01 Abril de 2022 en Sala Oxido, Guadalajara

•  Grupos: Arde Bogotá + Barry B.
•  Público: Unas 350 personas. Casi lleno
•  Precio:: Desde 18 euros en venta anticipada.

Y sin términos medios sale Arde Bogotá a incendiar la Sala Óxido de Guadalajara en el día del 17 cumpleaños del recinto (al volver del bis le cantan "Cumpleaños Feliz"). En una noche gélida de principios de primavera (l salir de la sala, había -2ºC.., más propios de diciembre que de abril), estos cinco murcianos demuestran al público caracense que se tienen bien ganado ese pesado título -o sambenito- de "mayor banda revelación" logrado en 2021.

Antes de que arranque el concierto de Arde Bogotá, sobre las tablas de la Óxido vemos a Barry B, con una propuesta inclasificable a mitad de camino entre el reguetón, el funk y el pop indie entre toneladas de vocoder, un DJ disparando bases y un guitarrista con líneas a veces etéreas y otras rockeras... El público también está a mitad de camino, en este caso, entre el inevitable estupor y el dejarse llevar por una breve actuación de menos a más. "Taj Mahal" y "Kit Kat" fueron los dos temas más celebrados.
Al borde de la medianoche (ojo con esto, ¿en serio es necesario que los conciertos empiecen tan tarde?).

Arde Bogotá salen al escenario al ritmo de "Dangerous", uno de los primeros temas que cerraron para el LP y alrededor del cual construyeron el resto del álbum conceptual. Ya desde el primer tema, queda claro que el público está compenetrado al 100% con la banda, cantando cada palabra de su cantante, Antonio García.

A nivel personal, mi pega principal (de hecho, la única) al escuchar a Arde Bogotá en estudio es el aparente miedo que le tienen a desarrollar intros, puentes y secciones instrumentales, asumo que debe ser para crear canciones más directas (solo dos temas suyos pasan de los 03:30 de duración) pero en directo la música manda y sí que se deleitan en introducciones extendidas y solos de guitarra épicos (incluyendo un par de duelos entre Dani Sánchez a la guitarra y Pepe Esteban al bajo), que en absoluto discrepan de lo inmediato y urgente de sus letras y de sus melodías. El buen sonido acompaña (aunque algo más de guitarra habría estado bien) y se nota que el grupo acaba de empezar la gira. Suenan compenetrados y cómodos con el repertorio.

Cuando solo tienes 15 canciones propias, elegir set list es un trabajo sencillo: las tocas todas. Y de regalo, la rareza que lanzaron a rebufo de su álbum, unos meses después: su interpretación rockera y oscura de "Mi Carro..." Sí, sí. "Mi Carro", la mítica canción de Manolo Escobar. La propuesta de Arde Bogotá es tan transversal y unificadora que una canción escrita en 1968 no desentona en absoluto con el resto.

Cerca del final del concierto, Antonio se calza una mascarilla FFP2 y se baja a cantar entre el público la parte final de "Te van a hacer cambiar", demostrando que aunque Arde Bogotá beba de bandas que interactúan poco con sus fans (Arctic Monkeys o Libertines, por ejemplo), por suerte, ellos están en otra onda.

Y la locura se desata con los grandes singles de la banda, claro: "Antiaéreo", "Abajo", "Big Bang" y la fantástica "Exoplaneta", canciones que ponen patas arriba la sala. Completan así una de esas noches redondas donde la gente, el repertorio, la calidad del sonido, la sala y la banda comulgan y cabalgan a lomos de "La Noche".

En Arde Bogotá hay futuro, sin duda, pero también un excelente presente que desde LA GANZÚA os animamos a comprobar.