Cimafunk ofrece en Barcelona una explosión de buena música funk y latina en una sala de baile compartida
Por: Abel Farre (Texto / Fotos)
Cimafunk y su banda, La Tribu, han dado una gira conciertos los respectivos días 15, 16 y 21 de noviembre en Madrid, Barcelona y Zaragoza con el álbum "Pa'Tu Cuerpa", y en LA GANZUA, cubrimos su bolo en la capital catalana.
21 Noviembre de 2024 en Sala La Paloma, Barcelona
- Grupo: Cimafunk.
- Lugar: sala La Paloma (Barcelona).
- Precio: Desde 20 euros en la venta anticipada
- Promotora: Terapia Productions - Damm Festival de Jazz BCN en Barcelona.
- Público: Unas 700 personas, casi tres cuartos del aforo cubierto.
Acudir a un Festival de Jazz es siempre sinónimo de buena música. Con el paso del tiempo estos festivales han ido evolucionando y adaptándose a los nuevos gustos. Ya no se limitan a Big Bands, cuartetos o tríos en donde escalas pentatónicas y largas improvisaciones llenan minutos, en donde uno aprende a ver la música de otra manera.
Ahora las fusiones están a la orden del día. Eso sí, hay siempre un denominador común; la música popular, la esencia afroamericana y músicos de alto nivel. Hoy le tocaba el turno a Cimafunk, y por suerte la nuestra también teníamos la oportunidad de disfrutarlo en un lugar emblemático de Barcelona, La Paloma, el cual por desgracia la nuestra, demasiados años había estado cerrado al público.
Antes de empezar el concierto de Cima (Cimafunk), y tras ver el rider que se nos planteaba encima de ese escenario, uno ya se imaginaba que la cantidad de sonidos que se iban a desplegar nos traerían joy, en mayúsculas, y esa fue la primera palabra que me vino a la cabeza cuando, La Tribu, la banda que acompaña a Cimafunk, salía a escena.
El dúo de vientos comandado por las reinas del soul, Ilaria y Mónica, nos abrían el concierto de Cimafunk con Trombón y Saxo, respectivamente. Por detrás; batería, percusiones, teclados, y, ¡cómo no!, ese bajo que hace que todo ande de una forma especial, tras esas exclamaciones de un riff funky que te hace mover los pies, sin saber el porqué.
Un "non stop" durante más de un hora y media en donde Cimafunk y los suyos repasaron temas como "Catalina", "La pomada", "Dátela", "Rómpelo", "Relajao", "Cuchi cuchi".
Cimafunk mezcla el funk, con los sonidos latinos como nadie, y en esa vorágine de beats, se fueron uniendo al escenario amigos que no se querían perder la oportunidad de compartir esa noche con ellos; Julito a la trompeta, Joao con su contundente voz, …la temperatura de la sala La Paloma no paró de subir.
Influencias de James Brown
Con el suflé en lo alto y con todos de pie, cada uno a su manera intentaba imitar el movimiento de pies y cintura de Erik. Por unos momentos parecía que volviéramos a esas épocas doradas de James Brown, de botas, de pantalones acampanados, de camisa abierta... y como no, ese sudor que nos caía sin importar, pues la música se hacía sentir.
Para el final del concierto y antes de lanzar el encore, Cimafunk nos empezaba a cantar, “Me voy”, lo que anunciaba lo que iba a pasar, al momento que invitaba a la gente a que se subieran al escenario a bailar.
Un escenario repleto de gente
Al cabo de pocos segundos veíamos un escenario repleto de gente, y como si de una sala improvisada de baile se tratara, cada uno daba lo mejor de sí mismo. Nos olvidábamos por un momento que hubiera separación alguna entre artista y público. Y eso es tal vez lo que tendríamos que sentir mas a menudo en los conciertos. Esa música nace de las raíces, es música popular, y como dice el propio nombre es para que la disfrutemos todos de la misma manera; sin niveles, sin separación, sin jerarquías. Es momento de compartir y disfrutar.
La gente salía afónica y sudada de esa sala, realmente se hizo corta la noche. Nos vamos con una sonrisa en la boca, la misma que ellos nos regalaron durante todo el concierto. Gracias por compartir.