ENTREVISTA: Red Moon Yard

Red Moon Yard:

El budismo no confronta con el rock, al contrario, puede absorberse bien


Por Abel Farre

Red Moon Yard, entrevista Diciembre 2024 - La Ganzua

14 Diciembre, 2024 | Abel Farre
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Nos reunimos con Red Moon Yard en Barcelona (Hotel Vinci Mae). Marcos Fermoselle (voz y guitarra), su hermano Ángel (teclados) y Javier Caro (bajo), a quienes acompaña Carlos Durán (Fundación Vistare de Nepal), nos hablan del disco 'Pureland' y de sus conciertos (22 de diciembre, 2024, en Madrid, Galileo Galilei; 25 de enero, 2025, Valladolid).

Hola Marcos, gracias por tu tiempo. Antes de nada, ¿cómo te sientes con esa etiqueta que os asignamos varios medios de... grupo de rock budista?

Marcos: Lo de Rock Budista es una definición que no es nuestra, es una apropiación que hemos ido observando. Somos una banda de rock que pretende hacer música elaborada con sonidos actuales y con una connotación de letras de aspecto filosófico budista. Pero es una banda de rock en el fondo. Yo con esa etiqueta de... 'Grupo de rock budista' me siento bien y todos nos sentimos bien, porque al final creo que es una cosa muy buena. Es una cosa que tiene buenas connotaciones, si es un rock auténtico. Y si las canciones son auténticas, el budismo no confronta con el rock, al contrario, creo que esta filosofía puede absorberse bien.

El budismo no confronta con el rock, al contrario, creo que esta filosofía puede absorberse bien.

¿Cómo disfrutas más, creando la música, grabando, el directo?

M.: Yo disfruto más creando la música, porque es un aspecto más introspectivo, más relacionado con la reflexión. En el budismo la reflexión es muy importante. El directo tiene que ver más con la práctica. Es decir, el directo tiene que ver más, no con una reflexión, sino con una ejecución, una práctica que es para mí más exigente en el sentido de que compone más el efecto de cómo se interpreta el Ego. Al final el ego, es importante que no sobresalte, pero hay que hacerlo bien, entonces es un camino difícil de seguir.

Yendo a la gira de conciertos de Red Moon Yard, el domingo 22 de diciembre tocais en Madrid, en la sala Galileo Galilei, en una cita benéfica para ayudar a personas afectadas por la DANA de Valencia; y luego actuais el 25 de enero de 2025, en Valladolid (Lava). Marcos, cuándo encaras el directo, ¿te sientes desnudo o vulnerable?

M.: Sí, la sensación es esa, pero, por otro lado, es una sensación muy interesante, precisamente por eso digo que es una práctica, porque es la ejecución de una reflexión, en ese momento eres muy vulnerable. Incluso hay muchas cosas que no las controlas, o bien, ninguna controlas. Con lo cual es muy interesante observarlo. Lo que pasa es que nosotros, cuando tocamos, la verdad, intentamos hacerlo de tal forma que, da igual si hay una persona, ninguna o bien 800 mirando, tal y como pasó en la sala Wizink Center. Intentamos que sea una cosa más nuestra, no un aspecto externo, para que así tenga otra perspectiva. Lo que pasa es que el sentido de la vulnerabilidad tiene que ver mucho con el ego y el ego es lo que justamente nosotros intentamos destruir, entonces es interesante como práctica. Yo estoy aquí, porque soy vulnerable, porque además soy vulnerable ahora mismo, porque vivo en un mundo inestable, en un mundo 'impermanente'.

Tras vuestros conciertos, ¿que te gusta que la gente se lleve a casa?

M.: Una pregunta. O sea, yo, lo único que pretendo, es quizás establecer una 'pregunta'. No pretendo enseñar nada, porque no soy quien. Sólo pretendo dar un ángulo. Hay budismo en muchos ángulos, como en el cine, en los libros, la televisión... Esto es nuevo, es budismo en la música. Para mí, creo que lo importante es dar un ángulo nuevo y establecer una pregunta que es: '¿Qué haces aquí, te has enterado de lo que está pasando?, ¿Cuál es la realidad?' Creo que eso es lo importante.

