22 Abril de 2015 en sala Copérnico, Madrid

• · Grupo: Nunatak + Dry The River
• · Público: Unas 450 personas.
• · Precio: 16 euros.
• · Promotora: Menos Que Cero.

Esta noche han confluido en Madrid dos grandes acontecimientos: por un lado, dos equipos de fútbol de la ciudad se veían las caras en la Champions League y, por otro, medio millar de personas se emocionaban con el derroche de profesionalidad en la sala Copérnico de los murcianos Nunatak y los británicos Dry The River, banda muy al alza.

No es la primera vez que Dry The River tocan en Madrid, ni siquiera en esta misma sala: en el año 2012 actuaron como teloneros para la banda de indie rock Los Campesinos!, concierto en el que, según varias fuentes consultadas, los principiantes londinenses se comieron a los experimentados galeses. Dos años y medio, un disco más y muchos conciertos después... Dry The River vuelven a la capital pero esta vez como cabezas de cartel para demostrar que aquellas alabanzas no estaban equivocadas.

Antes, salen Nunatak, una joven y prometedora banda murciana. Caldean la sala con un set folk que en estudio está cerca de la delicadeza de los Fleet Foxes pero que en directo no se queda corto respecto a la épica y la energía de sus compañeros de cartel. Tras una sorprendente actuación que desgraciadamente pillamos a medio camino por motivos logísticos, la banda de Murcia se mete a gran parte del público en el bolsillo, especialmente con la impresionante "Más al norte" y luego con "Nubes".

Recomendamos seguirles la pista. Además de buenos músicos y compositores, los de Cartagena, que trabajan con el sello Son Buenos Art Music (Carlos Vudú, Dr. Sapo, Los Últismos Bañistas...), parecen ser el típico grupo de amigos con el que siempre apetece tomarse unas cervezas.

A las rigurosas 21:30 h. (como buenos británicos), los cinco componentes de Dry The River pisan las curtidas tablas de la Copérnico para arrancar con "Alarms In The Heart", el tema que da título a su segundo y de momento más reciente álbum, que continuaron con la coreada "New Ceremony", primera canción del álbum debut (Shallow Bed, 2012) en sonar esta noche.

Tras solo dos cortes, el público ya está completamente encandilado y entregado a la causa, y eso ayuda a relajar al grupo, que saluda y comienza a desgranar la mayoría de las canciones del segundo álbum. No solo de singles viven Dry The River, lo dejan patente cuando "Vessel" (en palabras de Peter Liddle, compositor cantante del grupo, "la canción más triste que hemos escrito") hace que más de una lágrima se derrame por la sala.

No es el primer concierto que vemos en la Copérnico, pero sí es la primera vez que un grupo -especialmente, con tanta y tan variada instrumentación- consigue sonar potente y sin embargo equilibrado y claro. Tras la mediocre experiencia sonora de 2012, esta vez la delicada mezcla entre folk y rock épico de la que hacen gala ofrece un sonido a la altura de las circunstancias. Quizá las cosas estén cambiando para bien en los locales madrileños (esperemos).

Los mismos motivos logísticos que nos hicieron perdernos parte del concierto de Nunatak, nos obligan también a abandonar algo antes de tiempo el concierto de Dry The River; a veces la vida interfiere con la música. Nos perdemos el famoso "momento acústico" con el que los Dry suelen deleitar a su público, interpretando una canción en riguroso unplugged en mitad de la sala pero sí que nos da tiempo a disfrutar de la gran mayoría de un show que constata la evolución de un grupo cuya popularidad no hace más que crecer en este 2015 tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Foto: Dry The River, Nunatak y promotores de su gira conjunta por España