Rulo, tras tres años sin canciones nuevas, ¿por dónde va este nuevo disco?

Rulo y la Contrabanda: Sí, nuevo disco... Catorce ya en mi vida, entre La Fuga y en solitario, con la Contrabanda… Catorce, macho. Se dice pronto. Seis de estudio y dos directos con La Fuga, con Rulo cuatro de estudio y dos directos... Ya van. Son años ya, eh? Ostra.

¿Como mantienes la llama, la ilusión de componer y seguir tocando?

Bueno, pues jugándome el tipo, no haciendo siempre lo mismo, cambiando de productor, de sitio donde grabar… Asomándome un poco al precipicio. La gente piensa que es una tontería pero no lo es. Todos los músicos sentimos vértigo con los cambios, pero a mi sí me gustan, me mola que me cree inseguridad. Salen mejor las canciones desde ese vértigo que desde la comodidad. Y cambiar de productor, después de mucho tiempo trabajando con el mismo, es el cambio más grande de todos. Quieres demostrar a ese tipo lo que sabes hacer, así das el 120%. En mi caso lo fácil era repetir con Carlos Raya, que produjo el disco anterior [El doble de tu mitad, 2015], pero me exigí cambiar, asumí el riesgo y el coste de ir a Los Angeles a grabar con Thom Russo… Y estoy muy, muy contento de haber ido. Fui con la única condición de que si iba, currábamos una semana y no funcionaba, no había química, no grabaría con él… Pero fui y me quedé.

Uno de mis asuntos pendientes era tocar el piano, que me metí a clases hace años

¿Qué tal el workflow con Thom? ¿Habéis trabajado en inglés?

Pues curiosamente sí que habla español! Ha producido a Maná, Huecco… Su mujer es latina y él está en la esfera latina. Hemos grabado el hablándome en castellano y yo hablándole en inglés, ha sido súper curioso, jajaja. Uno de mis asuntos pendientes era tocar el piano, que me metí a clases hace años, y he compuesto alguno de los temas del disco nuevo en piano… Aunque luego lo grabó él, que es un pianista de la ostra. Aunque es muy poco invasivo tomó la iniciativa y se grabó un arreglo de piano que ha quedado cojonudo. Yo lo defenderé en directo como buenamente pueda, pero grabar era otra historia, y estoy contento de que lo haya hecho él.

¿Qué esperas del disco nuevo? Porque ya van unos cuantos, ya sabes cómo va el tema...

Pues mira, lo más difícil cuando tengo álbum nuevo es que me guste a mi, me cuesta muchísimo. Para llegar a 10 temas que me gusten hago más de 20… La primera barrera, que es la que me pongo yo, la he superado. Ahora ya pues lo que tenga que ser será, no sé, el periodo de aceptación de la gente se nos escapa a todos y aún es pronto para saber si gustará más o gustará menos, pero yo estoy muy contento con el resultado.

Y creo que con cada disco hemos dado un escaloncito más, y este no es una excepción. Siempre hacia p’arriba. Incluso con La Fuga, siempre fuimos en progresión ascendente, y cuando lo dejé fue en el punto más alto. Eso es muy estimulante, claro. Que antes te dejabas los cuernos en promoción para vender 600 entradas y ahora llenas dos Rivieras [4000 personas] con seis meses de antelación. Y siento la fortuna de que llevo viviendo de la música casi 20 años, hay que ponerlo en perspectiva.

Antes te dejabas los cuernos en promoción para vender 600 entradas y ahora llenas dos Rivieras

¿Y cómo ha sido la dinámica de grabación, has compuesto en parón o estando en la carretera?

Pues justo esta vez no he querido detener completamente al grupo y hemos hecho algunos festivales de verano, que además me ha venido bien porque he compuesto estando de gira y eso le da una frescura y un feeling distinto a las canciones. Y tío, hemos flipado, hemos ido a Riverland que la media de edad eran 19 años, y se las cantaban todas. Yo flipaba, de verdad. Chavales que no habían nacido cuando yo compuse algunas de las canciones que tocábamos, se las sabían hasta la última frase.

