El Kanka, éxito creciente del cantautor con letra fácil
Por: M. Blanco / X. Sanmartín
El Kanka ha rozado el lleno en una sala de gran aforo como la Capitol de Santiago de Compostela. Su repertorio bebe de la rumba, el pop y los ecos del folk latino, base musical de canciones donde abunda la letra fácil, un repertorio que está noche encontró a un público entregado.
27 Octubre de 2018 en sala Capitol, Santiago de Compostela
- · Grupo: El Kanka.
- · Público: Unas 700 personas.
- · Precio: 20 euros en venta anticipada.
- · Promotor: Gran Convoy.
El Kanka da pasos para saltar de la escena independiente al mainstream. Reunir a unas 700 personas en la sala Capitol a final de mes con las entradas a 20 euros está al alcance de pocos. Aparte de cuatro discos, el último titulado El Arte de Saltar; y de sumar cinco o seis años pateándose todas partes (a menudo con llenos), crece con el impulso de salir en programas de televisión como "Fama A Bailar", de Movistar +, y "Operación Triunfo", de La Uno, y se nota. Por cierto, aparecer en ese espacio de TVE le ha dado la oportunidad de ser uno de los compositores del primer disco de Amaia, así que este cantautor malagueño va camino de tocar en pabellones.
El concierto de Santiago se abrió a las 22.10 horas con "Triste Trofeo", tema nuevo de paso lento que ofrece ecos andinos mostrando el mérito de El Kanka como cantautor que sabe manejar bases musicales de otros lares. Es curioso, ese corte abrió el repertorio de un bolo que se cerró casi dos horas después con "A Desobedecer" (del disco "El día de suerte de Juan Gómez"), siendo ambas canciones de las pocas con letra crítica a nivel social, y hechas además con una gama de palabras mayor que la media de su repertorio.
Salió arropado por cuatro músicos, añadiendo a su guitarra acústica... otra, un bajo, percusión y batería. Así, El Kanka probó soltura en este regreso a la capital de Galicia, ante un público volcado, dinámica que marcó la actuación izando bandera alegre, festiva. Como segunda zancada, sonó "Qué bello es vivir", del álbum "Lo mal que estoy y lo poco que me quejo". Ese es uno de sus himnos, tanto que fue coreado desde el inicio por media sala [cantando mucho más ellas que ellos].
La inspiración latina, esa que a veces recuerda a Calamaro y Depedro, volvió cuando El Kanka cantó "Querría", plena de hermosa serenidad con la banda bailando suave al compás de una estructura que enseña la diferencia entre lo que antes era un cantautor y lo que hoy supone, de modo que Sabina parece ahora un profesor de latín al lado de ciertos fraseos actuales, prueba de cómo cambian los tiempos.
A este barbado músico malagueño hay que aplaudirle por su mezcla de rumba y palos latinos pero también toca recriminarle una falta de arrojo para sacar más partido al lenguaje, ya que a veces parece hablar para un público infantil por lo facilón de su canto. El Mani, su compañero a la percusión desde hace 15 años, bromeó en la Capitol llamándole "Poeta", lo hizo como chanza pero incluso como tal suena un poco fuera de juego.
Foto: El Kanka a la derecha durante su concierto en Santiago
Cantó "Andalucía" a la media hora en un primer tercio de la noche con mucho color en la sala y el susto del acople en una canción, desliz técnico que no pasó a mayores. Entre tema y tema, El Kanka es dado a los comentarios y bromas "buenrollistas", en ocasiones algo cansinas para algunos pero gustosas para la mayoría del público presente que agradeció que saludase en gallego: "Boas noites... moitas graciñas", dijo.
"Volar", otro de sus hits, conocido por muchos en su versión a medias con Rozalén, hizo que la Capitol se meciera a ritmo de vals. Lo empezó en solitario, creciendo ante los coros de la gente y más con la llegada de la banda. Hablando de bailar... "como tu quieras bailar", al interpretar "Vengas cuando vengas" quedó probada la facilidad de El Kanka para los temas pegadizos de estribillo que se enrosca como una bufanda cálida para los inviernos del alma, sea de "seda o algodón".
Foto: El Mani a la percusión y voces durante su show en Capitol como parte de la banda de El Kanka
La cara más simpática regresó con "Lo mal que estoy y lo poco que me quejo", una de esas tonadas sencillas que igual puede gustar a mayores que a niños. Y "Después de esta mañana", también del último disco, rebrotó la rumba, hecha aquí un poco al estilo pop de Ketama, rumbo ya hacia el bis de un concierto que él abrió dando las gracias "por elegirnos antes que al reggaetón".
El bis del concierto compostelano fue su pareja clásica, "Canela en rama", para mostrar la cara más veraniega, ensoñadora y romántica de El Kanka [en la tradición del mejor Pedro Guerra] con la sala loca de alegría, antes de acabar el set con "A desobedecer", desde nuestro punto de vista, una de las mejores canciones de este músico andaluz que se dijo "más de izquierdas" que de otro palo, y cuyo guitarrista hizo la intro de la sintonía del PP para mostrar la querencia de la banda de un cantautor a quien nos gustaría ver con algo más de valentía, más cerca del maestro Kiko Veneno, por ejemplo.
Y entre aplausos, El Kanka y sus músicos saludaron mientras por megafonía sonaba Marisol cantando.... "La vida es una tómbola... tom... tom... tómbola" y afuera se compraban cds de sus discos a diez euros.