Gelb tiene una de las carreras más firmes e infravaloradas de los
últimos años, sea yendo sólo, liderando Giant Sand o con otros proyectos, de ahí que a veces levante la cabeza hasta separarla del cuerpo sin dolor [bueno, a veces sí, ¿verdad Howe?]. El caso es que Sno Angel Like You, su octavo álbum en solitario, está entre lo mejor de esta década. Howe, ¿por qué no se lo regalaste a Bob Dylan para que cerrara esa boca?
 Siendo su primer intento, es cómo si Gelb llevase toda la vida haciendo discos de gospel, cómo si el espíritu negro le atravesara el alma, alma que nos vende sin que nosotros contemos los euros.
Es extraña la mutación entre el gospel, el folk rock y sus letras torturadas, extraña... pero atractiva.
Nacido en 1956, este looser vive ahí... observando techos recubiertos de lámparas de araña en bares de Tucson, incomprendido, hecho un caos en sí y para sí mismo PERO con una telepatía indiscutible abierta a todas direcciones [a nivel musical, digo].
Rodeado de calor, fiebre y esa respiración urgente y palpitante del coro gospel... le escucho y pienso: "Ahí está el contrapunto, EXISTE LA MAGIA, Sno Angel Like You lo confirma".
"Get to leave" abre el disco con un Gelb algo desorientado porque odia las promesas y más las de un mundo mejor, pero pronto se le une el coro para prometer [mejor eso] un buen viaje, y lo logran. En "But i did not", vaga suelto de miras tirando hacia nuevos caminos sin dejar huellas detrás, con las voces arropándole y él... ahí, "Howling a gale", aguantando el vendaval, que así títula  otro de sus grandes temas.
Grabado en Ottawa, Canadá, bajo tutela de Jeremy Gara, de los Arcade Fire, este álbum alterna temas nuevos [siete] con cuatro de Giant Sand [“Get to Leave”, ”Robes of Bible Black”, “Chore of Enchantment” y “Neon Filler”], más tres de Rainer Ptacek,  bluesman amigo suyo fallecido en los noventa.
Todas las canciones parten de una atractiva lógica terrenal hasta que va apareciendo ese coro negro ortodoxo, voices of praises, voces de alabanza que, al estilo trágico de Arizona, lo lleva todo a niveles celestiales. A veces, me pregunto si Howe Gelb sufre [mucho] escribiendo canciones porque escuchando el disco parece que el cielo se las regala y él se las merece.