06 Julio de 2023 en IFEMA Valdebebas, Madrid

• Grupos y artistas del Mad Cool 2023 del 6 al 8 de julio: Janelle Monáe, The Offspring,  Mumford & Sons, Primal Scream, Ava Max, Morgan, Kevin Morby, Kurt Vile & The Violators, King Princess, Kaleo, Spoon, Dora, Walls, Night Club, Zetak, Sila Lua, PETTI, Ralphie Choo, Purple Disco Machine, Christian Löffler, Polo & Pan DJ Set, DJ Gigola, Boy Bleach, Stacey Ryan, STONE, Picture This, Mimi Webb, Choclock, Girli, Emotional Oranges, Cold Years, Ghouljaboy, Denis Sulta, Gerd Janson, AR/CO, ELYELLA, Raye, Peje, Himalayas, Maika Makovski,  The Black Keys, Red Hot Chili Peppers, Lizzo, Queens of the Stone Age, Sam Smith, The 1975, Nova Twins, Robbie Williams, Lil Nas X, Franz Ferdinand, Tash Sultana, Paolo Nutini, Rina Sawayama, Jamie XX, Machine Gun Kelly....
• Lugar: en Valdebebas - IFEMA.
• Precio: Abonos a 189 euros en venta anticipada.
• Público: Unas 70.000 personas el tercer día, menos los dos previos.

El festival Mad Cool Festival 2023 de Madrid se abrió con los acordes punk de The Offspring, mítica banda californiana que el año que viene cumplirá 40 años de carrera. Ante ellos, fueron convocadas muchas menos de las cerca de 70.000 personas juntadas en el tercer día de esta cita madrileña, según varias fuentes. Así, con más de la mitad del repertorio conformado por canciones de sus álbumes "Smash" (1994) y "Americana" (1998), The Offspring probaron claramente que son un grupo que sabe lo que su público quiere y se lo da en grandes dosis. Hicieron un concierto fresco y divertido que dejó buen sabor de boca a pesar de los casi 40 grados de temperatura que caían a plomo sobre el césped (artificial) del recinto.

El relevo lo tomó Machine Gun Kelly con su lírica a medio camino entre el pop-punk, el nu metal y el rap clásico. Se metió al público en el bolsillo con una desconcertante aunque divertida versión acústica de "Danza Kuduro" (la canción de Don Omar, sí) y con una escenografía y una banda muy potentes.

A estas alturas, con la noche ya cayendo, decidimos cambiar de tercio y visitar el tercer escenario para una ración de épico post-rock con Sigur Rós. Jónsi y sus secuaces no son la banda más sencilla de digerir y la idoneidad de su presencia en un macro festival de purpurina y gafas de sol sea quizá algo discutible, pero desde luego encandilaron sin matices a las seis o siete mil personas allí congregadas. El único punto negativo es que sus delicados ambientes y abundantes silencios no fueron respetados por gran parte del público, más empeñado en hablar con (o gritar a) su acompañante que en disfrutar y escuchar en el respetuoso silencio que esta música merece. Una pena.

Poco después, en el escenario principal del festival Mad Cool Festival 2023 se servía el plato central de la jornada: Robbie Williams. Desgranó durante casi dos horas sus grandes éxitos (y algunos de Take That), acompañado de una soberbia banda y un grupo de bailarinas con las que interactuó en casi todas las canciones, con coreografías cuidadas acordes al tipo de espectáculo que se espera de uno de los principales exponentes de la música pop británica actual. Con hits como "Rock DJ", "Let Me Entertain You" o las inefables "Feel" y "Angels" se llevó de calle el premio al bolo del primer día del festival, y terminó de ponerlo patas arriba con una breve versión de "Don’t Look Back In Anger", de sus amigos y coetáneos Oasis.



Tras el arrollador directo de Robbie Williams nos fuimos a terminar la jornada con unos viejos conocidos: Franz Ferdinand y su apisonadora de indie rock. Los escoceses son garantía de un concierto acertado y bailongo y fue justo lo que entregaron: al filo de las dos de la madrugada repasaron gran parte de sus dos primeros discos (el homónimo, de 2004 y el "You Could Have It So Much Better", de 2005) en detrimento de sus entregas más recientes, que nunca llegaron al nivel de popularidad de hits como "Michael", "Do You Want To", "The Dark of the Matinée" o la brutal "Take Me Out", que casi (casi) los convierte en un 'one hit wonder'. No lo son, pero saben que sus éxitos de hace casi dos décadas son lo que un público de festival quiere oír. Buenos chicos, los integrantes de la banda liderada a la voz por Alex Kapranos terminaron con una versión de 9 minutos y 55 segundos de "This Fire", incluyendo el clásico momento 'público en cuclillas', y poniendo un broche de plata-casi-oro a una primera jornada más que correcta.

