CRÓNICA: La Casa Azul, Guille Milkyway - Granada, Mayo 2012

La Casa Azul, pop hasta el infinito y más allá


Por: Anunciación Mejías Gallardo. Fotos: Alicia Jara Alfonso Molina

La Casa Azul es lo mismo que decir Guille Milkyway, un catalán adicto al pop espacial que pone la música al servicio del baile y el baile al servicio del alma.

La Casa Azul, Guille Milkyway, crónica de concierto

12 Mayo, 2012 | Anunciación Mejías Gallardo. Fotos: Alicia Jara Alfonso Molina
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12 Mayo de 2012 en sala Industrial Copera, Granada

  • · Grupos: La Casa Azul
  • · Público: Unas 300 personas.
  • · Precio: 16 euros ant. / 18 taquilla.
  • · Promotora: La Maquina de Escribir.

La Casa Azul es lo mismo que decir Guille Milkyway, un catalán adicto al pop espacial que pone la música al servicio del baile y el baile al servicio del alma. LLueve tanto y hace tanto frío afuera que proponer una noche de fiesta pide disfrazarse de astronauta para buscar estrellas donde haya menos ira y más alegría. Y con Guille viajamos a donde sea, igual a Granada que a La Polinesia Meridional.

Luces de flash psicodélico e imágenes de otras galaxias evocadas por una gran pantalla al fondo del escenenario estallan ante un grito... "¡Bienvenidos al horizonte perdido!". Y así, toda la sala viaja del asfixiante calor de una tarde indignada en Granada [12 M - 15 M] a integrar la tripulación de una nave espacial que viaja lejos. Al frente, el capitán Milkyway marca como único rumbo el planeta del baile.
La noche acaba de empezar pero todos sabemos que los saltos y los gritos pop están asegurados.

El concierto arranca con dos compañeros androides de casco ultramoderno por escoltas. Ellos desatan las primeras notas y la quietud se rompe con la entrada estelar de Guille con su hit "Los chicos hoy saltarán a la pista". Tres, dos, uno... vuela ya la euforia colectiva. Iniciamos el baile electrizante.

Tras la primera pincelada de su nuevo disco, La Polinesia Meridional [Elefant, 2011], suena "Chicle Cosmos", involucrando al público [quieras o no] en un neokaraoke lleno de luces y colores mil. Creciéndose, el músico y productor barcelonés, ese que tanto cuida su puesta en escena, abandona su sintetizador para lanzar arcoíris republicanos reflejados a ambos extremos de la pantalla al ritmo de "Sucumbir" y también de "La fiesta universal".

Dando un respiro a los participantes y quebrando el esquema de banda virtualmente enlatada, el compositor y cantante muestra su lado íntimo junto al piano, tocando "La polinesia meridional". Sea por estar en la etapa más satisfecha de una carrera abierta en 1995, o por tener un buen día, su amabilidad y sinceras palabras de gratitud han recordado a cada fan por qué le siguen...

Después, el show de La Casa Azul enlaza un popurrí de éxitos de sus últimos trabajos. Incluyen desde "El momento más feliz", "Colisión inminente", "¿Qué se siente al ser tan joven?", "Terry, Peter y yo" a "No más Myolastán" o "La Revolución Sexua" (2007), ese tema que le llevó a ser finalista del casting de TVE para el festival de Eurovisión en Helsinki, preselección donde se impuso Rodolfo Chikilicuatre [por favor, sin comentarios].

Lo nuevo se mezcla con su anterior etapa, inocente y jovial, y cinco jóvenes le ponen cara al grupo con letras como "Cerca de Shibuya", "Galletas" o "Por si alguna vez te vas". El clima festivo es tal que incluso bailamos la mítica melodía de A-Ha "Take on me", versión electropopera -por supuesto-. Un minuto después nos emocionamos al son de "Yo, También", hermosa canción ganadora de un Goya en 2010 por una película de título homónimo.

Para concluir el futurista espectáculo, el Sr. Milkyway se despide agradeciendo una vez más el apoyo del público. Y como bis ofrecen el mismo cierre de su último álbum: "Sálvese quien pueda" y "La niña más hermosa". Colofón, ya con los cascos fuera en la cabeza de ese par de androides, con Guille a los tambores, mientras nos rocían con puñados de confeti entre imágenes del espacio intergaláctico que miramos todos con ojos fascinados.

A Guille tampoco le faltó el detalle de agradecer el trabajo de sus acompañantes en escena, luces y sonido, dentro de un local que está entre los mejores de Granada.
Así, tras dos horas imparables, La Casa Azul se despide demostrando que su pop viaja hasta el infinito y más allá.

La Casa Azul

Foto: Guille Milkyway, al frente de La Casa Azul y al servicio del pop bailable

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