¿Y qué tal la acogida de los temas de adelanto, Verano del 95 y Polaroid? No sé si te pasa a ti, pero desde luego a muchos artistas sí: tienen una percepción falsa de la recepción de su trabajo influenciada por la masa de seguidores de las redes, y es fácil perder la perspectiva.

Por suerte yo no miro Facebook ni el resto de redes, jajaja. No cometo el tremendo error de leer los comentarios, ni los buenos ni los malos. Mi madre sí comete ese error y me viene “es que hay uno que ha dicho tal”, “es que te han llamado nosequé”... Mamá, que no me importa, coño! (risas) A ver, los haters son un 2, 3 por ciento? Lógicamente crecen en proporción a lo que vas creciendo. Y si no leo los comentarios es precisamente para que no me afecte, porque si lees los positivos a veces dices, joder, que no soy Dios… Lo positivo te relaja. Y el hater si te pilla en un mal día te lo puede hundir, ¿sabes? No voy a permitir que “axel84” me joda una tarde. Artista que lee los comentarios, artista que es menos libre. Es así. Aunque no quieras te influencia.

Sobre los singles que hemos sacado de adelanto... Pues tío, Verano del 95 gusta mucho, pertenezcas o no a la generación que creció en los 90 al final todo el mundo se identifica con esas imágenes, con ese rollo de infancia y de nostalgia. Me han parado un par de tíos “creciditos” por Gran Vía y me han dicho que les transporta a su infancia… Eso es la ostia, macho. Eso sí que me importa, y no lo que comente alguien desde su sofá.

Por suerte yo no miro facebook ni el resto de las redes sociales

Hablando del paso de los años: ¿cómo ves la escena musical ahora comparada con hace 10 años, y cómo te la imaginas dentro de otros 10??

Ha cambiado mucho el tema formato, la manera de consumir música… Pero tío, yo no soy nada derrotista. Las estadísticas lo confirman: se escucha más música que nunca. Sabes, cuando empezó toda la movida del cambio de formato y de la caída del CD parecía… parecía que se iba a acabar la música. Y no, no era la música: era el formato, la industria. Pero la canción sigue mandando. Si tienes un disco con unas cuantas canciones que estén de puta madre, vas a funcionar, te van a escuchar y van a pagar entradas para verte.

Te doy la razón, pero las estadísticas también dicen que cada vez hay más precariedad y es más difícil vivir de la música, ¿no?

Jajaja, pero... ¿cuándo ha sido una buena época para dedicarse a la música? Ninguna, tío! (risas) Ni cuando empezó Rosendo, ni cuando empezó los Platero y Tú, ni nosotros con La Fuga, ni nada. Dedicarte a la música es ir contracorriente y es jodido. Yo cuando veo que llevo tantos años viviendo de esto digo, coño, había mucha gente que curraba tanto como nosotros y tenían talento y canciones chulas… ¿Por qué no han funcionado? Posiblemente no hay hueco para tanto. Y sí que me fijo que hay muchísima gente joven y muy buena música...

Nunca ha ha sido una buena época para dedicarse a la música

Bueno, quizá haya la misma, ¿no? Siempre ha habído muchísima peña en sus garajes y en sus locales, mucha música, pero la diferencia es que ahora sale a flote de manera más fácil, tienes igual de fácil escuchar a los Rolling Stones que a una banda de Villaconejos de Trabaque.

Sí, eso sin duda. Es más accesible. Pero eso significa también que hay más giras que nunca y hay una cierta saturación, hay mucha peña, demasiada oferta para quizá no tanta demanda, no sé… Y además la peña joven lo quieren todo para ya mismo, lo sé porque lo veo y tengo mucho contacto con managers de gente joven… Y no quieren currar, no tienen paciencia, no quieren trepar la curva lenta que todos nos hemos trepado para llegar hasta donde estamos. Sin la curva lenta no te mantienes arriba. Si llegas a la cima sin currarte una base de fans y unos buenos discos que te soporten, no duras en la cima. Y yo lo observo desde la distancia y digo, vale tío, ahora lo estás petando… pero a ver dentro de cinco años. .