El segundo día del Mad Cool 2023 arrancó, para nosotros, con el metal experimental con tintes cómicos de Puscifer. La 'banda' de Maynard James Keenan (realmente es su proyecto en paralelo a Tool, donde da rienda suelta a sus inquietudes artísticas más retorcidas) es probablemente el proyecto más raro y excéntrico de todos los que pisaron los escenarios principales del festival, y canciones como "Apocalyptical", "Vagina Mine" o "Bullet Train to Iowa" volaron la cabeza de los pocos miles de asistentes que luchaban contra la deshidratación a esa muy poco prudente hora de las siete de la tarde.



Una fugaz visita nos llevó al cuarto escenario para ver brevemente a dEUS, una banda belga de rock alternativo y experimental que nunca ha llegado a despuntar a nivel masivo pero que tienen un muy buen directo, más homogéneo y directo que sus grabaciones de estudio. De ahí fuimos al tercer escenario para ver el increíble directo de Tash Sultana, la conocida multiinstrumentista australiana. Consideramos absolutamente recomendable verla grabando en directo loops de bajo, teclados, saxofón, batería, guitarras y voces, hasta dar un concierto completo sin más ayuda que sus instrumentos (aunque en determinado momento se sumaron otros músicos para hacer los últimos temas en formato full band). Realmente impresionante.



El show de Tash Sultana fue un buen calentamiento previo al primer plato fuerte de la jornada: Queens Of The Stone Age (QOTSA) en el segundo escenario. La banda de Josh Homme tiene tablas más que sobradas y muy poco que demostrar a estas alturas, pero aún así salieron a comerse toda la tarta posible: abrieron el concierto con "No One Knows", su mayor hit y la pieza en la que cristalizan todas las piezas que forman el puzle de QOTSA. Con disco recién lanzado ("In Times New Roman", 2023) los californianos dieron un concierto ardiente y divertido, encabezados por un Josh desatado soltando proclamas en spanglish ("Oooohh, qué fucking rico", "Hemos venido a blow your cabezas") y riffs de rock duro stoner a partes iguales.

Nos trasladamos después al palco principal para ver a Mumford And Sons, la banda que abanderó el movimiento revival del folk rock londinense de comienzos de la década pasada. Aunque ninguno de sus dos álbumes más recientes (2015, 2018) han alcanzado la popularidad de sus dos primeros (2009, 2012), los británicos siguen teniendo un directo interesante, profundo y bien manufacturado. Con canciones como "I Will Wait", "Little Lion Man", "The Cave" o "Roll Away Your Stone", congregaron a una buena multitud, y aunque de buen grado nos habríamos quedado a ver su actuación completa, tuvimos que irnos a mitad de concierto para pillar, durante al menos unas pocas canciones, a Kaleo en el tercer escenario.



Kaleo, banda islandesa, tienen un directo tórrido y su blues rock subido de revoluciones nos pareció la forma ideal de cerrar nuestro periplo por el Mad Cool 2023, y no nos equivocamos: "Hey Gringo", "Rock 'n' Roller" y su gran hit, "Way Down We Go" fueron el broche ideal para una segunda (y, para nosotros, final) jornada más rockera que la primera, y por lo tanto más fiel al espíritu original del festival madrileño.



El festival Mad Cool nació en 2016 y vino a cubrir un gran déficit que existía en Madrid desde la desaparición del Festimad: la ausencia de un gran macrofestival de verano en la capital del país generaba frustración a mucho público que se veía obligado a viajar a levante o el norte. Desde su nacimiento, el Mad Cool ha estado ya emplazado en tres localizaciones distintas: en 2016 y 2017 en la Caja Mágica, en 2018 dio el salto cualitativo con el traslado a Valdebebas, donde ha estado hasta 2022, y en este año estrenó ubicación: una parcela vacía en un polígono al sur de Madrid que se ha venido a llamar 'Nuevo recinto de festivales de Madrid' y, según hemos conocido en estos días, 'Iberdrola Music'. El cambio (sobre el papel) ha sido positivo al ser una zona mejor comunicada y cercana a más población pero hay muchos flecos que pulir. Por un lado, el acceso en vehículo particular es casi imposible (lo cual es entendible e incluso de agradecer), pero si va a haber cortes de tráfico notorios lo suyo es avisarlo mejor para que quienes usen coche o moto sepan a qué atenerse. Y por otra parte, el recinto parece bien organizado sobre el plano, pero una vez dentro deja mucho que desear, con varios cuellos de botella y zonas de difícil movimiento, especialmente cuando se aspira a reunir a 70.000 personas en un solo día, como pasó en la jornada final, según varias fuentes.

Aunque no pudimos acudir personalmente, leemos y nos llegan comentarios prácticamente unánimes sobre la tercera y última jornada del festival que hablan de masificación absoluta de un recinto que hasta entonces había gestionado bien la cantidad de público (no en vano el tercer día era el único que había agotado las entradas), del concierto algo decepcionante de Red Hot Chili Peppers (grandes cabezas de cartel y responsables de tanta asistencia ese día) y de las muy buenas actuaciones de Liam Gallagher, Morgan y Shinova (dos de las pocas bandas españolas del cartel, relegadas al cuarto escenario - detalle muy mejorable por parte de la organización). Esperemos que esos fallos, concentrados mayormente en la tercera jornada, se subsanen y no se trasladen a la edición del festival Mad Cool en 2024.