Tierra Santa vuelve. Tras tres años de parón, el grupo riojano trae setlist renovado. El heavy lleva cinco o seis años desinflado. Hace diez, la escena ardía. Fue un espejismo. Había bandas por todas partes, gente como ellos, Warcry o Avalanch tocaban cada fin de semana, y se editaban discos como churros [muchos no debieron salir]. Público, grupos, revistas, discográficas y promotoras, nos creimos mejores de lo que somos y hoy toca penitencia.

A diferencia de Sober u otra gente de vuelta en 2010, Tierra Santa ha grabado disco antes de sacar la furgoneta, y no es un disco cualquiera. Es power metal y punto.
Arrancan con "Caminos de fuego", tema que tiene toques arábigos y un genial break instrumental. Luego meten un corte más melódico casi cercano a los Mago de Oz menos vendidos. La 3, "Reina de Egipto", abre lenta y rompe al minuto como un temporal frente a las costas de Egipto. Lentitud trae también el piano inicial de "Libre", otro corte que empieza suave pero acaba con fuego alto. El acelerado "Ejércitos de las tinieblas" es perfecto para el máximo volumen, es heavy y punto. Ese temazo te sabe mejor mientras escuchas el siguiente, que es tranquilo [con guitarra acústica incluso].

La canción pegadiza más clara es "La voz del destino", que te caza al vuelo. En "El fin de los días", hay un solo de guitarra para aclarar que los mástiles no duermen, logrando uno de los mejores momentos del disco, cuyo recorrido concluye con alusión a Dios [como en el corte inicial] entre coros y estribillo fácil con sabor a himno colectivo.

Me alegra su regreso.
Estos riojanos siempre me han caído bien. Nunca les he visto creídos como a otros grupos hoy disueltos o tocando poco. Admito que nunca esperaré de ellos innovaciones [para eso están las bandas nórdicas] pero estos fanáticos del heavy clásico me siguen sonando frescos.
Los argentinos Rata Blanca sacaron en 2002 un disco de título parecido, "El Camino de fuego", ¿os imagináis una gira conjunta de ambos?