Interpol, el indie también puede ser profundo y misterioso
Por: Mauri Edo

09 Noviembre de 2007 en sala Razzmatazz, Barcelona
- · Grupos: Interpol + Blonde Redhead.
- · Público: aforo completo, unas 2500 personas.
- · Precio: 35 euros anticipada / 39 euros en taquilla.
- · Promotora:Iguapop.
La multitud que espera, paciente, en el exterior de la sala Razzmatazz ya indica que se avecina una noche especial. Entre el variado público asistente se detectan muchas corbatas, camisas y varias camisetas de Joy Division aunque Interpol es un grupo que ya ha madurado más allá de las comparaciones con esa banda de Manchester… El cuarteto de Nueva York vuelve a Cataluña para presentar su tercer disco Our love to Admire, tras hacer lo propio el día anterior en la sala La Riviera de Madrid... en ambos locales, las entradas se agotaron hace días.
El ambiente del local se caldea con rapidez a ritmo del "23" de Blonde Redhead, grupo telonero que también llega desde la Gran Manzana. El electro-rock hipnótico de los hermanos Pace tiene como voz al frente a la exótica Kazu Makino, y su show sirve para que los 2500 asistentes entremos en situación, para que seamos conscientes de que hoy, y aquí... va a suceder algo especial.
Los sucesos [y sus causantes] no se hacen esperar demasiado.
A las 21:35 h., cinco minutos por encima del horario previsto, entre los silbidos de los más seguidores impacientes [insisto, la expectación es muy grande]... aparece el cuarteto estadounidense. La ovación es enorme y arranca sendas sonrisas de satisfacción a dos miembros de la banda. Primera sorpresa: los miembros de Interpol SABEN sonreír... ¡increíble!
Tras un escueto e incluso tímido "Buenas Noches", el cantante Paul Banks prepara a los suyos para un inicio esperable y esperado. Las primeras notas de "Pioneer to the falls" son recibidas con cálidos aplausos entre un público que tarda poco en corear el estribillo de esa canción que abre el tracklist del último trabajo de la banda norteamericana.
Cumplen con el manual de lo previsto en ese primer tema pero el resto de previsiones sobre la estructura del repertorio se va incumpliendo cuando suenan... "Obstacle 1" y "C’Mere". El mensaje está claro: Interpol ha venido para presentar su tercer álbum, pero ese trabajo no se explica sin Turn off the birght lights [editado en 2002], ni Antics, la entrega discográfica de hace tres años.
Superado el comienzo, el nudo del concierto conserva ese mensaje inicial. Goteo constante y repartido de temas de cada uno de sus tres discos pero siempre buscando el crescendo tanto en velocidad como en intensidad. Un pero evita la planeada apoteosis... "Say hello to the angels", suena con un Daniel Kessler demasiado acelerado a la guitarra, algo que le lleva a un intento de desquite en "No I in threesome", tema sumido en exceso en el medio tiempo.
"Mammoth" y "Rest my chemistry" mantienen el concierto centrado en el último disco hasta que Banks y Kessler se quedan solos en escena y, apoyados por los teclados, ofrecen uno de los momentos mágicos de la noche...el rasgueo casi flamenco de las guitarras de "The lighthouse" se levanta bajo una mortecina luz azul que retrata la silueta fumadora de Paul Banks. Ese momento atraviesa corazones, fibras y otros tejidos de los asistentes.
Interpol en concierto, gran prueba de que el indie puede ser profundo y misterioso.
Tras ese clímax, Interpol se prepara para dar el golpe de gracia: "Evil", "Heinrich Maneuver" y "Not Even Jail"; trío de ases ganador que conmociona a la audiencia y nos deja a todos con ganas de más, mucho más.
Tras la espera de rigor, un profundo "NYC" eso seguido por la poderosa "Stella was a driver…". Se acerca el final, todos sabemos que tras esos dos temas, toca escuchar "PDA", el hit que falta, acabando con la misma pieza que cerró su visita a esta misma sala, hace dos años. Con una intro digna del mundo electrónico de Thom Yorke y con solo de batería incluido, ese último tema del concierto disipa las dudas de quienes, aunque sean pocos, aún cuestionan que Interpol sea uno de las grandes grupos del siglo XXI. Tras ese primer y único bis... mortal de necesidad, o casi. Todo queda claro... El público cae derrotado por K.O. emotivo, ganador: Interpol.