David Bowie no ha venido hoy 14 de julio a tocar en Bilbao. Así se podría titular un libro biográfico de José Ángel Serrano, mánager y promotor de conciertos desde los años 80 que soñaba con traer algún día a David Bowie y lo logró. Bueno, casi. En la primavera del año 2004, Producciones Serrano anunciaba el A Reality Tour de Bowie pasaría por la Plaza de Toros de la capital de Bizkaia el 14 de julio y poco después, el 16 de julio, por el Monte do Gozo de Santiago de Compostela, donde finalmente le suplió un lamentable Lou Reed. Todo se vino abajo. El goteo de actuaciones del Duque durante la gira de 2004 se cortó poco antes por unos pinzamientos en la espalda, según dijo la nota oficial de entonces, prólogo de lo que sería la práctica retirada del genio pop hasta su muerte a los 69 años el 8 de enero de 2016. No volvió a pasar por España tras ese mordisco a su salud en 2004 y en el año 2006 ofreció su última actuación en un acto solidario en Nueva York. La cancelación de aquel show vasco llegó cuando, según varios medios locales, la ansiada cita en Bilbao ya había despachado más del 90 por ciento del aforo máximo de 8.000 personas para una noche ímposible donde José Ángel mostró valentía en la producción al contar con una banda local como Atom Rhumba, uno de esos grupos disueltos porque había muchos más miles de personas diciendo lo buenos que eran que comprando sus discos o entradas. Los tickets para compartir la noche bilbaina con Ziggy Stardust y otros personajes míticos del cancionero de Bowie tenían un precio de 42 euros a 48 euros pero la plaza se quedó vacía, su voz nunca sonó a orillas del Nervión y la historia acabó convertida en un triste blues de sombras rojizas propio del repertorio de la Dolphin Blues Band, grupo que a muchos nos enseñó a amar el blues en los años 80 gracias a que José Ángel Serrano se empeñó en meterlo en verbenas y fiestas de pueblos como Portugalete, parte de esa tierra que David Bowie solo ha visitado en los sueños de quienes le escuchamos, muchos de ellos compartiendo gustos en este reportaje donde solo nos faltó contar con José Ángel, uno de esos héroes anónimos que hacen posible que exista el circuito de la música en vivo que hoy Bowie mira desde lejos, volando, viajando. ------------------------------- Xabi Sanmartín C. / @xabisanmartic / Periodista