Evanescence, mirando a una diosa gótica que eclipsa al grupo
Por: P.M. / redacción. Fotos: Pere Masramón
Tres años después de su visita a la sala Razmatazz, Evanescence vuelve a Barcelona. Tras vender, dicen, unos 14 millones de copias de su debút...
11 Noviembre de 2006 en Parc del Forum, Barcelona
- · Grupos: Evanescence + Revelation Theory
- · Público: Lleno
- · Precio: 25 euros
- · Promotora: Encore Music Tours.
Tres años después de su visita a la sala Razmatazz, Evanescence vuelve a Barcelona. Tras vender, dicen, unos 14 millones de copias de su debút, "Fallen", el grupo estadounidense que lidera Amy Lee [nacida el 13 de diciembre de 1981] presenta "The Open Door", disco sin el guitarrista Ben Moody, que se fue de la banda o le echaron en el 2003. Hagan pop, metal o rock, Evanescence arrasa entre miles de fans aunque la noche pudo ser mejor...
Foto: Amy Lee, la carismática vocalista de Evanescence
Antes del inicio, fuí a por una cerveza a una de las 5 barras, ¡uff!, toda una odisea. Las atendían muñequitas de porcelana que aún no han roto el caparazón y que servían bebidas sin mucha noción de lo que debe ser un bar, en parte porque la mitad de los surtidores no funcionaban. Sumando a eso que costaba 4 euros un zumo de cebada y que prohibían fumar... recordé que Evanescence significa evanescente, o sea, que se puede esfumar, y casi me dan ganas de hacerlo. Bueno, al menos este nuevo recinto es de los que permite tener espacio vital aunque haya gente…
Foto: Amy Lee, la carismática vocalista de Evanescence
Mientras el local se iba llenando, salieron los Relevation Theory, cuarteto de Nueva York. Pisan por primera vez la península para presentar "Truth Is Currency"... Su sonido contundente a base de punk rock y gotas de metal, fue bien recibido y parte del público coreó algunos estribillos. Abrir para Evanescence no pasa cada día, y ellos aprovecharon su momento con una explosión de energía y movilidad que dejó el ambiente listo…
Foto: Amy Lee, la carismática vocalista de Evanescence
Llegados de tocar la noche anterior en Madrid [sala La Riviera], en seguida quedó claro que el directo de Evanescence viene rodado tras 17 conciertos en octubre por Estados Unidos y Canada. Y en la fosa de los leones, los fotógrafos nos pusimos a retratar los tres primeros temas sobre un escenario situado a 2 metros de altura, que nos reducía bastante la visión…Al irse los Revelation Theory, la gente empezó a ponerse nerviosa, a impacientarse gritando el nombre de Amy, voz y bandera mediática de Evanescence. A los 15 minutos de eso, apagaron las luces, y empezó el despegue con el tema "Sweet sacrifice", tema que abre su nuevo disco.
Foto: Amy Lee, la carismática vocalista de Evanescence
Evanescence es una banda que provoca más en la forma que en el fondo. A ratos rozan el metal pero sin meterse en bases rítmicas gruesas. Sus guitarras rock juegan lo justo y se diluyen en un repertorio que abusa algo de arreglos conformistas, cercanos al gusto masivo. Ahí, es donde algunos quisieran una vuelta más de tuerca pero la receta perdería ese aire etéreo que define a la banda, cuyo valor estético casi supera al musical.
Foto: Amy Lee, la carismática vocalista de Evanescence
No emplearon los decorados que usan en otros conciertos pero sacaron partido a un potente equipo de luces y a una entregada mezcla de adolescentes descarriados/as, adultos exaltados/as y algún que otro padre nervioso al descubrir qué música escucha su hijo [la normativa del pabellón impide la entrada a menores de 16 años si van sin un adulto]. Saltos, puños y cuernos al aire, gritos, sudor, olas de camisetas negras, sombras de ojos imitando a Amy... toda una noche de acción, que dice la canción de Mano Negra, así lo viven unas primeras filas llenas de fans irredentos, de esos que luego aguantan horas de espera para una foto, una púa o un saludo que quedará tatuado en su memoria... ¡evan-pasión!
Foto: Amy Lee, la carismática vocalista de Evanescence
Continuaron con "Weight of the World" y "Going Under". Ambas de su primer disco, álbum que alternaron con el nuevo en un show más corto de lo habitual en ellos porque duró hora y veinte minutos. El clímax llegó con Amy, sentada al piano, interpretando "My inmortal", cierre de una noche que revela altura a la que vuela la figura de Amy, tanto que ya eclipsa a la banda. Hace unos meses, la vocalista desapareció para desconectar del negocio musical, y quizá se debiera a presiones para que inicie una carrera en solitario. Desde que no está Ben Moody, Amy lleva todo el peso gótico de la banda pero… ¿hasta cuándo?.
Sea como sea... Evenescence bien, pero sus seguidores mejor, ellos se merecieron una noche algo más larga y con la banda más entregada, con menos actitud de tocar con el piloto automático. Les faltó abrir las puertas del cielo gótico, nos quedamos en el umbral.
Foto: las primeras filas estaban repletas de quinceañeras tocadas de negro