Esterotypo no miente ni en su portada. ¿Grupo vestido de negro riguroso con corbatón blanco y el adorno de una bola disco...?
Sí, lo has adivinado. Este trio cántabro sintoniza con el fenómeno más alegre de esta década: el indie rock bailable.
Quienes terminamos hartos del brit-pop blandito [salvo excepciones] de los años 90 y encajamos mal el rollo folk [hasta hace tres años, decíamos americana, ¡cómo somos!] debemos agradecer que Estados Unidos dé bandas como Strokes o Rapture, e Inglaterra combos como Franz Ferdinand, cada uno bailando a su modo.
En Mayo de 2008, los Esterotypo sacaron con su propia pasta este primer disco, ahora justamente reeditado por Astro.
Empezaron a finales de 2006 y encontraron viento a favor. De sus componentes, sólo sé que David B. Van Bylen estuvo en Sed, banda de Valladolid de pop al estilo Piratas, pero que aquí apuesta más por el pálpito de ese corazón moderno llamado sintezizadores / teclados / programaciones, marcando una ruta por donde llevan kilómetros de desventaja respecto a Delorean o We Are Standard, y me pregunto: ¿qué tiene el Norte para dar tantas bandas de ese estilo?
El tema "Join the electro funky party" es un hit de manual. Lo pinchas seis veces y no te cansas, pero también metería en mi Ipod "Our reason is...", donde la voz está guapamente tratada con la electrónica, que ahí manda mucho; otro a destacar es "Mysteryous God", corte casi instrumental que acaba lleno de distorsión envolviéndote en una épica en plan himno de estadios llenos propios del festival de Glastonbury.
Editado en digipack, se escucha fácil y te lleva los pies quieras o no. Incluye alguna variante que se agradece, como "Big Boss Tiger", canción sencilla que queda bien situada entre tanto despliegue de baile indie-tecnológico.
Los Estereotypo ganaron el certamen de Música Joven de Cantabria 2008 y el concurso de maquetas Iguanahit, así que ahora queda buscarles en directo para saber de qué va su fiesta.