Olivia Rodrigo hace que llueva confeti en el Mad Cool 2025 y Arde Bogota vencen y convencen

Olivia Rodrigo hace que llueva confeti en el Mad Cool 2025 y Arde Bogota vencen y convencen

Tercera y última jornada del Mad Cool 2025. Mucho menos calor (la noche madrileña ha sido incluso fresca) y una concurrencia más numerosa que la jornada anterior son dos factores que hacen que el recinto se sienta mucho más lleno desde mucho más temprano.

Esto no es necesariamente algo malo, pues en algunos momentos de la jornada anterior el recinto estaba demasiado vacío y eso, aunque suma comodidad, resta experiencia y ambiente. The Teskey Brothers abren la jornada exponiendo su blues sureño con descarados tintes gospel y soul; son australianos pero bien podrían venir de algún pueblo de Alabama o Tennessee. Los hermanos Josh y Sam no disfrutan de una especial popularidad por estos lares, pero su concierto es bien recibido por la multitud - especialmente los temas "Carry me Home" y "Forever You and Me".

Turno de Finneas, hermano de (y compositor para) Billie Eilish, que da un concierto correcto aunque algo plano y sin momentos memorables. El norteamericano va intercalando canciones de sus varios álbumes interpretándolas tanto a la guitarra como al piano y acompañado de una banda igualmente poco destacable. Concierto de relleno del que no podemos destacar absolutamente nada, ni para bien ni para mal (lo cual en sí mismo es de lo peor que se puede decir de un concierto).

Sin esperar a que Finneas termine su concierto nos escapamos al tercer escenario para disfrutar un ratito de  St. Vincent, que aunque nunca ha sido santo de nuestra devoción musical siempre es garantía de un rato entretenido. Con su estilo extravagante pero impecable y una forma de tocar la guitarra realmente sorprendente, Annie Clark y su banda cumplen sobradamente el expediente y no dejan a nadie indiferente. Mención honorífica merecen los temas "Big time nothing" y "Cheerleader", los más coreados por el escaso  pero atento y agradable público.

Turno en el escenario principal de 30 Seconds To Mars,  la banda liderada por Jared Leto, que empiezan su concierto casi 20 minutos más tarde de lo planeado. Esto en un contexto de concierto propio entra dentro de lo más o menos entendible o aceptable, pero en un festival en el que van todos los tiempos medidos al milímetro supone un problema para el público y sobre todo para las bandas que tocan después. Durante el show, Jared explica que el retraso se debe a varios retrasos acumulados de trenes y aviones, y que -para desgracia del abundante público- se ven obligados a acortar el concierto de las habituales 18-19 canciones que tocan en festivales a tan solo 11. Un show efectista pero no memorable, con recursos escénicos variados como llamaradas, confetti, balones y lluvias de chispas que distraen pero no terminan de convencen. Al menos tres canciones sí que son muy bien recibidas ("Walk On Water", "Closer to the Edge" y "This Is War"), pero algunas otras pasan sin pena ni gloria. Una pena porque desde hace años teníamos muchas ganas de ver a esta banda pero entre unas cosas y otras nos han dejado bastante fríos.

El primer plato fuerte de la última jornada del festival era la actuación de la única banda española de rock en pisar alguno de los dos escenarios principales: Arde Bogotá. La banda cartagenera están en el momento más dulce de su aún corta carrera, inmersos en una gira por grandes recintos (tocaron hace una semana dos noches consecutivas en su ciudad natal para casi 40.000 personas en total) y con una producción en directo digna de bandas internacionales. Lejos queda ya aquella sala de 300 personas de Guadalajara en la que La Ganzúa los vimos en abril de 2022, aún con las mascarillas pandémicas, con su primer álbum recién sacado. Ya aquella noche comprendimos y comprobamos que estaban llamados a llenar estadios, y el ascenso desde entonces ha sido meteórico. Esta noche tocan fuera de casa y en un festival repleto de estrellas internacionales, pero salen a matar desde la primera canción y la multitud lo abraza y lo exprime. "Abajo", "Los perros", "Qué vida tan dura" y la obra maestra que es "La Torre Picasso" son los puntos álgidos de un concierto muy intenso que solo baja revoluciones en dos momentos muy concretos ("La salvación" y "Exoplaneta", que ya es himno). Al terminar el show oímos a varias personas distintas decir “no los conocía pero me han gustado mucho y los voy a empezar a escuchar”, así que objetivo cumplido para la banda. Arde Bogotá vence y convence.

