Esta canción a modo de versión donde Lídia Pujol homenajea a Cecilia "es fruto de un proceso de expurgo de todo lo superfluo, representa un despojamiento radical, con la mirada extendida hacia la esencia. La letra de Cecilia pone en relación lo insignificante con la posibilidad de infinito, interpretada desde la sencillez y la vulnerabilidad. Y ahora más que nunca nos ofrece la oportunidad de enfrentar los miedos, de buscar espacios de encuentro", según informa el email enviado a la Redacción de LA GANZÚA [ laganzua@laganzua.net ].
Y añaden: "Las imágenes que lo acompañan representan el anhelo de muchas personas que, desde su espacio de confinamiento, han hecho despegar los su deseos hacia el cielo que todos compartimos".
Cecilia murió en un accidente de coche cuando tenía 27 años y estaba en la cima de su carrera.
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