Normalmente no suele haber muchas razones para el optimismo cuando una banda de culto planea volver más de 20 años después.

Y digo normalmente, porque este disco de Slowdive es una excepción. A principios de los 90, Slowdive fueron los representantes más influyentes de lo que se llamó Shoegaze, pero ahogados por el grunge y el britpop y una prensa inglesa que los tachó de mediocres, parecía que el grupo pasaría sin mucha historia, pese a tener auténticos discazos como "Souvlaki" o singles como "Alison" bajo el brazo.

Al fin y al Cabo, no estamos hablando de un sonido muy comercial ni una movida que revolucionara el mundo de la música al menos en su época. Curiosamente, el grupo fue más reivindicado, incluso por la prensa británica, cuando se separaron que durante su carrera.

Influyeron mucho en otros sonidos o al menos, podemos encontrar ecos del sonido de Slowdive en grupos tan distintos como The xx y Los Planetas. Además de otros grupos que los mencionan como referencia; Sigur Ros, Tame Impala y M83 por ejemplo.

Han pasado (muchos) los años y hemos sabido de la carrera en solitario y otros proyectos de Rachel Goswell y sobre todo, de un inquieto y creativo Neil Halstead. Pero por suerte, han decidido volver, respondiendo a las múltiples peticiones recibidas. Primero girando, luego, con un nuevo disco.

Que en este reencuentro, decidan llamar al disco como el grupo, cuando obviamente, no es su primer trabajo, puede tener más importancia de la que parece, tal vez quieran presentar una nueva versión de sí mismos, pero mejorada... Habrá que ver que dicen ellos en las distintas entrevistas que seguro ofrecerán.

Lo que es importante es que estamos, ante, probablemente, uno de los mejores discos del año. Para ello, ofrecen "Star roving", "Sugar for the pill" y "No longer making time" (el estribillo es auténticamente bestial) para defender la afirmación. Pero, no son las únicas, el disco en su conjunto es coherente y una muestra del sonido de la banda británica y es que el disco suena a Slowdive, pero suena a nuevo. Ese ambiente que crean las guitarras, esas voces de fondo… la mejor manera de actualizar un sonido es ser fiel al mismo y ellos lo consiguen.

La verdad, merece la pena el reencuentro de cualquier banda, si este va a ser el resultado.

La felicidad existe.