¿Compones primero la melodía o la letra?

M.: El sonido, la melodía, siempre. Porque la letra la tenemos en la cabeza. Son preguntas que normalmente nos hacemos con textos budistas.

En nuestro caso, al componer, el sonido, la melodía, siempre es lo primero

¿Y crees que siempre es necesaria la letra?

M.: La letra creo que es importante, porque es la excusa que da que la banda exista. Nosotros estamos lanzando un mensaje y sin letra es imposible lanzarlo. Entonces, necesitamos la letra, es absolutamente necesaria. Lo que pasa es que, a la hora de la composición, yo en mi caso, primero me viene un sonido, luego una sintonía y luego acaba siendo una letra, que normalmente tiene que ver con algo que esté estudiando o algo que he reflexionado.

¿Qué música sueles escuchar?

M.: Reed Moon Yard (risas)... Ahora mismo, me gusta mucho Bon Iver, son la banda que más me gusta, Me gusta también, Nutini, creo que hace cosas muy interesantes. Y de bandas de siempre, Led Zeppelin, Van Morrison, Pink Floyd, Genesis y, en mi época, me gustaba mucho King Crimson.

Ahora mismo, Bon Iver es la banda que más me gusta (Marcos Fermoselle)

¿Cuál es tu canción preferida de 'Pureland'?

M.: La última (risas)... Cada una por distintas razones, lo que pasa que por mi vinculación con el budismo tengo debilidad con 'Samsara', creo que es una canción muy especial. Pero todas me originan alguna cosa especial. De hecho, cuando las tocamos con la banda, un día nos gusta una, otros, nos gusta la otra, o sea, no hay verdaderamente una que me guste más que otras.

¿Dónde te gustaría que sonara tu música?

M.: Bueno, me gustaría que sonara donde la gente quiera, no estamos pretendiendo hacer música para que suene en un sitio. Vuelvo a lo de antes, es un proceso de reflexión, de creación y ahora de ejecución. Pero yo ya estoy contento donde estamos, ojalá que fuera esto muy escuchado porque realmente sería muy beneficioso el aportar un ángulo nuevo musical, y a nivel de la filosofía de la ciencia de la mente.

Por mi vinculación con el budismo, de nuestro disco 'Pureland', tengo debilidad por 'Samsara' (M. F.)

¿Y si tuvieras que escoger un sitio especial para tocar en 2025?

M.: En el Royal Albert Hall de Londres.

¿Cómo te ves en diez años, que te ves haciendo?

Marcos: No sé, tu imagínate que me hacen esta pregunta hace diez años. Aquí no me veía (risas). Te en cuenta que es muy impermanente todo esto, todo cambia muchísimo. Nuestra situación, nuestras circunstancias, cambian muchísimo, entonces es mejor dejarlo fluir así, porque sino lo atrapas. Es mejor soltarlo, y que surja como tenga que surgir. Pero la verdad es que no tengo ni idea. Ya verás, que será una flipada como esta... (risas)

Marcos, acumulas facetas en la vida, empresario, la fundación en Nepal... ¿por qué crees que la música no ha llegado de este modo a tu vida hasta ahora?

 

M.: Ha surgido y se ha completado el Karma. Ahora surge esto, pues simplemente, el factor condicionado, la situación, ha producido esta situación. No tiene mucha más explicación para mí, la verdad.

¿Con quién te gustaría colaborar musicalmente?

M.: La verdad es que disfruto mucho tocando con mis amigos, con mi hermano, con quien estoy tocando. No tengo una necesidad así concreta de tocar con nadie. Me gusta tocar con gente que tenga una sensibilidad parecida a la nuestra. Por ejemplo, en España me parece muy interesante toda la sensibilidad que ha aportado una banda como Los Secretos. Álvaro Urquijo creo que ha hecho algo sensacional.

¿Cabe en vuestros conciertos algún cover?

