Y yo sigo mi particular cámino hacia las puertas del infierno trayéndoos más jugosas aportaciones de miembros de la Iglesia.
Allá por los años sesenta apareció un nuevo sacerdote cantarín del otro lado del charco que vino a deleitarnos con sus enseñanzas a ritmo ye-yé.
El cura argentino resultó ser de lo más retrogado y reaccionario, ya que en sus alegres canciones condenaba a los revolucionarios y a los hippies a los tormentos más dantescos.
Como curiosidad resaltar que incluye un tema en gallego-brasileiro
o trompeteiro donde no deja títere con cabeza. Menciona una serie de personajes (oligarcas, demagogos, políticos, terroristas y hasta
barbudos que son torturados con ¡agua y jabón!) que van entrando en el infierno por malos.Una de las frases más impactante es una que dice "
nacionalistas y comunistas entran en el infierno para no salir más" (que tiemblen Llamazares y Artur Mas )
Saludos