The Pains of Being Pure at Heart y esos sonidos dulces y sucios de 2009
Por: Abel Farré (Texto y fotos)
The Pains of Being Pure at Heart han dado un concierto en Barcelona en su gira de 2025 (que también ha pasado por Valencia o Murcia) con un formato eléctrico y su primer álbum, como eje, ya que cumple 15 años.

28 de febrero de 2025 en Sala Razzmatazz 2, Barcelona
- Grupo:The Pains of Being Pure at Heart.
- Lugar: Sala Razzmatazz 2 (Barcelona).
- Público: Unas 950 personas, casi lleno.
- Promotora: Houston Party.
El concierto en Barcelona de The Pains Of Being Pure At Heart se ha basado en recordar que ya han pasado 15 años de su álbum homónimo, lanzado en 2009. Eso es lo que venían a rememorar esta noche en la Sala 2 de Razzmatazz.
Kip Berman (guitarra y voz principal) ha logrado reunir a casi toda esa formación inicial, con Christoph Hochheim (guitarra), Peggy Wang (teclados y voz secundaria) y Kurt Feldman (batería). Tan sólo faltaba Alex Naidus (bajo), sustituido en esta gira por Eddy Marshall, que está acompañando en los últimos años a Kip en su proyecto en solitario, The Natvral. Tal vez por eso razón, o solo por un aspecto figurativo, arrancaban el show con "Contender", sin línea de bajo marcada y con Eddy Marshall esperando en la retaguardia. Pero al cabo de pocos minutos y con la llegada del segundo tema de la noche, "Come Saturday", todo parecía más unido y compacto que nunca: la familia y el sonido.
Parece que los años no hubieran pasado, Kip con su chaqueta tejana que no abandonaría durante todo el concierto, junto a Christoph Hochheim, fueron capaces de traernos esos sonidos ensordecedores de guitarra que nos nublan la mente, en el buen sentido, a base de ruido. Sí, ese ruido sucio y tan dulce al mismo momento que lleva la marca de The Pains Of Being Pure At Heart.
La voz en reverb parecía ir aumentando en cada una de las canciones, y una atmosfera shoegaze iba cubriendo el ambiente de la sala. La gente no se lo pensó al empezar a corear "Young Adult Friction", ayudando así a aquella dulce voz de acompañamiento que siempre nos trae Peggy Wang.
Mientras el público saltaba en cada una de aquellas canciones, Kip se retorcía con su guitarra, y con posiciones fetales, seguía regalándonos guitarrazos, que como flechas, se estampaban y rebotaban con potencia en las paredes de la sala.
Sin vuelta atrás, los temas se sucedían a gran rapidez, sin espacio para respirar, sonando cada una de las canciones de ese álbum: "Stay Alive", "A Teenager in Love", "Hey Paul".
Al sonar "Tonight well stay alive (Stay Alive)", por unos momentos, miré a cada uno de los que me rodeaban y parecía que hubieran olvidado su edad real. Sí, en poco más de una hora, que es lo que duró el concierto, todos nos volvimos teenagers.
Así, fuimos recordando esa portada en blanco y negro del álbum, esa que, pese pesar de no conocer entonces muy bien la banda, muchos llevábamos estampada en una camiseta en aquel curso 2009-2010. Sí, porque nos hacía sentir diferentes, que es lo que pasa cuando uno es teenager.
Esa es una de esas portadas legendarias, que, por su estética, todos íbamos enseñando con orgullo, tal vez de la misma manera que habíamos hecho en los 90, cuando lucíamos "Goo", de los Sonic Youth, porque eso significaba mostrar algo de nuestra personalidad.
Tras presentarnos las diez canciones del citado álbum, llegaba el momento de darse un respiro. Un descanso que duraría pocos segundos, y que más que nada buscaba un corte respecto a las canciones siguientes, parte del set list de esta noche pero no por ello igual de buenas.
Kim cambiaba el modelo de su guitarra, para dar a entender esa idea, y empezaba con "Doing All the Things That Wouldn't Make Your Parents Proud", y nos hacía enloquecer con "Say No to Love" para luego rebajar el ritmo de la sala con una bonita "Ramona", que sonó más intimista que nunca.
Poco más se podía pedir a este concierto en Barcelona de The Pains Of Being Pure At Heart. Esa era una buena forma de acabar la velada, pero antes, nos regalaron "Belong" y, ¡cómo no", la canción que da nombre al grupo, "The Pains of Being Pure at Heart".
Lo mejor de la noche, fue volver a ver al grupo en directo, lo peor, que solo estuvieron poco más de una hora en el escenario. Ojalá este reencuentro con los miembros originales, sea algo más que una aventura de un "amor teenager de verano", y pueda abrir dar pie a construir un nuevo álbum. Sí, con portada en blanco y negro o bien a color, pero con buena música, como la que ofrece aquel disco homónimo que nos regalaron en 2009.