23 Enero de 2016 en sala Es Gremi, Palma de Mallorca

• · Grupo: Hamlet + WestPoint TJC + Blind Century
• · Público: Unas 300 personas
• · Precio: 16 euros en anmticipada, 20 taquilla.
• · Promotora: Es Gremi.

Uno de los grupos de metal más longevos, activos y exitosos de los últimos veinte años ha visitado la isla de Mallorca para presentar el que ha sido el álbum de estudio número once de su carrera: La Ira (Maldito Records, 2015). Sí, hablamos de Hamlet, la banda formada por J. Molly (voz), Luis Tárraga (guitarra), Ken HC (guitarra), Álvaro Tenorio (bajo) y Pedro Sánchez (batería).

Uno piensa que después de una carrera tan longeva, un grupo como Hamlet puede perder fuelle después de veintinueve años, y es que se necesitan grandes dosis de energía para realizar concierto tras concierto con el derroche (en buenos términos) de vitalidad necesario para que todo funcione. He visto en tres o cuatro ocasiones al grupo en el pasado (la primera vez hace 16 años) y en cada ocasión la sensación ha sido la de presenciar uno de los mejores directos que se podían ver en España si hablamos de música metal (aunque no exactamente).

Energía frenética, un líder carismático, letras contra el sistema, críticas a la injusticia ("¡Animales maltratados por la codicia!"), gente entregada, brutalidad con sustancia... y claro, mis expectativas eran altas mezcladas con algo de escepticismo. Así que después de las actuaciones de Wespoint TJC y Blind Century (de las que no puedo hablar al llegar justo para ver a Hamlet, lo siento) los madrileños empezaban con mucha puntualidad.

Foto: J. Molly, el cantante de Hamlet exhibe capacidad vocal y contacto con el público

Con una notable asistencia de público el grupo empezó sin guardarse nada en la manga desde el primer segundo, temas ya clásicos de su repertorio como "Limítate", "Muérdesela" o "Egoísmo" sirvieron para que el público se entregara formando algunos pogos en los que se dejaron llevar. Tampoco fue una constante durante todo el concierto, pensándolo bien, ¡tampoco hace falta! uno quiere llegar a su casa sin un esguince.

En fin, siguiendo con el show, y después de algunos temas, el grupo empezó a desgranar su último disco La Ira, y hay que decir sin tapujos que en directo es absolutamente demoledor. Asistimos a la involución de Hamlet. A la exposición de lo recóndito. El título del disco es suficientemente claro y temas como "Ser o no ser" y "Mi religión" son nuevos himnos desde ya.

Llegados a este punto hay que decirlo. J. Molly está en su etapa más álgida tanto si hablamos de físico como si hablamos de perfeccionamiento de las voces (sí, en plural). Durante todo el concierto ofrece un vaivén de movimientos, saltos, comunicación directa con el público, humildad... incluso en un momento baja del escenario para estar con el público mientras se forma un nuevo pogo. Una demostración física que junto a sus privilegiadas cuerdas vocales forman una personalidad muy especial. La voz de Molly es totalmente única e irrepetible.

Foto: Ken HC, guitarra de Hamlet

Siguiendo y por poner algunos ejemplos más, durante el concierto el grupo repasó, además de los comentados y si no recuerdo mal, al menos un tema de cada álbum publicado (excepto de Peligroso) sumando evidentemente los que ya se consideran obligados como pueden ser "Antes y después", "El color de los pañuelos" o "Denuncio a Dios". Y lo que sucedió en el escenario es digno de elogio y de disfrute. Hamlet es un grupo perfectamente engrasado que funciona con una seguridad total en el escenario. No se pueden pedir grandes dosis de azar e improvisación.

Tampoco hay una gran innovación en lo que hacen, pero tampoco lo pretenden. Lo que sí tienen y desprenden son grandes dosis de humildad. Hay que entrar en el juego (si uno quiere), una vez dentro, la magia de la música.
El concierto acabó con algunos bises y claro, entre ellos aparecieron los míticos e imprescindibles (para entender la carrera de Hamlet) "Irracional" y "Jodido facha". Pero también "Imaginé" del, según mi opinión, infravalorado álbum Syberia (2005). La verdad es que eché en falta algún otro tema de este magnífico disco. En fin, un concierto perfecto tanto en planteamiento y duración, como en calidad y transmisión. Queda Hamlet para rato.