Love of Lesbian, el mismo guión pero distinto
Por: Manuel Utopía. Fotos: Anunciación Mejías Gallardo
Todos los raros fuimos al concierto del gran telépata de Dublín... o de Sant Vicentç dels Horts, Barcelona, pueblo de Love Of Lesbian.
22 Agosto de 2012 en sala Baluarte de la Candelaria, Cádiz
- · Grupos: Love of Lesbian + Bafles.
- · Público: 450 personas.
- · Precio: 20 euros.
- · Promotora: La Silla Verde.
Todos los raros fuimos al concierto del gran telépata de Dublín... o de Sant Vicentç dels Horts, Barcelona, pueblo de Love Of Lesbian. Y en Cádiz, los amantes del indie... felices. Llega por primera vez a la capital gaditana esta banda catalana de éxito creciente. Giran con su nuevo disco, el doble álbum La noche eterna. Los días no vividos pero este bolo recorre también trabajos como 1999 [2009], Cuentos chinos... [2007] y Maniobras de escapismo [2005]. Eso sí, sus primeras canciones en inglés siguen bajo llave, y hacen bien.
Once de la noche. Se agradece la brisa que peina el Baluarte de Candelaria, un recinto bonito como pocos de Andalucía. Hay teloneros, los Bafles, cuarteto de Jeréz. El pop se queda corto para definirles. Intercambian rock energético con riffs melódicos, buena mezcla para ir calentando el ambiente. Enlazan canciones con contundentes comienzos y finales con guitarra y bajo bien vivos. Su vocalista, Laura B., me recuerda a la Luz Casal de su etapa rock, con una voz llena de vitalismo...
Saltada la medianoche, suben a escena Santi Balmes y el resto de Love of Lesbian. Luces rojas con aire de cabaret les dan la bienvenida. Rastreo con la mirada y descubro que abunda el look pop e indie de manual. Muchos se aglomeran a pie de escenario vitoreando a su grupo nacional del momento.
Empiezan el show con tranquilidad aparente. Suenan las primeras notas en el teclado y "Nadie por las calles" se abre paso. Siguen con "El hambre invisible", mismo orden que en su novedoso trabajo. La fiesta se va animando. Y la selección de temas sigue un guión donde el ritmo de los pies va de menos a más. Disfruto, agradezco que, de momento, el concierto no se convierta en un gran karaoke. No sé si lo habéis notado pero en los últimos años ir a ciertos directos se ha transformado en un intento a la española de pseudo-karaoke nipón a lo grande.
Transcurrida media hora de show, los cantantes caseros aguantan la tentación, quizá porque aún no se saben las canciones nuevas. Tiempo al tiempo.
De pronto, el grupo da un salto de cinco años hacia atrás para tocar "La niña imantada" y "Noches reversibles" [Cuentos chinos para niños del Japón – 2007]. La calidad del sonido, a nivel vocal e instrumental, me sorprende por su nitidez y limpieza.
Se notan las tablas que Love Of Lesbian acumulan tras quince años de carrera. Balmes maneja los tiempos y la actitud del público con mucha agilidad y bien apoyado por sus compañeros, una banda que sabe jugar con las coreografías y el vestuario haciendo varios guiños al público.
Asoma su pieza más vendida, 1999 (2009); "Las malas lenguas" y "Segundo asalto" nos sitúan allí. La fiesta crece. Sin darnos cuenta, ya ha pasado más de una hora de actuación y encaramos el primer [y único bis]. En el repertorio caben "Wio, antenas y pijamas", "La noche eterna", "Allí donde solíamos gritar", "Maniobras de escapismo"... etc.
Tras esa única parada, reaparecen. Prenden la mecha de la pólvora restante con siete cortes extra. "Club de fans de John Boy", "Incendios de nieve", "Houston, tenemos un poema", "Marlene, la vecina del ártico", "Me amo", "Si tú me dices Ben, yo digo Affleck", van hilando un crescendo que remata con "Algunas plantas".
Durante ese bis, queda claro que quien no mueve su cuerpo está dormido en la luna o más lejos porque los constantes ritmos en ascenso y los bailes burlescos de Santi lo inundan todo. Y claro, es entonces cuando mi temor se cumple. El karaoke hace acto de presencia. Ya nadie se reprime a la hora de acompañarles cantando, por no decir desafinando pero supongo que los conciertos también están para disfrutar letras en comunión colectiva, ¿no?
Admito que su directo ofrece el mismo guión que otras veces pero no parecen sintéticos, ni enlatados, rezuman naturalidad. Y eso tiene su mérito.
Tras dos horas, dicen adiós y entonces, justo ahí, echo de menos un salto de guión, una última respuesta ante la petición de otra. En fin, quizá sea mejor dejar un poco de miel en los labios antes que empachar de dulces la boca.
Foto: Love Of Lesbian, dos horas de concierto y dejando un poco de miel en los labios