M.: No. Nosotros tenemos una identidad y queremos preservarla. Intentamos que nuestra música tenga una pureza especial, sin pretensiones y con humildad. Entonces, hasta que no te identificas con una canción para hacer un 'cover', y no ha ocurrido todavía, no lo haremos.

En España me parece muy interesante toda la sensibilidad que ha aportado una banda como Los Secretos (M. F.)

¿Hay alguna serie o película a l que te gustaría poner un tema vuestro?

M.: A 'Al filo de la navaja', de Bill Murray. Es muy interesante esa película, le pondría 'Samsara'. Porque ocurren unas cosas, que luego cambia todo el escenario. En budismo, el segundo sufrimiento, es el cambio. Entonces es muy interesante analizar esta película. Así que claro, me hubiera gustado aportar un tema, ojalá ocurra. En este caso, Warner Chappell son quienes tiene los derechos nuestros, estoy seguro de que en algún momento podrá surgir algo.

¿Cuál es la pregunta que nunca te hacen y que te gustaría responder?

M.: Quizás, '¿qué piensas tú de por qué es diferente la realidad que estas observando?' (risas)... Esta nunca me la hace nadie. Lo interesante de toda esta historia es que vivimos todos en una alucinación total. Es muy ilusorio todo y yo creo que detrás de esa ilusión hay una gran pregunta. Por eso antes te decía: '¿Qué es lo que te gustaría dejar al resto?' Pues una pregunta, quizá sea esa: ¿Porque piensas tú que la realidad no es como la estamos viviendo?

Así que, ¿te gustaría que le gente se llevara esta pregunta a casa después del concierto?.

M.: No, nosotros somos una banda rock y eso está muy claro. Lo que quiero que ocurra mañana o cuando toquemos es que la gente se lo pase bien y que disfrute con lo que tocamos, con las canciones. Es verdad, que somos una banda nueva y joven (risas), de creación. Pero tenemos todos justos musicales distintos, o sea, a Javier le justa Julio Iglesias, a mi hermano le gusta Jackson Browne.

Javier: Yo soy muy friki, sólo escuché música clásica hasta los quince años. Yo tengo la carrera de piano clásico. Yo soy de Stravinski, Prokofiev, todo eso me gusta. Y luego, pues eso, he evolucionado hacia otras cosas. Y hoy, por ejemplo, todas las composiciones, yo creo que la esencia un poco es que no se va con ninguna pretensión, sino que es una naturalidad. No compones para gustar, eso jamás pasó. El proceso del creativo es una locura. Yo lo cuento y nadie se lo cree. El primer tema fue 'Queen of my Sorrows', eso fue un mes de febrero. En el mes de mayo, había quince temas. Marcos, ha tenido un proceso, como de algo que tenía dentro de toda la trayectoria de su vida, y lo ha sacado. En total debe tener compuestas unas 27 canciones.

(Javier Caro) Yo soy muy friki, sólo escuché música clásica hasta los quince años

Marcos: ¿Sabes lo que es una cosa interesante para mí? Es que el tema de la música es un arte que no se ve. O sea, la pintura la ves, otras artes las aprecias de otra forma, la escritura. Pero la música está relacionada con uno de los cinco sentidos, que es el auditivo, pero no la puedes ver, no la puedes tocar, sólo la puedes sentir. Y está relacionada con vibración, y a mí eso me llama la atención, la verdad. Piensa que el libro más importante en el budismo se llama 'El Bardo Thodol', es el camino por audición al renacimiento. Y es por audición, por vibración.

Javier: Para mí, lo más importante con él, y lo que creo que es increíble de él, es la naturalidad de todo. El no estar condicionado a un resultado. ¿Tú sabes lo que es hacer una canción que te dé igual que guste o que no guste, sino que es lo que te ha salido? Tiene una identidad tan marcada él, y tan natural, debido a que no busca un objetivo. Es que ese es problema, muchas veces los músicos buscamos un objetivo. Poder vivir de ello, queremos gustar, etc., el secreto de él, es la naturalidad, Marcos es tal cómo es.

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