Xoel López trae una canción para cada momento de tu vida
Por: Alejandro M. Chamizo - Fotos: Antonio Rodríguez López
Madrid. 21 h., Plaza de Toros de Las Ventas. Un invernadero en el centro alberga a 1.600 personas que esperan a Xoel López y sus canciones. La espera acaba a las 21:21 cuando empieza a sonar "Here comes the sun", de The Beatles. Los fans arropan la salida del músico gallego con palmas, silbidos y gritos. A ritmo de "Jaguar", Xoel y su banda, vestidos con camisas hawaianas y americanas, comienzan el concierto.
15 Marzo de 2019 en Plaza de Toros de Las Ventas, El Invernadero, Madrid
- · Grupo: Xoel López
- · Público: Unas 1.600 personas. Casi lleno.
- · Precio: 22 euros en venta anticipada y 25 euros en taquilla.
- · Promotora: Ciclo Conciertos del Invernadero.
Tras un vibrante inicio y su cálido recibimiento, Xoel López, comienza a tocar su roja guitarra eléctrica con una baqueta en "Cometa". Tras este tema, saltan los primeros coros del público cantando "Yo solo quería que me llevaras a bailar", fusionando sus voces con el músico. Pese al lugar, una curiosa carpa que imita a un invernadero (ciclo de conciertos así llamado), el sonido es bastante aceptable, mejor de lo que cabe esperar.
Pandereta en mano, suena "Balas", con la ayuda de un aforo entregado. Después, Xoel pronuncia las primeras palabras del concierto para confesarnos que tenía muchas ganas de volver a tocar en Madrid, donde que vive actualmente. No cantaba aquí desde hace dos años, desde su última actuación en La Riviera. Echaba de menos la ciudad y a su público, dice. Y agradece a todos los presentes estar aquí escuchándole. Cuenta una anécdota, que al principio le comparaban con Juan Luís Guerra y Caetano Veloso, indica mientras suena la música de acompañamiento de "Hombre de ninguna parte", sirviendo estas palabras como introducción.
Tras ello, interpreta "Por el viejo barrio (plegaria)" y "Frutos" hasta llegar a la que es por ahora su canción más reproducida en plataformas digitales como Spotify, "Tierra", cantada solo a la voz, sin guitarra. Los fans se dejan la garganta sin saber lo que viene después. Termina "Tierra" y comienza a sonar "Reconstrucción" (el mejor momento), composición de su etapa como Deluxe.
Para ello, se sirve de una armónica que usa luego alguna vez más. Uno de los instantes más especiales del concierto llega con "A serea o mariñeiro a ritmo de maracas", corte en gallego y de los más diferentes del repertorio. Eso provoca los minutos más bailables de la noche a ritmo de palmas dirigidas por el propio Xoel. El público, satisfecho, corea el nombre del cantautor coruñés.
Con bongos y maracas junto a las guitarras y el teclado, tocados por la banda, suena "Ningún hombre, ningún lugar", donde Xoel, con un solo de guitarra, decide improvisar y hacer un guiño a la melodía de "Palomitas de maíz", despertando aplausos.
La rockera "Que no", hit de Deluxe protagoniza uno de los momentos más cañeros del setlist. El invernadero se viene abajo por los saltos de más de mil personas. Tras la adrenalina, él vuelve a coger la armónica para cantar "Madrid", que cobra una evidente importancia en un día como hoy.
Así, acaba la primera hora del concierto. El gallego aprovecha para presentar a cada uno de los músicos que le acompañan (cuatro chicos y una chica), y avisa de que se acerca el final. Canta "Con el amor valiente", con tres músicos de la banda aportando algunas estrofas. Sin pausa alguna, escuchamos los primeros compases de "Lodo", muy coreada. Tras ello, el escenario queda vacío. Nadie se mueve de su sitio, faltan los bises.
Estos empiezan con "Patagonia" y un Xoel López por primera vez solo en el escenario guitarra en mano. Bastan los primeros acordes para que el público comience a alzar los brazos. Para interpretar el segundo bis, "Caracoles", canta acompañado de Antonio Pérez en un mismo micrófono. En ella, una pequeña equivocación de este último a la hora de entonar una de las estrofas provoca las risas entre ellos y el público.
Llega la "última, ultimísima", y es "De piedras y arena mojada". La banda reaparece al completo. En el puente de la canción, la percusión adquiere especial relevancia y, junto a palmas y cánticos del público, crean un ambiente que finaliza con un baile multitudinario, poniendo el broche de oro.
Son las 22:53 h. y Xoel López y su grupo se despiden del escenario y del público de Madrid bailando una conga, mientras todos les seguimos bailando, dejando constancia de la fiesta. Las sonrisas son la más clara prueba de la felicidad que ha invadido el invernadero en la Plaza de Toros de Las Ventas y de la música que han disfrutado unas miradas nostálgicas que han dejado claro, una vez más, que hay una canción de Xoel López para cada momento de tu vida.