Jungle By Night: locos por la música de baile
Por: X. S.
Jungle By Night, divertido grupo de Ámsterdam, han probado en su concierto de Santiago de Compostela su pasión por la música de baile que bebe igual del pop, que del afrobeat o el funky.
14 Noviembre de 2024 en Sala Capitol, Santiago de Compostela
- Grupo: Jungle By Night
- Lugar: sala Capitol (Santiago de Compostela).
- Precio: 16 euros en la venta anticipada
- Promotora: Ciclo SON Estrella Galicia.
- Público: Unas 150 - 200 personas.
Los Jungle By Night son de Amsterdam pero están locos por la música de baile. Tienen los hombros de hormigón pero eso no les impide hacer conciertos recomendables a poco que te guste el pop y la electrónica bañada de afrobeat, funk, jazz, música latina, africana...
En el concierto en Santiago, los Jungle By Night, han tenido a Ko Zandvliet al trombón pero también en el eficaz rol de líder espirítual, que nos ha animado sin parar y ha agradecido los aplausos, contando en un esforzado y simpático castellano que llevan "15 años" de carrera "y que eso cuesta mucho" (ahora son siete integrantes; antes eran nueve). Él ha actuado como jefe de este colectivo en gira con un nuevo disco llamado "Sinergy", su séptimo álbum, editado por V2 Records, y del que destacaron en este bolo de Santiago cortes casi espaciales como la pegadiza "De OER".
Los Jungle By Night, que dan otros conciertos aquí en este 2024 como el del sábado 16 de noviembre (Barcelona, Sala Paral·lel 62, Festival Say it Loud 2024) y el del domingo 17 de noviembre (Madrid, Sala Villanos), son una banda que incluye además: batería, bajo, guitarra, percusión y sintetizadores y trompeta, con laternacia de posiciones e instrumentos de apoyo (tambor, flauta electrónica). Y donde cada componente toca con la sonrisa puesta de forma natural y con los pies inquietos, sea marcando el ritmo, sea saltando, con desenfado, y siempre con buen sonido, que lo uno no quita lo otro. Lo han probado, por ejemplo, en la sincronía de los vientos en cada solo conjunto, con disciplina propia de los buenos combos latinos, dándole un punto órganico al show muy de agradecer.
Vestidos con traje de chaqueta y pantalón con divertido patchwork geométrico, con el rojo y el gris como late motiv, Jungle By Night han convertido la Capitol en un club, un club elegante, pero lo justo porque a estos holandeses les gusta divertir y divertirse. Aparte de pedir palmas al compás y reclamar que chasqueásemos los dedos, también nos han invitado a contar y cantar, tratando, desde su alma centroeuropea, de probar que para ellos hacer música de baile es una pasión sincera aunque no sean paisanos de Trombone Shorty ni de Femi Kuti, que no puede tener tantas estrellas grandes el cielo.
En una banda como Jungle By Night, donde dominan la base rítmica y los teclados, llama la atención, quizá por contraste, que uno de los mejores momentos de la noche llegase desde la guitarra, instrumento protagonista de "Stormvogel", corte donde un fraseo de querencia egipcia, trazó un fabuloso break, trayendo una calma necesaria para el posterior crescendo, bien alentado por los metales, como sucedió también en la hermosa y cuasi latina "Love boat".
Otro de los pasajes destacados en su concierto de Santiago llegó con "Cookies", un temazo, uno de esas canciones que dura diez u once minutos, lleno de matices y quiebros, con un punto de épica propio de una buena película de superhéroes old school.
Tras hora y algo de show instrumental bailable (a ratos roto al pedir a la gente que cantásemos el ritmo en plan: "Lolo lo..."), los Jungle By Night se fueron y regresaron al medio minuto, pidiendo al público que se acercase más al escenario, gran idea para reforzar unos 20 minutos finales muy notables, dejando atrás el recuerdo de cierta frialdad al inicio del bolo (en una sala con la cerveza a cuatro euros).
De pie, al borde del escenario, abrazados y sonrientes, los Jungle By Night dieron las gracias mientras la megafonía de la sala bada rienda a la voz de Celia Cruz cantando: "Todo aquel que piense que la vida es desigual, tiene que saber que no es así, que la vida es una hermosura, hay que vivirla", de ese clásico latino llamado "La Vida Es Un Carnaval". Toda una declaración de principios de estos holandeses locos por el baile.