Ya no queda nada de ayer, porque el viento se lo llevó, no, no, odio esa canción. Dulce Introducción al Caos, de Extremoduro [La Ley Innnata, 2008] NADIE sabe los versos que te puede escribir el tiempo dentro de tu aama, ni los hechos que pondrá en el diario de tus días pero NADIE se imaginó que Robe Iniesta llegaría al siglo XXI recibiendo un premio de manos de un presidente autonómico del PP, como NADIE pensó jamás que más de la quinta parte del precio de una entrada para un concierto sería un impuesto llamado IVA Cultural del 21% ni NADIE pensó jamás que la televisión fuera fútbol y más fútbol aunque las calles, pabellones, parques y colegios estén llenos de personas que hablen de otros temas. NADIE cree que los fans de Extremoduro tomen todos una misma marca de cerveza pero una empresa como Mahou acaba de lanzar una campaña publicitaria que usa de fondo un tema que Robe Iniesta compuso para La Ley Innata, ese disco de 2008 que tuvo menos eco del merecido, menos canciones de las que nos merecemos y menos... ventas de las que debería pero, los tiempos, lo dijo Dylan como lo dijeron otros antes, cambian y se debaten entre la evolución y la involución con la revolución bailando en medio, como puede, tratando de que no la apaleen demasiado para que no muera del todo el sueño de los que soñamos y vamos a los conciertos de Extremoduro creyendo cada letra que canta Robe, cada frase que le vuela de esa napia de poeta pueblerino, de greñudo encantandoramente cabreado con el mundo y con el mando, porque él y algunos de nosotros somos hijos de los tiempos en que había mili y no nos daba la gana de cargar con un fusil porque prefeiríamos las esquinas del barrio para echar un trago de cerveza, de la marca que fuera, la más barata, siempre de manos amigas, que para contar mentiras ya están otros.
En el rincón de YouTube donde Mahou ha colgado la versión oficial extendida de ese spot hay una docena de líneas, un texto informativo donde la marca cita a El Langui, Estopa y demás protagonistas contratados para salir en ese anuncio pero sin mencionar ni el título de la canción ni al grupo ni a su autor. Ese mal trago, esa falta de respecto, de tacto, si lo prefieres... es algo que NADIE de los que hemos bebido cerveza en un concierto de Extremoduro haríamos jamás. Las rosas tienen espinas. Extremoduro tiene heridas, como quienes hemos crecido con su música y aunque sabemos que igual no vemos la primavera de las flores de vivir en un mundo más justo, nos une la música de Robe y quiera él o no quiera, lluevan los años, muchos todavía seguimos sintiendo esa pedrá extremoduriana del rock hecho arte, de la música como himno, sabiendo que da igual la marca de cerveza que bebas porque lo importante es con quien la bebas, bien lo sabe Rubén Ortega, autor de estas fotografías. Una caña a tu salud Robe y a la todos aquellos que creen que Extremoduro es mucho más que una música de fondo para anuncios de cerveza.
Xabi Sanmartín C. / @xabisanmartic / Periodista