Russian Red, el ángel caído del indie
Por: Marisol Blanco. Fotos: La Ganzua
Russian Red en Santiago. Casi lleno, como hace dos años. Mismo lugar, otro disco, Fuerteventura [Sony, 2011]. Misma afluencia, distinto perfil, donde había mayoritario público indie.
28 Mayo de 2011 en sala Capitol, Santiago de Compostela, A Coruña
- · Grupos: Russian Red
- · Público: Casi llleno [unas 700 personas]
- · Precio: 15 euros anticipada; 18 en taquilla
- · Promotora: Girls Allowed Movistar
Russian Red en Santiago. Casi lleno, como hace dos años. Mismo lugar, otro disco, Fuerteventura [Sony, 2011]. Misma afluencia, distinto perfil, donde había mayoritario público indie, abundan fans de Shakira y similares. Misma banda [o casi] distinta actitud, ayer vestidos a cuadros con sonido folk, hoy trajeados tocando algo más mainstream. Ella, Lourdes Hernández, cantando igual de bien, en 2009... concierto de 80 minutos, en 2011... de 75. Russian Red canta como los ángeles pero algo indica que se le han hecho pequeñas sus alas de inocencia.
Russian Red es Lourdes Hernandez. Su apodo viene de un ardiente tono rojizo de barra de labios, pero de ahí a poner un set de maquillaje, con macroespejo, sillón reclinable y maquilladora en el hall de la sala... hay un mundo llamado sorpresa. O quizá no tanto. Imagina, entras en la Capitol, llegas tarde y en el pasillo previo a las puertas de la sala ves un stand de maquillaje, crees que te has equivocado y has ido a parar a una feria de estética hasta que la amable maquilladora te dice: ¿quieres maquillarte?... ¡es gratis!
La cantautora madrileña junto a Vetusta Morla refrescó la escena indie en 2008, desde entonces... todo ha cambiado. Parte de su gira forma parte del cilo Girls Allowed Movistar, que trata de unir moda y música, de ahí esa decoración... píntate y maquíllate, aunque la mitad del público presente no había nacido cuando ese estribillo era un hit de Mecano. De 15 a 20 años, shorts vaqueros, ese es el perfil medio esta noche. Y si el día que vino Nacho Vegas, hace quince días, las colas del baño eran grandes, esta vez las quinceañeras las convirtieron en kilométricas.
Russian Red salió con un grupo donde sobresalen Charlie Bautista al piano / guitarra y Manuel Cabezali [líder de Havalina], componentes claves, sobre todo Bautista, que además suele girar con Christina Rosenvinge. Basaron el repertorio en el nuevo disco, Fuerteventura, segundo álbum de su carrera y primero para una multinacional [y dudo que sea el último]. Ella, iba con zapatos finos de tacón largo con hevilla en el tobillo, y un vestido corto de fondo negro pero repleto de nubes blancas, irradiando luz con los hombros al descubierto, labios rojos y el pelo recogido en un moño coqueto posado en la nuca, guapa, como siempre pero ahora más habladora.
"Nos vamos a ir...", dijo a los tres cuartos de hora y el abucheo le hizo añadir... "Lo decimos en broma para que gritéis, luego ya sabéis que volveremos a salir para la segunda parte del concierto...". Sonó "January 14th" y al rato se marcharon. Como es lógico, nadie pidió que salieran. Mientras volvían, nos dedicamos al entretenido juego de ver la reacción del público ante cuatro meninas de carne y hueso con traslúcidas faldas cónicas con tubos brillantes y que regalaban pulseras con líquido luminoso y cajitas publicitarias con mentoles siendo casi tan fotografiadas como el propio escenario pese a estar al final de la sala.
Y regreson. "Estábamos discutiendo en el camerino, me han echado la bronca, dicen que no se puede decir eso... [de que nos vamos pero ahora volvemos]". Sí, frente a la timidez infinita de hace dos y tres años, hoy Russian Red canta y habla aunque siga sin moverse demasiado [los taconazos que lleva no ayudan mucho].
Cantó bajo un neón rosaceo con su nombre. En un escenario con poca luz pero un logrado aire de club con ocho hileras de bombillas blancas alineadas al fondo del escenario bajo focos llenos de rojos cálidos, y ahí, al final reivindicó uno de sus mayores clásicos, "Loving Strangers". "Esta es la única que me se...", dijo una quinceañera a otra en la primera fila.
En ese tramo final hubo un guiño a The Magnetic Fields. "Ahora vamos con la versión de un grupo que hace versiones, es el tema con el que Charlie y yo nos conocimos en Argentina...", comenta ella para introducir "Todas mis palabras", título del cover en castellano que hacen "Los Campos Magnéticos" [The Magnetic Fields], banda de Buenos Aires que revisa temas del combo de Merrit. Russian Red les descubrió durante su gira por allí junto a Tulsa, a finales de 2010.
Tocan dos temas como bis, se van y... al momento, ella vuelve para cantar sola y con guitarra un tema hermoso deslucido por una chicharra [ruido eléctrico de fondo en el equipo de sonido] que afea ese momento íntimo donde cierto exhibicionismo vocal de Lourdes no acaba de cuajar al cruzar la frontera de lo ñoño con tanto gorgorito. Dice adiós y se va... han sido 75 minutos. ¿Poco?, quizá pero más de lo ofrecido en otras ciudades de esta gira, donde a veces solo hubo un bis.
Rescataron también algún tema de su debut, I Love Your Glasses [Eureka Discos, 2008] aquel disco gestado a medias con Brian Hunt, que tras romper esa colaboración publicó en solitario un disco de título revelador I Lost My Glasses [Limbo Starr, 2009].
Ha pasado el tiempo y al altar indie se le ha caido su ángel tímido. Queda saber hacia donde echará a volar.
Foto: Reparto de merchandising, en un show más cercano a la crónica social que a la musical