Wagon Cookin', "la nouveau cuisine"
Por: Marisol Blanco. Foto: archivo
Luz, eso evoca la propuesta de Wagoon Cookin'. Sus chefs, Luis y Xavier, son bajo y batería, al tiempo que djs que han ganado fama en la escena house con las remezclas sacadas en su propio sello "Appetizers".

5 de noviembre de 2004 en sala Capitol, Santiago de Compostela, A Coruña
- · Grupos: Wagon Cookin'
- · Público: sobre 125 personas
- · Precio: 15 € anti. 17 € taquilla
- · Promotora: Capitol/ El Caimán
Luz, eso evoca la propuesta de Wagoon Cookin'. Sus chefs, Luis y Xavier, son bajo y batería, al tiempo que djs que han ganado fama en la escena house con las remezclas sacadas en su propio sello "Appetizers". La buena marcha de esa aventura hizo que una multi alargase la mano y han publicado "Everyday life", que ahora presentan en vivo con músicos de Bahía, donde grabaron el disco.
Empezaron sonando regular, prueba de que están en las primeras estaciones de su nuevo viaje pero a mitad del trayecto ya nos hicieron tocar el cielo. El bajo dejó de tener tanta importancia y salió a relucir un sonido más grupal.
Lo suyo es música elegante, de club selecto donde sólo faltan camareros japoneses sirviendo cuscus en vajilla cuadrada.
Sección de metal, dos vocalistas y doble percusión, dibujan el paisaje de un club a pie de playa. Una elegancia rota por el sólo que trompetista y saxo se marcaron tirando de carnaval de postal. Eso sí, fue un break necesario, como otro número basado en percusiones pero no evitaron cierta monotonía en la parte final, cuando la maravillosa vocalista sólo parecía preocupada por sujetar su vestido sin tirantes.
Entre los entrantes de su nuevo disco, desfilaron cortes anteriores como la hermosa "Mar", donde dan ganas de dejar caer los hombros para abandonarse a la hamaca del frescor. Sí, al final se dejaron llevar y se notó.
Xavier y Luis llevan años tocando con bandas de jazz y quizá les cueste adaptarse a un público menos cómplice que el de los clubes en blanco y negro.
Un tema de frenético funk u otra opción no ajena a su receta, hubiera ayudado a paliar esa linealidad.
Faltó un poco de pimienta tipo Joe Bataan o monstruos similares que recupera el sello Vampisoul. No digo un cadaver en los postres pero sí un punto de maldad.
A lo mejor tienen muy clara su receta, después de todo Sade ha hecho de la monotonía un estilo de éxito.
...Y puestos a comparar, la cocina de Wagon Cookin' estimula más.