Por: Jesús Cortiñas
27 Mayo de 2006 en sala Kafé Antzokia, Bilbao
Mientras me acerco al Antzokia, noto poco movimiento, mal presagio. La chica de taquilla me saluda con un... "A ver si hay suerte" con la acreditación. Ya me conoce por los circos que tengo que montar cuando no aparecen nuestros nombres, en este caso el mío porque esta vez el cupo de acreditaciones es muy limitado [sólo un pase si eres revista digital] aunque parece que más limitado va a ser el público. Si nos hubieran acreditado a dos, más bulto. En fin...
Aparece el nombre en la lista de prensa acreditada. La taquillera se aburre. Dice que prevé poco público, que Bilbao tiene cada día más conciertos. "Y muchos buenos", añado yo.
En la entrada regalan un disco por el VIII aniversario de la discográfica catalana Houston Party Records.
Ya dentro la sospecha se materializa, estamos unas 40 personas, hay mucho guiri y mucho Erasmus. Sigo algo mosca al no poder hacer una crónica buena porque estando sólo te pierdes cosas al tener que hacer también las fotos.
Sale al escenario John Roderick. Echa de menos a su grupo The Long Winters, la banda con la que ha girado otras veces por la Península, ¿tendrían también un cupo de entrada...? Entre tema y tema, su voz profunda suelta muchas toses, así media hora. Se esfuerza y tiene mérito pero la falta de gente en un local tan grande se come su show intimista.
Tras él, llegan los McEnroe, sexteto de Getxo [Bizkaia] con mucha guitarra [incluyendo steel guitar, esa que se toca sentado]. Atacan todas las canciones sin pausa, con letras en castellano al inicio que luego abandonan para seguir largos desarrollos en plan instrumental. Suenan bien. Ya hay más gente e incondicionales en la primera fila, que cantan cada tema. Al acabar, hablo en camerinos con uno de sus miembros, Jaime Guzmán, me regala su último disco, "El sur de mi vida", grabado en el año 2003 en los estudios de Paco Loco. Están contentos del bolo y del sonido. La verdad es que el Antzoki tiene una sonoridad de cine, por algo fue sede del cine club más antiguo de España.
Tras charlar un rato con Jaime, veo al cuarteto americano
Centro-Matic. Suenan bien pero tras dos grupos, te sientes algo cansado para abandonarte y disfrutar, es la pega
Centro-Matic es una buena banda, se lo curran. Y flipo con el teclista que alternó las teclas y bajo con mucha naturalidad. Su vocalista cantaba desde una esquina, algo raro de ver. En las últimas canciones, se les vió más sueltos, más como... "Ya hemos hecho el repertorio, ahora vamos a divertirnos, a tocar a nuestro aire, a experimentar...
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