Todo comenzó al recibir en junio un email del centro de música moderna donde trabajo, Mr. Jam., explicándome que tenía la oportunidad de cursar la Licenciatura Level 6 de Teaching de Rockschool en una semana intensiva en julio y además habían elegido este centro para hacerlo. El curso aborda cómo dar clases de manera efectiva y ordenada, algo esencial para todo profesor y que muchos no hacemos ya que pasamos de ser alumnos a profesores sin ninguna preparación. Blas Fernández , profesor de batería en Mr.Jam, me habló de lo beneficios de este título equivalente a una licenciatura que junto con otro grado que tengo, la experiencia de profesor, discos grabados etc., ayudaría a conseguir una habilitación debido a que este es uno de los pocos países de la Unión Europea donde todavía no están homologados los títulos de Rockschool. Eso me permitiría, por ejemplo, dar clases en escuelas públicas. Cuando todavía no tenía muy claro de que trataba todo esto vi la oportunidad de hacerlo y me lancé de cabeza. Ya me habían advertido de que sería duro pero no me imaginaba hasta que punto. Llegó el día y allí se presentaron el examinador recién llegado de Inglaterra, el traductor, compañeros llegados de todas las puntas del país... y mis nervios. Ya estábamos todos. La palabra intensivo estuvo presente durante los cinco días del curso. El examinador, Stuart Slater, es uno de los tipos más metódicos y profesionales que he conocido en mi vida. Sus explicaciones sobre cómo debían ser las clases que se imparten eran brillantes pero no sólo las exponía, estaba constantemente aplicándolas con nosotros mientras cogíamos apuntes e intentábamos absorber una inmensa cantidad de valiosa información. Cada día eran unas doce horas de curso y al llegar a casa había que seguir trabajando en más material. También dimos clases en directo, lo que hacía que te temblasen hasta las baquetas. Además, tuvimos que analizar clases en video, presentar temas y aprender business del oficio de profesor como legislación, contratos, derechos o qué hacer si quieres montar una escuela, entre otras muchísimas cosas. Todo enfocado a estar realmente preparado para dar las mejores clases de tu vida. Mentiría si dijese que salí con buena impresión personal sobre cómo lo había hecho. De hecho, creo que todos los que hicimos el curso salimos con la sensación de haberlo hecho fatal. Los nervios, la cantidad de información por asimilar, el cansancio... todo ello nos dejó un sabor de boca algo amargo. Y eso que nos dedicamos a animarnos mutuamente, juntando las cabezas seguro que conseguíamos sacar el curso todos. Gracias a eso nos hicimos muy buenos amigos. No sé si fue suerte pero se dio la casualidad de que ninguno quiso pisar al otro, todo fue apoyo y ganas de tirar hacia delante. A esa gente le debo gran parte de la nota sacada. Acabado el curso, cada uno volvió a su casa pero la aventura no había hecho más que empezar. Tuvimos que diseñar por nuestra cuenta dos cursos enteros con sus ejercicios, etc... aplicando así lo aprendido. Teníamos un mes de margen. Antes, hicimos un grupo de whatsapp para completar la información que se nos pudiese escapar . Esa parte del curso también fue muy dura pero por fin acabé entregándolo todo y recordando aquella sensación del instituto del... bueno ya está, que sea lo que dios quiera, voy a emborracharme a algún lado. Casi un mes después, una buena mañana mientras practicaba sentado a los mandos de la batería con el portátil al lado, vi que había llegado un email de Rockcshool. Me puse tan nervioso que me temblaban las piernas. Ahí estaba el resultado del intenso trabajo de casi dos meses, en pocos segundos sabría si lo habría conseguido o no. Al fin vi el... Merit. Fue toda una sorpresa, he de admitirlo. Y un alivio, claro. Todo había acabado bien al fin y al cabo. No quisiera acabar esta crónica sin dejar claro que para mi la nota sacada no fue lo importante, tuve la sensación de que el mero hecho de haberlo realizado el curso ya me había aportado una cantidad de información y de claves muy valiosas para dar clases. Eso era lo que había ido a buscar y además me llevaba una experiencia única y el conocer a los compañeros que tuve, una gente maravillosa de la que me acordaré toda la vida. ------------------------------- Iván Román Profesor de batería y componente de grupos como Space Octopus, Band Jovi, Gora Herria, The Hits y Space Jam