Atom Rhumba, calidad para llevarse a la tumba
Por: Sandra Cortés, Jesús Cortiñas
Screamin Jay Hawkins es un secundario del soul que se murió hace dos ó tres años sin que nadie se preocupe de él pero gracias al Festival de Blues de Getxo de 1998, algunos más supimos de él.
19 Agosto de 2007 en Algara, Txosnas, Bilbao
- · Grupos: Atom Rhumba.
- · Público: unas 400 personas.
- · Precio: Gratis.
- · Promotora: Ayuntamiento de Bilbao.
Screamin Jay Hawkins es un secundario del soul que se murió hace dos ó tres años sin que nadie se preocupe de él pero gracias al Festival de Blues de Getxo de 1998, algunos más supimos de él, de sus impresionantes directos con actitud canalla y una calavera cerca como eterno decorado. La muerte, el sexo y el rock, son vecinos que viven cerca...
Lo sabe la gente de Atom Rhumba que ha dado uno de los mejores conciertos del año en Bilbao, y eso que estaban sin el teclista y eso que al día siguiente a todos nos tocaba trabajar, "que yo también curro mañana lunes", gritó Rober, voz y guitarra.
Perra vida, esta gente debería vivir de dar conciertos como éste, o casi, porque también es cierto que a la banda le sobra alguna pose y aún tienen margen para progresar.
Atom Rhumba vertebró el show con las canciones de su nuevo disco, Mr. Everywhere [Ohiuka, 2006]. Buen sonido, soberbio manejo de los cambios de ritmo, yendo de menos a más, en hora y pico de show, muchos hubieran comprado su disco tras el final del bolo de tener la opción de hacerlo, o sea, gente de las txosnas, felicidades por crear el escenario Algara y mejorarlo respecto al año anterior pero... ¿qué tal permitir vender música en cada concierto? Atom Rhumba es un grupo de rock bailable, insanamente bailable, de clubs de cuarta división llenos de humo, sudor y aventura. Nunca agradeceré lo suficiente que los Jon Spencer Blues Explosion abrieron los ojos a muchos para descubrir que el rock yanki es mucho más que americana o riffs de aire heavy, el rock es algo infeccioso, caliente, y la puesta en escena de Atom Rhumba va por ahí. Convertidos en cuarteto por enfermedad del teclista, el grupo arrasa en los cortes con saxo [con "a"], alocándose a saco, con un vocalista que gana cuando falsea la diccion y agrava el tono, aunque está claro que la voz en vivo carece de la fuerza con que se oye en el disco. De todas formas, aquí la voz es casi un instrumento más, un alarido que marca el ritmo de una maquinaria que suena engrasada.
Alternando rock brioso con temas más negroides que igual metían rythm and blues, aire de funky que se tranquilizaban para llenar la noche de esencia bailonga perfecta para aquel baile de John Travolta y Uma Thurmann en Pulp Fiction, así fueron calentándose el día. Cayeron cortes como el que titula su nuevo disco, el ya casi clásico "Gimme chaos", dame el caos, que define muy bien la intensidad de ciertos pasajes ruidistas que salpican su show, hasta terminar con "Funky town", capaz de sacar del ataud al mismísimo Screamin Jay en un rust final de bolo con Iñigo el teclista-maraquista moviendo las maracas como un Antonio Machín tras beberse diez katxis. Para quien ya les conozca, un consejo, los Atom Rhumba formarían un gran programa llevando como teloneros a los andaluces The Letizias, busca algo de ellos si no les conoces.