Sunday Drivers, de Toledo a Toledo pasando por Zeppelin
Por: Marisol Blanco. Foto: archivo
Quienes vamos a conciertos de varios estilos llevamos dos buenos palos encima cuando tras media hora de retraso salieron los Sunday Drivers.
22 Octubre de 2004 en sala Capitol, Santiago de Compostela, A Coruña
- · Grupos: Sunday Drivers
- · Público: sobre 150 personas
- · Precio: 10 € anti. 12 € taquilla.
Quienes vamos a conciertos de varios estilos llevamos dos buenos palos encima cuando tras media hora de retraso salieron los Sunday Drivers.
Diez días antes que ellos, en esta misma sala, los Bellrays aburrieron incluso a las ovejas con lana en forma de cresta.
Y una semana antes, vimos como Fito y los Fitipaldis repasaban su repertorio como si fueran una orquesta de segunda fila pero... ¡Toledo es grande!
Desde el primer tema tuvimos la sensación de que entrábamos en una gran noche. Un cantante con una voz personal [como la de Jaime Sexy Sadie pero más cálida y amplia], un steel guitar para poner el sol californiano, un teclado festivo, dos voces arropando hacia adelante [en el pop nacional, esa es asignatura pendiente], una base rítmica ágil sin desvariar... claro, y todo eso sería inútil si no hay buenas canciones. Y los conductores del domingo saben muy bien a donde van.
Encadenaron los tres primeros temas y el cantante, consciente de la fuerza del grupo dijo... ¿qué tal?
Pues... muy bien porque la banda se esfuerza, el show tiene arreglos para gustar y gustarse.
Hay variedad, hay energía y un punto de pop clásico que recorre todo pero a la vez hay un piano americano que toca el hermano gemelo de Guillermo Toledo [¡bonita casualidad!]... Es como si hubieran vivivo un tiempo en el otro Toledo, el de Estados Unidos.
Presentaron su segundo disco, del que sólo conozco los singles que he escuchado en su web pero flipé con su intenso directo. Aplausos y al regresar anuncian una versión de Led Zeppelin, grupo al que alguna gente abucheó.
¿Esperarían algo más típico? Quizá, pero lo bueno de los Sunday Drivers es que su público va más allá del reductor indie. Son un grupo que no haría el ridículo ni en una concentración de metal.
La versión terminó en una sesión de sicodelia sónica.
Y los toledanos se fueron yendo uno a uno... volvieron para hacer un tempo medio concluyendo noventa minutos que deberían ver en vídeo los Jayhawks. La banda yanki canta "olé, olé" cuando viene de gira, no saben que aquí ya hay grupos tan buenos que parecen yankis. Los Sunday Drivers sólo tienen dos discos, con dos más iguales, deberían vivir de la música. ¡Pon de tu parte! .