Mr. Kilombo, del orden y de "Todo este caos" al grito de: "Los 20 euros mejor invertidos de mi vida"
Por: Miriam Taberner y Alfonso Gomis (salvo foto superior, cedida)
Mr. Kilombo ha actuado en Valencia como parte de su tour de conciertos en 2025, basada en el disco, "Todo este caos". Su gira se llama "El resto puede esperar".

5 de abril de 2025 en Sala Repvblicca, Mislata, Valencia
- Grupo: Mr. Kilombo.
- Lugar: sala Repvblicca (Valencia).
- Público: Unas 200 personas.
- Promotora: Sonde3.
El nuevo concierto de Mr. Kilombo en Valencia, con su banda, es parte de la gira "El resto puede esperar", donde presenta su sexto disco de estudio, titulado "Todo este caos".
Unas doscientas personas han conformado el público, muchas incondicionales de este cantautor, compositor y músico. Durante el recital, él hace gala de toda esa fusión que caracteriza la energía y vitalidad de su música: ese orden en el caos que introduce una voz en off a las 21:00 h., inicio del recorrido por sus señas de identidad: indie, pop, rock, rumba, latino...
A las 21:02 h. con los miembros de la banda en sus respectivas posiciones, aparece en el escenario la sonrisa y la guitarra acústica del madrileño Miki Ramírez (Mr. Kilombo). Esa voz, especial por su timbre y la alegría que desprende, brillan al arrancat con "Del aire". Así, sus ritmos vivos encienden un sol en la sala Repvblicca.
El segundo tema de la noche llega tras una intro de lujo: saxofón, trompeta y percusión, suena "Todo cambia" y, fundiéndose con los aplausos y vítores, él hace esta presentación: "¡¡Yo soy Miki!!!", grito contestado con este otro del público: "¡¡¡Te queremos!!!".
Siempre con esa tendencia al agradecimiento, Mr. Kilombo no escatima tiempo en la presentación y elogios a los miembros de la banda y, sin preámbulos ni medias tintas, arranca "Todo este caos", canción que da nombre al álbum, convirtiendo el recinto en algo íntimo, familiar... como una reunión de conocidos, de amigos, tal y como reza la letra: "Si quieres abrazarme, abraza antes todo este caos..."
Tras cambiar la acústica por la eléctrica, Mr. Kilombo rezuma felicidad y confianza... "¿Una cervecita para el calor?". Y anuncia que, durante la noche, van a sonar temas nuevos y viajes a trabajos previos, como al cantar ese mix tan jazz - caribeño llamado "El resto puede esperar".
Tras "Cortocircuitos", Miki pide permiso: "¿Puedo cantar desde el público?, ¿sí?, voy para allá a ver qué pasa... ¿Por dónde se baja?", dice en medio de la sala antes de interpretar "Ambivalencia" y regresar con la banda para continuar deshaciendo cualquier amago de tristeza: "Quédate a mi lado".
"¿¿¿Dónde está ese ruido VALENCIA??? Una afinadita rápida..."
El ecuador del concierto lo ocupa un temazo, "La verdad", donde el viento y la percusión suenan suave ante un diálogo del de guitarra y voz. En la repetición del estribillo los graves salen del estómago y toda la sala canta: "La verdad aunque duela como prueba de que es posible amar".
En el décimo tema, la banda abandona el escenario. Él puntea. Interpreta "En plena calle", es como "La vida es pa vivir, tú ya lo sabes...", un baile, un dúo, un 'desnudo' del cantante ante el público. De pronto, se oye: "Valencia, vamos a rumbear...", dice Mr. Kilombo.
Suenan luego canciones como "Palabrería", "Cabecita loca", "En peligro de extinción" y "Andaré", seguidas de un sólo de cada uno de los miembros de la banda, una pequeña improvisación de cada uno, acompañada de palmas, silbidos y ovaciones... Se llega a escuchar a un fan: "Los 20 euros mejor gastados de mi vida".
Tras ello, pródigo en agradecimientos, Miki anuncia que está llegando el final. Es el momento mágico del temazo del álbum: "Sinmigo". Laten las emociones, se quieren salir del pecho para irse a bailar con el grupo... El broche lo ponen "Huye", "Reconciliarme con el amor" y "Trastos"...
"Gracias por todo familia. Un placer enorme. Un aplauso para esta banda", señala Miki. Y culmina con "Tiempo al tiempo" e "Invencibles".
Nada que no haya sido un derroche de talento y felicidad. "Moltes gràcies, València", concluye él tras un concierto espectacular, una dosis de luz y esperanza. Si alguien había venido contenido, seguro que se va desatado, y con esa sensación de que la música de Mr. Kilombo ha puesto orden en su caos.