Ilegales en concierto, la verdadera patria con que podemos contar
Por: Texto: Xabier Sanmartin Cuevas / Fotos: M. Blanco
Ilegales tienen alma de rock and roll. Hoy coleccionan llenos en salas de gran aforo como la Capitol, todo un acto de justicia. Hay pocas carreras tan irredentas como la del clan que comanda Jorge Martínez, Jorge Ilegal, en gira con un nuevo disco, Rebelión y clásicos a mares que resumen la esencia rock: ruido, bares y noches de amor.

16 Noviembre de 2019 en Sala Capitol, Santiago de Compostela
- · Grupo: Ilegales.
- · Público: Unas 800 personas. Lleno. Entradas agotadas.
- · Precio: 20,80 euros en venta anticipada.
- · Promotor: Arts Music Agency.
Ilegales y entradas agotadas son palabras que hoy van de la mano, y nos alegramos porque LA GANZUA lleva casi dos décadas de fidelidad a ellos. Al llegar a la calle de la Capitol, la cola en la acera revela el lleno. Ya dentro, mientras suenan acordes de fondo, en el hall charlamos con el programador del local, Antonio Borazas, comentando que Ilegales siempre han estado ahí, constantes en su carrera, firmes, sin rendirse cuando el viento soplaba en contra, activos, reactivos, cabezotas.
Al cruzar las puertas [donde un guardia de seguridad revisa bolsos y cachea], vemos que la barra se mueve como nunca. A Ilegales deberían hacerles un monumento en las empresas de bebida de medio mundo. En los primeros 20 minutos de concierto tocan himnos como "Suena en los clubs un blues secreto" [con el mítico estribillo: "Deja de joder la música a los negros"]. Jorge Martínez (Voz y Guitarra) y Mike Vergara (Teclados y Guitarra) visten con elegante camisa blanquinegra a rayas verticales mientras Willy Vijande (Bajo) y Jaime Belaústegui (Batería) presentan sus respetos de riguroso negro con gafas a juego.
Más madera. Tocan "Todo lo que digáis que somos" y la siempre necesaria "Voy al bar" ["La verdadera patria, con que puedes contar....", dice]. Cerca de 800 personas nos sabemos casi de memoria cada letra. Compartimos coros y puños al aire con un Jorge que toca una Stratocaster de tapa rosa que no cambia en todo el concierto, ¿la razón? Aquí: "En esta gira del Rebelion Tour es todo tan rápido y va a tal velocidad que no tengo tiempo a cambiar de modelo de guitarra", le dijo el inimitable rocker astur a nuestro compañero Sergio Santos Sánchez en esta jugosa entrevista.
Alternando bien temas de tralla con quiebros que bajan lo justo las revoluciones, caso de "Enamorados de Varsovia", avanzamos todos en la noche más felices que una pandilla adolescente gozando del sábado noche. Suenan altas las guitarras, fuerte la batería, pertinaz el bajo y.... a Jorge le entendemos la letra, escuchamos su dicción y sentimos sus riffs cuerpo adentro. Rock intenso en fondo y forma.
Más clásicos, llega "Yo soy quien espía los juegos de los niños", composición abierta con las guitarras como protagonistas, unas cuerdas que durante el concierto suenan a ratos a cuatro manos ya que Mike Vergara alterna teclas, guitarras e incluso coros (varias veces no le escuchamos, única mácula de una actuación con sonido brillante)... Por cierto, en esta canción, fue especialmente celebrada la parte que dice: "Nuevos cantantes hacen el ridículo en viejos festivales como Eurovisión" .
La música no cesa, Ilegales son una maquinaria bien pulida, y hablan lo justo, ejemplo: "Ilegales creemos que el presente está hecho un poco del pasado y un poco del futuro", comenta Jorge antes de tocar "Mi calle", hermoso tema original de Lone Star, grupo catalán formado en los años 60.
Mezclando ayer y hoy, suenan luego la coreadísima "Problema sexual" y "Mi amigo Omar" (uno de los singles más logrados del nuevo disco, Rebelión). Y en la segunda hora de un show de casi dos ("36 canciones compartidas", dijo Jorge al acabar), escuchamos también "Hacer mucho ruido", la vacilona "Mundo carapijo" (otro buen tema nuevo) y con un trajín en la barra cervezas yendo y viniendo, entramos en el climax final... con un ligero break de Jorge para beber... "Qué llevo una hora a palo seco", suelta alegre echando un trago para luego lanzar el puño derecho al cielo (característico gesto con el que acaba varios de temas).
Tocando bajo la sobriedad de un telón en escena con el mero nombre de la banda porque para hacer rock con tontería estética ya están otros, la sala arde con hits como "El Demonio". "Eres una puta" o " Soy un macarra"... Por cierto, Jorge presenta a toda la banda, cómo debe ser, con respeto.
Y tras un bis pedido a gritos... nos ponemos a bailar (aún más) con "Hombre solitario" y luego a gritar con "Destruye" para construir entre todos una noche de rock and roll compartido. Sabemos que... la música de Ilegales es la verdadera patria, con que podemos contar.