Mikel Erentxun renueva sus alas con la gira de Septiembre
Por: Marisol Blanco
La gira de conciertos de Mikel Erentxun durante el presente 2024 alarga la presentación de su nuevo disco, "Septiembre", uno de los mejores trabajos de su carrera en solitario, y lo hemos comprado tras su concierto en Santiago.
20 Enero de 2024 en Sala Capitol, Santiago de Compostela
- Grupos: Mikel Erentxun
- Lugar: sala Capitol
- Precio: 29 en la venta anticipada.
Público: Unas 600 personas. - Promotora: Get In Music.
Mikel Erentxun, en gira con su nuevo disco, "Septiembre", supera ya sus días de cantante y coautor al frente de Duncan Dhu (1984/2001 y 2013/2016). Este Mikel Erentxun es otro. Y es mejor. En su concierto de Santiago abrió el set list con "Flores y café", brillante canción de ese novedoso álbum. Así, cantando en una sala Capitol con cerca de 600 personas, rodeado por una banda de cinco integrantes (Mikel Azpiroz, Ruben Caballero, Marina Iñesta, Fernando Neira y Karlos Arancegi), lo segundo que notamos aparte de su buen nivel artístico es que la voz y el resto sonaba a un volumen bajo, muy bajo.
Situados delante de la mesa de control, escuchar a Mikel costaba. Daba la sensación que la ecualización estaba más pensada para un teatro donde reina el silencio que para un local con dos barras amplias. El pop vitalista, pero sin prisa, que abunda en "Septiembre" puso a la música, de nuevo, en primer plano al tocar "Los días que no vivimos", con Mikel, luciendo su clásico gorro de ala ancha, feliz y disfrutón a la voz y la guitarra, esa que se cambió para el tercer tema, que encaró con una acústica de 12 cuerdas marca de su carrera. En ese momento, él aprovechó para saludar: "vamos a tocar canciones del nuevo disco y de otra época, intentando que sea una noche especial", dijo tras alzar una copa, creemos que de vino, a modo de aplaudido brindis compartido (Arriba, foto de su show el día previo en LAVA, Valladolid).
Y llegó otro corte nuevo, "Tren a Marte", que, desde ya, forma parte de los clásicos del músico donostiarra, gracias a un deje a rock setentero con eco blue, buena letra sin necesidad de hacer poesía y unos logrados cambios de ritmo. Y ahí es cuando te acuerdas de que la labor de producción del disco, obra de Víctor Cabezuelo (de Rufus T. Firefly) y Daniel Ruiz (Reme), merece aplauso.
Poco después, Mikel cambia otra vez de guitarra. Parece que el volumen del sonido ha subido un poco pero sigue siendo insuficiente para disfrutar del concierto al notable nivel que sus protagonistas merecen. El repertorio se aparte del disco "Septiembre" y tocan "El hombre que hay en mí". Pasada media hora de bolo, la gente sonríe. Mikel y la banda también. Nos presenta "a Marina", que pone una de las guitarras a un sexteto donde hay tres, más bajo, teclados y batería.
Brota el primer coro de la noche cuando suena "Cartas de amor (Cuando no hay amor)". Luego, el paso se altera. Mikel frena el tempo, vuelve a su reciente álbum. Se sienta al piano para entornar "Oh Sienna", perezosa tonada que te hace pensar en Carole King. Se quita la chaqueta para lucir una camisa blanca salpicada de geometrías rojas, y se escucha algún grito de fans irredentas.
Tras dos pasajes sentado a las teclas, vivimos la primera mirada hacia el ayer de Duncan Dhu con la eterna "Rozando la eternidad", con letra, por cierto, de Diego Vasallo, ahora en gira con un recomendable nuevo EP llamado "Bueno ni malo".
Volviendo su propio cancionero, es el turno de "El Mejor De Mis Dias", que Mikel grabó con Nina de Juan (cantante de Morgan) y que en Santiago escuchamos a medias con la citada Marina Iñesta (parte también del emergente dúo cántabro Repión).
Avanzamos. "Ladridos en el pecho" reaviva el tempo de rock americano con raíces en los años 70, con la banda se entregada a un desbarre instrumental que cuandra bien con esta idea de "Mikel y banda" en lugar de la anterior etapa de "Mikel con banda". Mikel está crecido, bromea con el batería durante otra fugaz pausa y retorna al piano. Ahí, echa oto trago de su copa, busca en el cuaderno de partituras lo que toca, respira y empezamos a escuchar "Pensando en ti (cuando lo importante es vivir)".
A la hora de concierto, escuchamos "Si no es por ti", otro momento destacado de "Septiembre", que suena antes de cantar uno de los mayores hits de su carrera, "A un minuto de ti", con media sala coreando y la otra media... también.
Se ha visto durante un momento que Mikel se llevaba las manos a los ojos, como para evitar que se derrame alguna emoción intima... Se van y llega el primer bis. "Veneno", que Mikel entona solo, a guitarra y voz, haciendo que ese sonido de volumen bajo que preside la noche duela todavía más. Regresa la banda y tocan "Cuando éramos ayer", otro temazo del nuevo álbum, un corte de alma Beatles donde hay hasta un solo de guitarra. Da gusto verle con banda, más que a él solo como cuando tocó en en Boiro hace cuatro años (foto debajo).
Se marchan y reaparecen porque todas y cada una de las personas presentes en este concierto de Santiago sabemos que falta la tacada de tributo a sus años con Duncan Dhu; esta vez formada por "Esos ojos negros", cantada por todas y todos, igual que "La casa azul" y "En algún lugar" (¡un himno!). Así, cierran casi dos horas de actuación con un Mikel Erentxun feliz como nunca (incluso comentó: "Me dicen que ha ganado la Real", en alusión a su pasión por la Real Sociedad, antes de decir: "Bueno, hablemos de música"), con un Mikel Erentxun cantando mejor que nunca aunque, insisto, como persona habitual de la sala Capitol, con un volumen poco adecuado, igual que digo que hay que destacar el equipo de luces (seis pilares, con focos tipo cine, para reducir la altura del escenario y ganar calidez).
Al final, Mikel se despidió, copa en mano, bailando al borde del escenario el "Night fever" de los Bee Gees que sonó por megafonía, síntoma de que sabe que con un disco como "Septiembre" ha renovado sus alas de grande de nuestro pop rock.