24 Septiembre de 2011 en sala Capitol, Santiago de Compostela, A Coruña

• · Grupos: Mr. Big
• · Público: Lleno / Entradas Agotadas [850 personas].
• · Precio: 28 euros anticipada, 32 euros en taquilla.
• · Promotora: All Night Long Agency.

Mr. Big ha agotado las entradas de 28 euros días antes del concierto... y ya sé por qué. No viven de hits como la balada "To Be with You". No. Su hard rock genuinamente americano puede dar cierta alergia pero su impresionante directo lo cura de golpe. Tras siete años callados, su doble disco live en el Budokan de Japón les relanzó en 2009 al volver su guitarrista de siempre, el gran Paul Gilbert. Ahora giran con nuevo disco What If... y dejan claro que Big significa GRANDE.

Mr. Big ha dado en Santiago uno de los mejores conciertos del año. Por actitud, repertorio y calidad de sonido [con una mujer a los mandos, algo raro] y por la complicidad con un público llegado de toda Galicia al ser sábado, caso de Tino Mojón y Charly, batería y bajista de Los Suaves, respectivamente. Es curioso, la portada del segundo disco del combo yanki, Lean Into It [1991] muestra una locomotora accidentada como la usada luego por el grupo gallego en San Francisco Express [1997].

La noche empezó a la carrera con "Daddy". Base rítmica bien marcada, sonido inmaculado y la guitarra de Gilbert al galope, así hasta el esperado break para frenar el tempo y montar el esperado número donde todos sacan taladros: una junto al micro, otra sobre cuerdas de bajo y guitarra... Show. Y las cámaras echando humo en las primeras filas.

Gilbert también tiró de talento a la guitarra en "Alive and Kickin", ejemplo del mejor hard rock and boogie de los primeros 90. Sonó con toda la banda, desde Billy Sheehan [un maestro al bajo] al batería Pat Torpey, haciendo coros a un Eric Martin cantando con corazón gigante, idéntico al dibujado en tono rojizo sobre su camiseta.

Ese par de clásicos convivió en el arranque con cortes del nuevo disco ["Undertow" y "American Beauty"]. En 20 minutos, ya brotó una clara sintonía entre público y banda. Así, otro reconocible tempo suave, "Just Take My Heart", fue coreado por toda la sala. Y Martin, satisfecho, dio las gracias alzando el pulgar en "¡Santi... agoooooo!"

En ese primer tercio del bolo, también cayeron "Green Tinted Sixties Mind", otra composición de Lean Into It, su mejor disco. Y del álbum Hey Man, del año 1996, rescataron "Take Over", un corte pop rock muy pegadizo con mucho protagonismo del agudo mastil de Gilbert, sacando chispas a los Marshall, siempre con sus macrocascos puestos salvo cuando reinó en el escenario para lucir su talento con un solo muy jaleado por sus fieles.
Su solo me pareció largo pero no os podéis imaginar lo que sentí cuando a la hora y pico de concierto Sheehan hizo lo mismo. Está considerado un virtuoso del bajo pero su masterclass me llevó al exterior de la sala. Allí, fumando, coincidí con los roadies [o pipas] del grupo, metidos en plena charla sobre su satisfacción por lo bien que iba la actuación.
Volví y todavía seguía el monólogo bajista, así que me dediqué a estudiar un nuevo fenómeno: los brazos automáticos. ¿Disfrutan del concierto aquellos que se pasan toda la noche brazos arriba grabando todo? Un rato vale, pero mucho acaba robándoles visión a otros.

Tras el show de Sheehan: aplausos y... novedad. Gilbert se ha cambiado de camiseta. No me extraña, le hubiera dado tiempo a cenar. No hay tregua. Martin grita... "¡come on!"
E igual que esa parte exhibicionista me pareció lo peor, ahí llegó lo mejor cuando estalló el sleazy toque blues de "Little Too Loose", un tema que revela hasta qué punto es polivalente y rico el actual repertorio de Mr. Big, cuyos miembros se mantienen en forma por encima de muchas bandas de su generación.

"Addicted To That Rush", otro corte kañero, volvió a mostrar la herencia blues del hard rock en una parte final donde volvieron a echar mano del What If, tocando "As Far as I Can See" [logrado corte de ritmo vacilón] y "Still Ain't Enough for Me" [con el mastil ardiendo]; dos cortes enérgicos que, como pasó durante todo el repertorio, se hilaron muy bien con uno más lento. Temperamental, incluyendo ahí juegos vocales, duelos entre vocalista y guitar-hero, entre bajo y guitarra, entre público y banda [llevando oes, oes, oes, de un lado a otro del local]... y así fueron convirtiendo el evento en una fiesta que acabó con gritos para el bis.

Y ahí sí, ahí la banda abrió con su gran hit: "To Be With You", número uno en los primeros 90 en muchos paises. Tras ese remanso de calma, cantado en plan himno, volvió la locura de las escalas a ritmo electrizante al sonar "Colorado Bulldog" que desató el futbolero grito de: "Mr. Big..., Mr. Big..., Mr. Big..." Martin al micro, feliz, dijo... "You are on fire" [Estáis calientes]. Gran verdad.

E igual que hicieron en Barcelona la pasada primavera y en el disco grabado en Japón [allí son casi dioses], los cuatro miembros de la banda acabaron intercambiando su posición.
Martin tomó la guitarra. Gilbert se puso detrás de la batería. Torpey agarró el bajo y Sheehan empezó a cantar "Smoke on the Water", el mítico tema de los Deep Purple.
Eso sí, antes de hacerlo un ayudante retiró el micro de Martin y puso uno distinto que se adaptase más a la grave voz del bajista, un detalle que prueba cuánto cuidan su puesta en escena sin perder su naturalidad [atípica en grupos de tanta fama].

Al acabar, y ya con todo el mundo a sus pies. Sheehan habló claro. "Gracias por venir... teneis una ciudad maravillosa... y Mr Big estará de gira mientras vosotros lo queráis".
Así cerraron dos horas y diez minutos de hard rock genuinamente norteamericano.

Foto: Eric Martin, voz de Mr. Big, con taladro en mano mientras interpreta "Daddy"