La cabeza de cartel real de este día en el festival Mad Cool 2025 es Olivia Rodrigo y la concurrencia da buena fe de ello: es el primer y único concierto del festival en el que la extensión de la multitud supera los bordes de las barras laterales y la mesa de sonido, con miles de adolescentes que reaccionan de forma ruidosa y enfervorecida a cada uno de los gestos, bailes y palabras de la californiana. Es insultantemente joven (tan solo 22 años) pero tiene una madurez escénica muy superior a lo que cabría esperar; claramente está muy bien aconsejada y apoyada por Universal, y la puesta en escena no deja dudas al respecto. Acompañada de una banda igual de joven e igual de potente, la verdad es que da un show más rockero de lo que cabía esperar, con abundantes solos de guitarra y secciones que por momentos recuerdan al glam metal de los 80 y al grunge ("Ballad of a Homeschooled Girl" suena totalmente nirvanera, y "All-American Bitch" abraza abiertamente las dinámicas de  "Rage Against the Machine", salvando las distancias). Sorprendente giro de los acontecimientos, ya que nos esperábamos algo mucho más light e inofensivo. Aún así no deja de ser un gran espectáculo esencialmente basado en el pop y orientado a adolescentes, por lo que no faltan momentos pastelosos rozando lo cursi: "Drivers license", "Enough for you" y "Happier" se llevan la palma en ese sentido. Tras casi dos horas (el concierto más largo de todo el festival), Olivia y su banda se despiden bajo una lluvia de chispas y confetti y dejando un sabor de boca más que correcto.

Como broche al festival Mad Cool 2025, nos acercamos al tercer escenario de la oferta del tercer día de conciertos, el reciente sábado 12 de julio, para disfrutar un rato de Bloc Party, esa banda de post-punk revival que nunca llegó a despuntar por motivos que no terminamos de entender. Nacidos como tantos otros al rebufo del auge de The Strokes en 2001, nunca llegaron a las cotas de popularidad de sus coetáneos Arctic Monkeys, Franz Ferdinand y The Hives pero siguen reteniendo punch y un buen ramillete de temazos: "Banquet", "The Prayer" y "Helicopter" suenan tremendas, con un Kele Okereke en estado de gracia a la guitarra y al micrófono. El cansancio se deja ver en los músculos y en los pensamientos pero aún así acompañamos a los londinenses hasta el final de su set y, por lo tanto, el final mismo del Mad Cool Festival 2025.

El año pasado hicimos un balance positivo en cuanto a las mejoras del recinto y los horarios, pero haciendo hincapié en nuestro deseo de que la organización vuelva a contar con bandas referentes del rock nacional para tocar en los escenarios principales. Este año Natalia Lacunza, Arde Bogotá y Alcalá Norte han sido las únicas propuestas programadas en los tres escenarios principales del Mad Cool 2025 y seguimos echando en falta más de oferta autóctona. Parece que se van dando algunos pasitos en esa dirección pero sigue siendo insuficiente en nuestra opinión. Por lo demás este festival no tiene mucho más que mejorar (problemas técnicos imprevisibles y ubicación mejorable aparte). Si el cartel de 2026 vuelve a ser rutilante y potente como ha sido en años anteriores, podríamos estar hablando de la encarnación definitiva del gran festival madrileño. Veremos.