Disco favorito de Elena Palomo: Depeche Mode y su Songs of Faith and Devotion

Elena Palomo (Velvet) recomienda el disco de los Depeche Mode: Songs of Faith and Devotion, publicado en 1993 por Sire / Reprise.

"Antes de desarrollar la bomba emocional y artística que supone el disco que he elegido, debería aclarar que definir lo que destila este disco y lo que supuso para el propio grupo en solo unos párrafos es complejo y que creo firmemente que no alcanza a definir su calidad y profundidad emocional.

Este disco, no tuve la suerte de conocerlo en el momento en el que se editó, porque era apenas una cría y yo bebía de la música que mi hermano (8 años mayor que yo) escuchaba. Por lo que escuchaba mucha música rock y algunas pinceladas de electrónica que para mí, con respecto a Depeche Mode, comenzaron con el directo 101 de la gira ‘Tour for the Masses’.

Mi hermano nunca lo compró y apostó más tarde por ULTRA así que conocí este disco ciertamente incomprendido, cuando interioricé mucho más la música de la banda y se definió como el que es posiblemente, mi grupo favorito (si es que es posible hacer esta restricción).

He elegido Songs of faith and Devotion porque me parece un disco que destaca completamente de todo el trabajo de Depeche Mode por su sensibilidad, calidad y diría que espiritualidad. Si, todo el disco se mueve en una temática que invita a imaginar que estamos ante una suerte de culto religioso. Martin L. Gore nos va descubriendo tema tras tema, que tiene más que ver con las ‘devociones’ humanas y no tanto religiosas.

Este trabajo lo siento mucho más ‘nuestro’ que ningún otro de la banda, seguramente porque fue grabado en un chalé ubicado en la zona norte de Madrid y porque incluso la sesión de fotos que decoran los múltiples formatos en los que fue editado, fue realizada en la plaza Mayor de Madrid (si no lo has hecho, estás tardando en buscar esas fotos).

Este disco se enmarca en una situación personal de su vocalista, claramente complicada. La adicción a las drogas hace estragos en Dave Gahan y como se verá poco después, también en el ambiente general de la banda que acabará perdiendo después de la gira (muy a nuestro pesar), una de sus patas más importantes: Alan Wilder.

Martin L. Gore como inseparable amigo y bastón de Gahan, transmuta ese infierno personal del cantante y posiblemente, muchas vivencias personales propias y ajenas, en canciones llenas de un profundo sentimiento de, en efecto, fe, amor y devoción.

Desde el primer ‘I feel you’ que llega como una marea lasciva de riffs de guitarra, sentimos la intensidad que se avecina. Un tema ciertamente erótico, que junto a ‘In your room’, nos habla al mismo tiempo de la sexualidad más cruda y del desnudo emocional, de una extraña sensación de indefensión ante el otro cuando las puertas se cierran y las luces se apagan.

No faltan las referencias en este disco al fetichismo, sado, etc. Siempre tratados desde una dualidad, en la que Martin quiere dejar patente que hay tipos de amores diferentes y formas de devoción que se pueden asemejar a las religiosas y sin embargo tratarse de ‘amor’ entre personas de carne y hueso, con sus cicatrices y miedos.

El que es sin duda alguna, uno de los himnos de la banda, forma parte de este trabajo: ‘Walking in my shoes’. Una voz que habla desde su verdad más profunda y nos grita que ‘antes de juzgar, vive lo que yo he vivido’.

Desde el sentimiento más profundo de la superación personal, esta canción es un canto a un mundo donde no deberían existir juicios personales, donde hay que estar orgulloso de lo que uno es y lo que ha vivido, orgulloso de lo que te ha llevado hasta aquí.

Queda claro que este disco tiene mucho de ‘expiación de culpas’ al llegar a la canción con el toque más góspel del disco: Condemnation. Un desnudo emocional en toda regla en el que el propio Martin L. Gore parece librarse de una máscara personal. Pone de manifiesto su profunda sensibilidad y su verdad.

‘Mercy in you’ de nuevo parece hablar de una relación emocional en la que claramente hay diferencias de poder. A veces puede ser igualmente complejo lidiar con la maldad de alguien y con su bondad ilimitada. Más si cabe, cuando uno está en guerra con uno mismo.

Siempre he visto este tema muy ligado al que es para mi una de esas joyas raras del disco y poco revisadas: Higher love. Este tema que cierra el disco y para mi gusto, como en las giras, debía ser un tema de apertura, relata las emociones y sentimientos de un amor que sin duda traspasa los convencionalismos, un amor que está por encima de todo. Adoro las atmósferas que crea con los sintes y la voz de Gahan. Veo mucho del estilo de Alan Wilder en temas como este a nivel instrumental y sin duda toda la esencia de Gore en sus letras.

Este disco contiene la que es sin duda, mi canción favorita interpretada por Martin L. Gore. Para los que no seáis seguidores de Depeche Mode, en cada trabajo de la banda, al menos uno de los temas que lo componen, es interpretado por el compositor de casi el total de temas de la banda, Martin.

‘Judas’ se dibuja como uno de esos temas míticos de la banda, con esa sonoridad ‘sacra’ que abunda en este disco, pero al mismo tiempo usando recursos como el sonido de gaitas para generar una atmósfera especial y única. Aún recuerdo la puesta en escena de este tema en el Exciter Tour en 2001, donde se podía ver el amanecer en el cañón del Colorado en el fondo del escenario, mientras escuchabas esas gaitas y la increíble voz de Martin.

Con un papel casi de sacerdote, Martin nos sacude con un látigo con esta canción. Nos habla de los caminos que a veces elegimos, de las opciones que tenemos y de como abordamos esas opciones. Habla del sufrimiento para lograr lo que deseamos y de lo que supone a veces amar sin restricciones. Es sin duda alguna para mí, el tema más emocional. Martin se marca un doblete vocal en este disco regalándonos una preciosa balada que habla del amor más absolutamente bello y curativo: One Caress. Un canto al amor más sincero ante alguien que es tu reflejo, que es mucho mejor que todo lo que has podido ver allá afuera. No puede haber una declaración de amor más honesta que “siempre amé la noche y ahora me ofreces oscuridad eterna’.

No voy a dejar de lado ‘Rush’ o ‘Get right with me’, aunque personalmente no son mis favoritas. Rush es una auténtica bomba musical y energética sobre todo para directos y destila intensidad en su letra y música, quizá demasiada para mi gusto, pero en la línea de lo que es este disco que es pura intensidad emocional.

Hay muchas grandes joyas de Depeche Mode pero creo que este trabajo es la joya de la corona de la banda hasta el momento". [Artículo escrito para LA GANZUA por Elena Palomo]

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DETALLES: Tiene 10 temas, todos firmados por Martin Gore, teclista y guitarrista de la banda. Salió tres años más tarde que Violator, formando una pareja de discos muy influyentes en el pop de los primeros años 90.

CURIOSIDAD: Dio pie a un disco posterior en directo, Songs of Faith and Devotion Live, reflejando un tour por EE.UU y Europa.

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