Randy Houser lanza su quinto disco, el primero sin su foto en portada. Y ese detalle revela que cuida más el contenido que el continente. Este músico country es un desconocido aquí pese a que este estilo crece, como prueba el bum del festival Huercasa de Riaza (Segovia)...

El álbum (a la venta en EEUU desde el 11 de enero) se abre con "No Stone Unturned", hermoso y épico tempo medio que da pie luego a cortes de relax más acústico como "Our Hearts", sin que falten tracks de regusto alcoholico como "What Whiskey Does", que asusta un poco porque suena a pop de radio fórmula en Milwakee.

El primer corte festivo de la escucha ordenada se titula Whole "Lotta Quit", con armónica blues dándole logrados matices y un break bestial para acabar en crescendo.

Prueba de que Houser arriesga la da "No Good Place to Cry" (No es un buen lugar para llorar), un blues puro, duro, perezoso, profundo.

Y de los acordes antiguos a los nuevos, "New Buzz", contrasta con la canción previa, probando que Randy sabe también manufacturar produciones muy pulcras, demostrando polivalencia.

El barbado Randy Houser tiene 42 años pero no publicó su primer disco largo hasta los 32, uno titulado Anything Goes (Universal South Records, 2008). Natural de Lak, Mississippi, se crió allí entre bandas locales como hacen muchos en esa tierra con tantos pantanos como porches donde anidan guitarras a mares.

Desde hace década y media reside en Nashville, Tennessee, corazón del country, de ahí que en este disco no falte el momento balada, aquí llamada "What Leaving Looks Like" (recuerda un poco a John Hyatt, sin tanto enigma, claro).

En la recta final de este trabajo sigue la variedad de subestilos. "Running Man" aporta una salida animada mientras el adiós de "Evangeline" nos ofrece un pasaje íntimo a piano para recalcar que Randy canta muy bien.

Por cierto, un a curiosidad: el country tiene un subgénero de vídeos con chicas de pose reggaetonera entre cantantes con pose exagerada, y Houser firmó hace unos años un hit llamado "Honky Tonk Badonkadonk" que arrasa en Youtube en la voz de Trace Adkins...

Menos mal que este disco plasma la cara más creativa e inquieta de Randy con un LP para quitarse el sombrero cowboy.