13 Febrero de 2009 en sala El Sol, Madrid

• · Grupos: Los Coronas
• · Público: Lleno [unas 400 personas].
• · Precio: 14 euros.
• · Promotora: I Wanna Management.

Los Coronas no empezaron ayer, vale, pero que un grupo de su nivelón... al fin, sea reconocido aquí con llenos en casi toda sala que pisan significa que algo ha mejorado nuestra cultura musical. Tres años después de girar por México, presentan un disco llamado El Baile Final... de los Locos y los Cuerdos [Bittersweet Recordings, 2009]. Y si hay que elegir, te aseguro que, tras verles en concierto, seré un loco[rona] más.

La cita con Los Coronas estaba prevista en la sala El Sol de Madrid, a las once y media de la noche. Era viernes y era trece pero... las entradas llevaban varios días agotadas. Ya desde el principio, allí se adivinaba que la noche venía caliente y dedicada por completo a la buena música, al buen rock.
Con una puntualidad anglosajona [poco habitual en la sala El Sol] y en ese escenario excepcional donde cientos y cientos de grupos y artistas han dejado su sudor y talento desde que la sala abrió en 1979, ahí... comenzó el show de esta banda de surf instrumental. Los Coronas que cuenta con gente como Fernando Pardo [Sex Museum] a la guitarra, o Javi Vacas [La Vacazul, Deluxe], al bajo, parte de un quinteto completado por la otra guitarra en manos de David Krahe [Sex Museum y a veces miembro del combo de Josele Santiago], con Roberto Lozano "Loza", a la batería; y el jazzman ucraniano Yevhen Riechkalov, a la trompeta.

Foto: Los Coronas

El baile final... es un disco grabado en Euskadi, mezclado en Tucson [Arizona] y con un master pulido en Ventura [California], mucho viaje para una única estación... calidad. Un homenaje a Fernando Fernán Gómez y su famoso grito "¡A la mierda!", que para Los Coronas contiene una actitud más Rock & Roll que la de muchos músicos nacionales que, en el fondo, sólo anhelan tener un chalet.
Comenzaron con "Big Wave Riders", tema de ese nuevo álbum donde mezclan los intensos solos de guitarra con la contundencia de la batería mientras la trompeta va tomando protagonismo poco a poco... Luego, llegaron cortes como "Los Rumbaleros" y "El Baile Final" pero también hubo ocasión de escuchar viejos cortes como "Go Kato Go", "La Huida" o "Maremoto", recordando sus sonidos iniciales y mostrando en vivo la madurez de un grupo que vive en un increible estado de forma.
Fernando Pardo, tipo simpático como pocos, no paró de hablar entre tema y tema, contando cómo habían fichado al trompetista Riechkalov, a quien toma el pelo porque no encuentra lógico que la trompeta de un ucraniano suene a pasodoble. En otro momento, se acordó del dinero mejor invertido de su vida: el que se gastó en el amplificador de su guitarra.

Foto: Los Coronas

Entre Fernando y Krahe, los riffs de guitarra sacan chispas hasta sin rozarse, con Lozano arreando percusión rápida pero llena de matices, y el bajo de Vacas apoyando lo justo para transportarnos a todos unas veces al desierto de Arizona y otras hasta arenas de esa playa que Madrid siempre quiso tener.
Durante todo el concierto, Los Coronas trasmitieron pasión carnívora por el rock. Son un grupo muy compenetrado, gente que disfruta tocando en conjunto, en un uno para todos y todos para uno que les hace sonar como muy pocas bandas nacionales [iba a decir como ninguna].
Uno de los momentos especiales del concierto fue cuando Pardo y Krahe compartieron sus guitarras, uno detrás de otro, de modo que mientras uno manejaba las cuerdas, el otro sujetaba el mástil marcando las notas, un número previsible pero vistoso.
Los Coronas son una banda con estilo intenso, personal. Un combo que mezcla el sonido clásico del surf instrumental con influencias que van del espaguetti western a sonidos procedentes del flamenco. Y en El Sol, respondieron a las expectativas que habían levantado. Todos aquellos que abarrotamos el local, todos, los cuerdos y los locos, todos acabamos contagiándonos de su intensidad para bailar y saltar durante toda la noche.
Más que final, lo suyo es el principio de una gira que debería llevarles a cualquier pueblo, ciudad, fiesta o sala donde quieran tener dos horas de... Surf Instrumental a lo Bestia.