Sí, eso también tiene que ver con la mentalidad de lo gratuito y lo instantáneo. La gente nacida durante los 90s y mucho más aún los nacidos en los 00s no han vivido esa angustia de tener que ahorrar para poder comprarte un disco, ese gusanillo de llegar a casa y desembalarlo y ver el booklet y las letras y el arte del disco… Ahora está todo disponible a dos clicks. Y gratis, o casi.

Sí, sí. Y la gente también pirateaba discos alegando que eran caros, y ahora que están a 12 euros tampoco los compran… Parte de la culpa es la cultura de los conciertos gratis que ha habido en las dos últimas décadas, los alcaldes de cada pueblo querían llevar a la banda más tal… Eso ha hecho mucho daño, tanto a los grupos porque ibas con otro caché y movías cantidades de dinero que en las salas no se consiguen, y también al público, que ahora cuando le piden 15, 20, 30 euros por una entrada dice “si yo veía a esta banda hace unos años gratis en mi pueblo”... Por suerte esto se está revirtiedo un poco, pero aún hay cierta inercia y a muchos les cuesta asumir que si quieren ver arte tienen que pagar.

En este contexto de cambio global de la manera de consumir música lo que prima ahora es el single, la gente escucha una o dos canciones y pasan del resto. ¿Cómo conseguís mantener la ilusión de preparar un álbum, pensar el orden de las canciones, currarte un libreto atractivo, etc?

Pues... es complicado. Al final la mejor, o la única manera, es ponerle el alma a las 10 canciones. No hacemos uno o dos temas potentes y el resto relleno… Eso no va conmigo. Y además luego las toco en directo y funcionan, sabes? Si a mi el público cuando saco un disco solo cantaran o bailaran en el single principal pues diría, ostia, algo no funciona… Pero no, no. Mi público es de escuchar todo el disco, tengo una suerte tremenda. Evidentemente siempre habrá dos o tres temas que se sacan videoclips y que suenan en las radios o en listas de spoti, pues esas se cantan más… Pero mi gente se canta todas, macho. Eso te da fuerza para seguir apostando por álbumes completos.

Veo que tienes tatuada la F del logo de Fender y en La Ganzúa sabemos que eres coleccionista y apasionado de las guitarras. Cuéntame...

Sí tío! Por fin alguien que me dice que es la F de Fender y no un 7, jajaja. Sí, soy coleccionista, colecciono de casi todo.    

Sí, yo en directo te he visto (y lo digo de memoria) con varias Telecasters, una Stratocaster, una Gibson Firebird, una SG, alguna que otra acústica… .

Mira si estoy loco que tengo dos colecciones… Porque cuando has pasado hambre y te plantabas delante del escaparate de la tienda de guitarras y lo empañabas con el vaho… luego cuando te lo puedes permitir dices “no me lo voy a gastar en lujos, ni lo voy a invertir en propiedades… me lo gasto en las guitarras que llevo deseando toda la vida”. Así que sí, tengo una colección de guitarras variadas y luego una colección solo de Telecasters.

Tengo una en particular que se la compré al guitarrista de Jackson Browne, porque él se había comprado una casa y necesitaba liquidez, así que le compré su Telecaster del 52, del primer año. Un Santo Grial. Fue una locura, ojo, no la llevo en directo porque significa demasiado. Luego tengo Telecas del 64, 65, 66, 68 y 69, cada una en su estilo y en su movida… En fin, una locura, tú como enamorado de las guitarras me entiendes, ¿no? (risas)..

Curiosidades sobre Rulo y la Contrabanda

Rulo y la Contrabanda rehuyen bastante los festivales aunque en 2019 se animaron más... ese reparo se debe a que a Rulo no le gusta tocar solo una hora, duración cásica en citas corales tan maratonianas.

2- Rulo es aficionado a leer libros que cuentan la biografía de músicos como Elvis Costello o deportistas como Agassi.

3- No se recuerda cuando se publicó la última foto del músico cántabro ssin el pelo largo.
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