Caperucita se come a Lobo López
Por: Marisol Blanco. Fotos: La Ganzua
El asequible precio de 10 euros en anticipada hace que salude a la noche el... "entradas agotadas". Con mucha gente dentro y colas en la entrada, empezó a tocar Tom.
12 Mayo de 2004 en sala Capitol, Santiago de Compostela, A Coruña
- · Grupos: Kiko Veneno + Tom Trovador.
- · Público: sobre 800 personas
- · Precio: 10 € anti. 12 € taquilla.
El asequible precio de 10 euros en anticipada hace que salude a la noche el... "entradas agotadas". Con mucha gente dentro y colas en la entrada, empezó a tocar Tom. A veces, no sé por qué algunos no se quedan viendo la tele.
Tuvimos que pedir a un grupo que hablase más bajo porque tapaban la música. Sí, vale, es el telonero pero merece respeto. Y por si no lo merece, él se lo gana y hace que la gente acabe coreando "Hambre porrera", divertida canción que va de lo que imaginas. Probando lo que curte tocar tres veces por semana todo el año, Tom calentó el ambiente en veinte minutos rumbeando con ayuda del cajón y toques en la caja de una guitarra saltarina. "Y ahora le toca al maestro Kiko Veneno...", dijo al irse. Y comenzó el cuento de terror.
Abrió con "Echo de menos...". Poco después, al sonar "San José De Arimatea", quedó claro que el público apenas conocía otras épocas de Kiko que la de "Échate un cantecito"... Entre el escenario y la primera fila había un metro pero ya parecía un kilómetro. Kiko tiraba de voz y guitarra con Charli Cepeda, a la eléctrica. En media hora le hicieron al técnico de sonido más gestos que Búster Keaton en una vida. A partir de ahí... hacia abajo. La frialdad de Kiko, la del público, el mal sonido, una cuerda rota que el ¿técnico? tarda en cambiar cuatro temas dejando la mesa de sonido sola... ¡tiemblo!
Lo mejor: Kiko estrena algo llamado no se qué "bilingis", buena canción que encadenada con otras lentas apaga la chispa. Todos fuimos guiados por una noche que prometía rumbear de sonrisas pero rumba hubo poquita. Se avivó la llama final con "Memphis blues" [adaptación de Dylan], "En un mercedes blanco", "Volando voy" [ya ni cita a Camarón] y "Lobo López"...
Mientras alguien pedía "Superheroes de barrio" , el hilo musical se merendó ese sonido de maqueta de un bolo donde caperucita Tom casi se come a Lobo López Veneno. Y sí, está "mu" bien eso de ir de artista maltratado por la industria [de eso sí que saben mucho las bandas que "cuidamos" en La Ganzúa] pero... Kiko, échale un poco de cariño... Mientras, seguiremos yendo a tus conciertos y comprando tus discos.
Lástima no habernos ido al show de Vigo el día siguiente. La foto que publicamos aquí es de ese bolo en El Ensanche, local más cálido donde Kiko estuvo mejor.