El 5 de octubre se cumplen 50 años del estreno discográfico de los Beatles con el primer single de vinilo que lanzaron, rodaja mítica que llevaba en la cara A el tema Love me do... y ahora que algunos hablan de cataclismo mundial porque apenas se venden discos, esa efeméride ayuda a recordar que la era iTunes no es nueva aunque si lo sea su tecnología.

Hubo días-años-décadas [la segunda mitad de los 60, los 70, 80, 90 y primeros cinco años del XXI] en que algunos sacaban un álbum, se quedaban sentados haciendo cuatro bolos televisivos y conciertos mal contados y contemplaban cómo se generaban ventas millonarias con su consiguiente ganancia... Aquella época, ya no volverá pero antes de ella el negocio era distinto y similar al de hoy.

Antes de 1960, todo era sacar un tema o dos en formato single o Ep, confiar o pagar para que sonara en la radio y... tocar, actuar, dar conciertos todo lo que fuera posible para así ganarse la vida, algo que sabían muy bien tanto músicos de jazz como orquestas, cantantes de coutry, flamencos, bandas municipales, folclóricas, trovadores...

Sin ir tan lejos, los Beatles ya tocaban diez o doce horas por día en 1960 y 1961 cuando eran unos don nadie en Hamburgo y su trabajo consistía en poner música de fondo en bares y garitos de todo tipo arropando a vocalistas como Tony Sheridan o a otros invisibles. Muchos olvidan intencionadamente esa etapa al hablar del éxito de los cuatro fabulosos de Liverpool [cinco si incluimos a Pete Best, batería previo a Ringo Starr] pero ahí sembraron la semilla los For Fab.

Los Beatles triunfaron a nivel mundial de forma bestial, primero en Europa y luego en Estados Unidos, allí gracias al bum de la televisión, similar en algunos detalles a la actual omnipresencia de Internet, y aunque es cierto además del talento de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo, detrás de ellos ayudó el marketing y el hecho de estar en el lugar adecuado en el momento justo... no conviene olvidar que ya tenían callos en las manos de tocar y tocar, rodar y rodar, lo mismo que harían hoy si tuvieran 18 años como tantos aspirantes que ponen canciones a la venta en formato digital y/o a las difunden de forma libre desde su página web con apoyo de las redes.

La Música, como la energia, ni se crea ni se destruye, se va transformando e igual que a algunos siempre les quedará Paris, a ella siempre le quedará un escenario con alguien arriba y alguien abajo, a partir de ahí, nace todo...

por Fran