Te pasas la vida pensando que a nadie le importa que haya más o menos conciertos durante un fin de semana pero, de repente, un día empiezas a descubrir que la prensa habla de una sala, que la radio y la tele también, que el peluquero de tu barrio te pregunta... ¿qué pasa con el sitio ése...? y claro, flipas porque lo normal es que la peña se pase la vida hablando del Athletic y quejándose de la crisis

Está claro, la polémica vende, pero hay más. Os hablaré de un caso concreto, el del Kafe Antzokia, que ha vuelto a la actividad a primeros de este mes de febrero tras estar un mes cerrado bajo la acusación del Ayuntamiento de sobrepasar el aforo permitido, situado en unas 450 personas, que según la policía municipal llegó a los 900 una madrugada posterior a un concierto de M Clan.

Para quienes estáis fuera de Bilbao, decir que esta sala programa unos quince bolos cada mes [o más], y que por ahí pasan desde mitos como Frank Black [sí, el jefazo de los Pixies] o los Fleshtones a grupos de Euskadi tan variados como Doctor Deseo o Sei Urte, pasando por gente de todos los estilos como Tote King o bandas de reggae... o sea, un local imprescindible.

El cierre y la multa posterior hizo que los responsables del local empapelasen Bilbao con sus reclamaciones, y que pusieran en marcha una recogida de firmas entre voces del mapa cultural de Euskadi para apoyar sus argumentos, aunque, sinceramente, supongo que nadie tiene la razón del todo. Lo del aforo es relativo, ya sabemos que cien locales pueden superarlo y que sin embargo el Ayuntamiento de turno a veces sólo se fija en uno de ellos, ¿y por qué? No tengo la menor idea pero creo que esta polémica no hubiera estallado si en lugar de tener elecciones el 1 de marzo las tuviéramos el 4 de julio de 2015.

Creo que esas 450 personas que fija el aforo oficial es una cifra corta para la capacidad real del Antzokia pero también parece que la sala precisaba alguna mejora, de hecho acaba de solicitarse un permiso de obras para hacer una nueva salida de emergencia y se ha solicitado que la ley reconozca a la sala un mayor aforo... un lío, lo sé.

Lo importante es que el espectáculo continúa, el espectáculo musical y cultural, que es el que a nosotros nos importa. Y aunque mola que la gente en el metro hable de una sala de conciertos, lo que no pasa todos los días, prefiero que esta situación no se repita para evitar que Bilbao pierda un lugar imprescindible, del que en www.laganzua.net esperamos seguir publicando cosas pero centradas en hacer crónicas de sus conciertos, que para eso se creó el Antzoki.

¿Os imagináis un campo de fútbol cerrado por exceso de aforo.. o que eso pasase con el Guggenheim?

A por los carnavales!!!

Jesus