Freedonia, buena música que se escucha, se ve y se siente
Por: Mikel Lizarralde
Ante la visita de Freedonia a Vitoria - Gasteiz, la noche se presentaba perezosa en la capital alavesa. Parecía que al principio, la sala no se llenaría pero una vez empezaron a sonar las primeras notas, la Jimmy Jazz mostró un lleno confirmado por el "No hay entradas”. Giran con un nuevo disco llamado Shenobi, su tercer álbum.
16 Noviembre de 2018 en sala Jimmy Jazz, Vitoria Gasteiz
- · Grupo: Freedonia.
- · Público: Unas 600 personas. Lleno
- · Precio: 18 euros en venta anticipada.
- · Promotor: Te Veo Venir / Freedonia
Los madrileños Freedonia se presentaron al completo y muy motivados. Comenzaron el concierto con música instrumental, con aires de funky y soul pero sobre todo con sabor a fiesta y a big band. Vientos, percusión... Todo sonando con aire a música negra norteamericana. En este primer momento ya pudimos disfrutar de la capacidad técnica que tienen y de un sonido en vivo abrumador, perfecto.
Hay que reconocer que ver a los miembros de la banda vestidos con el mismo traje, da cierta sensación verbenera (tal vez esas ganas de fiesta les pueden...) pero, no os dejéis engañar, detrás de esa apariencia se esconden auténticos MÚSICOS, dicho así, con mayúsculas.
Aunque es necesario reconocer la gran capacidad musical y técnica del combo, el espectáculo comienza cuando ELLA, Maika Sitte, hace acto de presencia.
Hay que aplaudir la increíble energía de Maika y su voz descomunal. Es un auténtico animal sobre el escenario. Pone el alma en cada cosa que hace. Bailes sensuales, gestos de ánimo y una hiperactividad que desborda. Tiene talento. Conecta con el público desde el primer instante y trasmite una alegría contagiosa.
Por lo tanto, si reunimos por un lado, a una banda más que solvente (algunos sólos fueron memorables), con calidad para sacar partido a sus instrumentos, a una voz y alma como Maika el resultado es que la música de Freedonia se escucha, se ve y sobre todo se siente, se disfruta.
El chorro de voz de la vocalista de Freedonia te sacude de tal forma que es imposible estarse quieto. Necesitas ponerte a bailar. Buena fe de esto lo da el siempre frío público gasteiztarra... que esta noche no lo fue y no paró de bailar desde el inicio hasta el final de la actuación.
Y eso que a veces, la voz de Maika no se terminaba de escuchar y que además vino acatarrada (no sé que hubiera pasado si hubiera venido en plenas condiciones, pero me gustaría verlo...).
Todo transitaba entre el blues, el soul y el funky pero cuando Maika está al micrófono gana fuerza el aire más soul y ese feelin se apoderaba de la banda.
El combo madrileño mostró dos almas y la más funky afloraba con los músicos solos en escena, en la parte más instrumental. Esas dos caras se vez reflejadas a la perfección en "Origen" y en "The fear si gone", por ejemplo.
Y de esta forma fueron desgranando sobre todo Shenobi, un nuevo disco dedicado a la mujer y financiado a través del Crowfunding.
Al final todos nos quedamos con las ganas de más concierto porque se hizo corto aunque... muy intenso.
Seguro que habéis oído la expresión "Este grupo gana mucho en directo". No importa lo que hayas escuchado de Freedonia, si teneis ocasión de ir a verlos, no os lo podeis perder. El espectáculo merece la pena y pagar la entrada también.