Ha fallecido esta semana Johnny Clegg, un músico nacido en Inglaterra pero considerado sudafricano porque vivió durante décadas en Sudáfrica, desde donde inició su carrera en 1979.

Su talento y vitalismo logró que muchos descubriéramos la música africana y entendiéramos que su fusión con el pop y el rock podía ser algo hermoso y natural.

En aquella década el apartheid era uno de los problemas de debate mundial y Johnny Clegg, antropólogo de formación, ayudó a combatir esa lacra con su compromiso plasmado en canciones, escenificadas en directo con llamativas coreografías. Y precisamente hoy 18 de julio, dos días después de su muerte, se conmemora el Día Internacional de Nelson Mandela, quien acompaña a Clegg en el video adjunto en una actuación de 1999.

Johnny Clegg and Savuka, él y su grupo, llegaron a tener tal éxito internacional que se hicieron populares temas suyos como "Asimbonanga" que, revisando datos, compruevo fue número uno en la lista de Los 40 Principales en diciembre de 1988, ejemplo de como Clegg coló los sonidos africanos en los tops mainstream con discos como Third World Child (Capitol, 1987) o Shadow Man (Capitol, 1989)

En tiempos sin Internet, el acceso a la llamada world music tuvo en los años 80 y 90 al llamado Zulú Blanco como icono. Contribuyó a que los mercados, los medios, las discográficas, los festivales, las tiendas de discos y nuestros oidos se abrieran ante la llegada de otros colegas suyos como Yousson NDour o Salif Keita, entre otros.

A Clegg y otros abanderados de aquella hormada de los sonidos de Africa les debemos parte del avance en apertura musical aunque aún quede mucho para entender que el pop y el rock anglosajón no lo son todo en este mundo.

Xabier Sanmartín C. / @xabisanmartic / Periodista