Valira, una vez más, David gana a Goliat
Por: Maialen Iturregi Arias y Ana Soliño Aizpurua
Valira, con Juan Zanza al frente (fue guitarrista en La Raíz), han retomado su gira de conciertos, centrada en "Supernova", disco cuyas canciones tienen pendiente su merecida presentación en carne viva. Y así latén en directo.
20 Noviembre de 2021 en sala Malatesta, Santiago de Compostela
- · Grupo: Valira.
- · Público: Medio centenar de personas.
- · Precio: Desde 16 euros en venta anticipada.
- · Promotora: Hontza.
No hay mucha gente en la sala Malatesta. A quince minutos del inicio del concierto de Valira, el local se amplía en los vacíos, parece que esa batalla está perdida. Sobre las 22:15 horas van saliendo los integrantes de la banda al mismo tiempo que el público se aproxima al escenario y reciben con calor los primeros acordes de "Un faro en el vacío" (de su nuevo disco "Supernova", 2021). Resulta una especie de alegoría fortuita: se expanden la música y los oyentes; ocupan su lugar, lo llenan. Lo que parecía que empezaba como una derrota acaba siendo una victoria; una vez más, David gana a Goliat.
Valira siguen su repertorio con "Guerra Fría" (de "Ecos de aventura", su primer disco largo, editado en 2019), corte donde el rasgueo de la guitarra arranca los vítores del público. Los fans corean al tiempo del grupo buena parte de la canción. Todos conocen la letra, se percibe la entrega de una banda que lidera Juan a la voz, cantando esta noche tras una guitarra blanca, vestido de oscuro y taconeando ritmo con unas zapatillas Vans negras.
Nada más terminar esa canción, el vocalista comenta que pese a estar presentando el nuevo trabajo, el resto concierto va a ir alternando canciones del primer álbum, algó lógico considerando que el grupo nació en 2019, en Valencia, tras la disolución de La Raíz, y que, por lo tanto, ha visto cortado su vuelo inicial por la pandemia.
A Juan se le notan las tablas sobre el escenario (giró mucho con La Raíz): se expresa de manera segura y cercana. Durante toda la actuación el micrófono le sirve de puente para conectar con el público mediante las canciones y por medio de las pequeñas interacciones entre una y otra (bromas, preguntas, risas...). Todo esto hace que en la sala Malatesta se genere un clima íntimo, nos atreveríamos a decir, que incluso... cariñoso, hasta el punto de que, a ratos, Juan se pone a cantar al borde del escenario, sin guitarra, sentado sobre el sosiego de un altavoz, agarrando el micro a dos manos para entonar fraseos con los ojos cerrados por la emoción.
El concierto de Valira fluye así entre ambos álbumes con un marcado estilo de pop rock salpicado con pinceladas de reggae, con hueco para varios pogos, pero encuadrando su música principalmente en un marco de balada y tempos lentos (hubo momento mecheros o, en su versión milenial, con las linternas de los móviles pintándole pecas a la noche).
Aparte de Juan (voz, guitarras), completan el actual quinteto de Valira: Felipe Torres (batería), Carlos Benavent (bajo), Gabi Pellicer (teclado) y Fernando Borja (guitarra), quienes finalizan el concierto en Santiago tocando "El capitán y Corazones ambulantes", tema que llega después de una hora y cuarto de show, donde no faltan los bises ("Luz errante") tras la ovación del público al grito de "Valira".
En el cierre también hay espacio para los agradecimientos tanto a la sala compostelana, como al equipo técnico y al de producción. De ese modo se marcan una despedida humilde donde los miembros del grupo valenciano se mezclan luego con sus fans (poco antes reparten púas con su logo) para así conversar y sacarse fotos a la salida de un concierto donde David volvió a ganar a Goliat.