26 Abril de 2007 en sala Razzmatazz, Barcelona

• · Grupos: Fermín Muguruza + Afro-Basque Fire Brigada
• · Público: casi lleno
• · Precio: 18/20 euros.
• · Promotora: Hace Color.

Son las 21:15 horas, estamos comprando tabaco en uno de los muchos bares adyacentes a la sala de conciertos Razmatazz [Barcelona] donde Fermín Muguruza va a presentar en vivo Euskal Herria Jamaika Clash, su nuevo disco.
Su espectáculo trae a la Afro-Basque Fire Brigada y, viendo la parsimonia de la gente, tenemos muy claro que no va a ser un bolo de comienzo puntual. ¡A quien le importa!, que decia una canción...

Aún así, entramos en la sala porque, según la programación, el show se debería haber iniciado a las 21 h. y no queremos dejaros sin la crónica del concierto. La sala está casi llena, la gente pilla sitio y se refresca con unas cervezas fresquitas. A las 21:30 empieza el espectáculo, Fermín Muguruza sale acompañado de 12 músicos, mezcla de vascos, jamaicanos y algún cubano (batería, percusión, guitarra, bajo, teclados, dj, acordeón, saxo, trompeta, trombón y 2 sensuales voces). Empiezan a desplegar sus artes disuasorias y rítmicas directas al corazón. Esto acaba de comezar pero... la noche ya late. El inicio ya es toda una explosión de energía y rítmo que desencadena una euforia colectiva sin precedentes en muchos de los conciertos que he presenciado en esta sala. A veces, algo se mueve pero esta noche en Razzmatazz... todo se mueve.

Foto: Fermín Muguruza

Tras la apertura instrumental de la banda sola pero a pleno pulmón en escena, la salida de Fermín Muguruza hace que nos encontremos delante de un tsunami musical. En dos horas y media de concierto, y no exagero, no para ni un momento de saltar, bailar y botar a ritmo de euskal reggae rock y, cómo no, la gente está a la altura. Los músicos buscando la complicidad... y la encuentran. El repertorio repasa temas de distintas épocas, desde los viejos Kortatu ["La línea del frente", tema recuperado en el nuevo disco, ese grabado en Jamaica con varios invitados del reggae world caribeño] hasta los discos en solitario de Fermín, pasando por cortes de Negu Gorriak ["Gora herría", que sonó en los bises] porque viven el presente pero no quieren enterrar el ayer. Unos 17 años de acción directa encima de los escenarios tienen aquí su recompensa con un público fiel y decidido.

Foto: Fermín Muguruza

A lo largo del bolo, hay hueco para varios momentos entrañables, y uno de ellos brota cuando una de las voces jamaicanas de la banda rompe la noche en dos al cantar a capela "Redemption songs", un lujazo de voz que dejó enmudecida por segundos a toda la sala. Otro clímax fue la subida al escenario de un grupo de barceloneses que salieron a rapear con Muguruza, otro cuando éste salió con la camiseta de Oleguer, ese jugador del Fútbol Club Barcelona al que le llovieron palos por sus últimas declaraciones, donde puso en tela de juicio el sistema de libertades que vivimos en España. Gesto solidario que fue muy aplaudido, por cierto, ese futbolista tiene el número 23, igual que Michael Jordan, gran saltarín del que me acuerdo ante un directo que me hace pensar... salta una valla, dobla una esquina en cualquier adoquín... está Fermín Muguruza.

Foto: Fermín Muguruza

Él y sus músicos rozaron el lleno pese al handicap de tener a dos días el Viñarock donde también les tocaría sudar... y mucho. La gente salió satisfecha y saciada hasta los topes como en una buena comida de Euskadi. Un espectáculo recomendable para todo aquel que quiera disfrutar, bailar con intensidad. Este músico tiene una trayectoria impecable de buenos discos y de conexión con un público que se va renovando y que sigue fiel a su evolución musical. En el escenario, una pancarta que decía "Nuria Lliure", recordó su faceta de activista a nivel político, algo que también reivindica esa estética a lo Public Enemy que ya se ha convertido en marca de la casa a nivel de puesta en escena. Nacido en Irún [Gipuzkoa] el 23 de abril del año 1963, está claro que F.M. demuestra como pocos que un artista puede sobrevivir al paso de las décadas sin huir de su pasado musical al tiempo que se reinventa en cada presente.

Foto: Fermín Muguruza