Muse, cielo con luces de épica indie y sombras de ego
Por: Xavi Gaillard. Fotos: Ramón Tomás
Este trío británico va camino de una popularidad masiva. Accesibles a un gran público, tienen muchos ingredientes para excitar audiencias.
28 Octubre de 2006 en Pavellò Olímpic, Badalona, Barcelona
- · Grupos: Muse + Poet in Process
- · Público: Lleno
- · Precio: 33 euros
- · Promotora: Iguapop.
Este trío británico va camino de una popularidad masiva. Accesibles a un gran público, tienen muchos ingredientes para excitar audiencias.... melodías melancólicas, toque épico, actitud romántica y emotividad algo sensiblera. Desde el año 1997, el pop de la banda de Matthew Bellamy insiste en llegar al corazón con discos complejos, absorbentes y aunque su nuevo álbum, Black Holes and Revelations, decepciona a parte de sus fans, el Pabelló Olímpic de Badalona reventó para una noche de luminoso dramatismo musical...
Foto: Muse
Asoman con aire grandilocuente. Una luz pálida corta un escenario oscuro, entre la neblina... suena la voz de Bellamy sobre un inquietante arpegio de notas... "Take a Bow", inicio del nuevo disco, crece y fluye sobre miles de cabezas y móviles al aire en lugar de mecheros. Una gran forma poliédrica de tres pantallas se despliega lenta, desvela a Dominic Howard tras una batería trasparente. Cuando la canción llega al clímax, el trío adopta aire de mega-estrellas del rock con Bellamy en pleno éxtasis como ídolo de masas. Ya son una banda de estadios. Su música ha crecido y quizá también el ego de su líder. A ratos, rozan lo pomposo.
Foto: Muse
Ese último cd centra el arranque. Todo el mundo disfruta de la dolida voz de Muse y de unas guitarras algo rutinarias. La gente se levanta en las gradas y en la pista se corean las letras. Las pantallas subrayan la emoción de cada tema repartiendo planos mil, flashes, lluvia de estrellas, oleaje verde, una estética audiovisual casi tan importante como la música.
Foto: Muse
Bellamy se acerca al piano para empezar "New Born", romda el aire cierta sensación de clasicismo, pero no tarda en volver a la guitarra. Siguen otras piezas del álbum Origin of Simmetry, como la rockera "Plug In Baby", acompañada de imágenes distorsionadas y el guitarrista en su actitud más agresiva. Entonces, justo ahí, se descubre la aparatosidad del frontman de Muse: su técnica y entusiasmo no oculta una actitud fastuosa, sobre-actuada, que puede recordar a Freddie Mercury, o, haciendo una comparación más previsible y reciente, a Thom Yorke [sobre todo en su modo de dejar al resto del grupo en segundo plano].
Foto: Muse
Hace unos años, Muse parecía un clon de Radiohead, y hoy son una versión de sí mismos. Su directo, supuestamente épico, es ostentoso [con globos flotando entre las cabezas] y hace reflexionar... ¿hasta qué punto se van a hinchar?, ¿qué dirección les queda?.
Foto: Muse
La banda se mete al público en el bolsillo con "Invincible" y su militaroide e impaciente carga de emociones. La acogida de "Supermassive Black Hole", un dudoso single, es fría, tanto que parece que el bajista Chris Wolstenholme esté incómodo; las cosas se animan cuando Bellamy anuncia "Starlight", melancólico corte de fondo estelar muy aplaudido pero es "Time is Running Out" la canción que se desmarca del resto, ese es el gran clásico de los británicos, una triunfal oda musesca y una gran experiencia en vivo.
Suena luego otro hit, “Stockholm Syndrome”… y desaparecen. Como es de prever, vuelven, y sigue su lírica [algo rutinaria], su cóctel pop-rock-hardcore, hasta saciar a miles de fans.
Foto: Muse
En resumen, un gran concierto para los seguidores de Muse pero, para otros, un show algo excesivo. Quizá se haya perdido parte de magia al trasladar los discos al directo aunque quedó claro que Bellamy y compañía ofrecen un buen espectáculo. Lo que muchos nos preguntamos ahora no es si Muse llenará un estadio en su próxima gira [que lo harán], no, la duda está en saber si volverán con el mismo formato o se habrán re-inventado.
Foto: Poet in Process